Se estima que en España afecta al 2% de la población, siendo más frecuente en las mujeres
La fibromialgia es una enfermedad caracterizada por dolor musculoesquelético generalizado y fatiga. Se estima que, en España, afecta al 2% de la población, siendo más frecuente en las mujeres. Por lo general, aparece en la edad adulta, entre los 30-40 años, pero también puede aparecer en la adolescencia y en personas con edad avanzada.
El dolor es el síntoma más característico de la enfermedad que, según la Arthritis Foundation, se presenta en varios lugares del cuerpo, aunque puede iniciarse en una región en concreto y luego aparecer en otras áreas al cabo de un tiempo.
También, entre los síntomas que presentan destacan:
- Fatiga
- Dificultad para dormir
- Dolor de cabeza
- Problemas digestivos y dificultad para concentrarse.
CAUSAS Y DIAGNÓSTICO
Por el momento, se desconoce cuál es la causa exacta de la fibromialgia, sin embargo, el Colegio Americano de Reumatología subraya que, según distintas investigaciones, el sistema nervioso podría estar involucrado, en concreto, el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).
No obstante, se cree que existen algunos factores que pueden desencadenar la enfermedad: un trauma físico o emocional, infecciones, cambios hormonales o la genética.
En cuanto al diagnóstico, la Sociedad Española de Medicina Interna manifiesta que viene definido por los datos de la historia clínica y los hallazgos exploratorios, pero no hay ninguna prueba que confirme el diagnóstico como tal.
En este sentido, una persona es diagnosticada con fibromialgia cuando tiene un cuadro de dolor que se irradia por diferentes partes del cuerpo durante, al menos, tres meses.
TRATAMIENTO
La fibromialgia no tiene cura, pero sus síntomas pueden tratarse, con cambios sostenibles en el estilo de vida, terapias complementarias y fármacos.
Por ejemplo, los ejercicios aeróbicos son muy beneficiosos, ya que disminuyen el dolor y otorgan una mayor sensación de bienestar. Asimismo, la fisioterapia también puede ser muy eficaz para tratar la enfermedad y mejorar la fuerza, flexibilidad y resistencia.
Es importante llevar un buen hábito para dormir y mejorar, así, la calidad del sueño. Para ello, la Arthritis Foundation aconseja, entre otras cosas, acostarse y levantarse siempre a la misma hora y dormir en una habitación fresca, oscura y en silencio.