¿Por qué deberías practicar pilates?

La clave del Pilates es trabajar a partir del centro del cuerpo, es decir, la zona comprendida entre la caja torácica y la pelvis

El método Pilates, o simplemente Pilates, es una disciplina creada por Joseph Hubertus Pilates a principios del siglo XX. Tiene como objetivo el desarrollo del estado físico y mental de las personas a través de ejercicios que, por lo general, se realizan en el suelo.

La clave del Pilates es trabajar a partir del centro del cuerpo, es decir, la zona comprendida entre la caja torácica y la pelvis, y cuyo eje está formado por la columna vertebral. Tal y como señalan en el libro ‘’Pilates, el entrenamiento fitness para el cuerpo y la mente’’, en esta zona se incluye toda la musculatura que la rodea, a la vez que todos los órganos vitales. Los hombros y las caderas la unen a los brazos y las piernas.

PRINCIPIOS DEL PILATES

Según la Organización de Consumidores y Usuarios, el Pilates se basa en cinco principios básicos.

  • Control y concentración: esto permite una atención cognitiva total para controlar la parte del cuerpo que se trabaja.
  • Centro: los movimientos parten de los músculos del core para transmitirlos hasta las extremidades.
  • Fluidez: los ejercicios deben ser lentos y fluidos, y no bruscos y antinaturales.
  • Precisión:cada movimiento se realiza para un determinado fin, por lo que se debe realizar con calidad y exactitud.
  • Respiración: existe una respiración determinada para cada ejercicio, lo que facilita su ejecución.

BENEFICIOS DEL PILATES

Para la Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness, aprender a respirar correctamente en Pilates favorece la relajación y permite concentrarnos en la conexión con todas las partes del cuerpo.

También, según diferentes estudios científicos, los ejercicios que se practican y la forma en la que se practican mejoran la postura corporal y tonifican los músculos que sostienen la columna, reduciendo así el dolor que provocan las malas posturas. Asimismo, evitan que vuelvan a producirse nuevas tensiones.

Igualmente, los ejercicios del Pilates hacen que el cuerpo mejore la forma física, disponga de más energía y esté más preparado para enfrentarse a los retos del día a día.

En el embarazo, el Pilates fortalece el suelo pélvico y ayuda a tener un parto más rápido. Después de dar a luz, reduce los síntomas de incontinencia urinaria.

¿QUÉ PERSONAS DEBERÍAN PRACTICAR PILATES?

El Pilates está indicado para todas las personas que quieran  mejorar su estado físico y mental. Por ejemplo, es un entrenamiento perfecto para los bailarines, ya que los ejercicios que se practican permiten que se centren y estabilicen; y para los deportistas, que utilizan el Pilates como un método complementario a sus ejercicios.

También es bueno para los trabajadores cuya profesión exige mucho de su cuerpo, porque les ayuda a relajarse y eliminar las tensiones acumuladas.

Para los que quieran llegar en buena forma a una edad avanzada, el Pilates es el método perfecto; al igual que lo es para las personas que después de pasar por operaciones, lesiones o enfermedades, quieren fortalecer su cuerpo y mejorar el tono muscular.

Actividades que velan por tus huesos

Lo mejor para unos huesos fuertes es moverse y poner atención en lo que comes

El esqueleto es el principal soporte del cuerpo humano, responsable de mantener el peso del organismo y capaz de regenerarse durante toda la vida. La práctica de actividad física y una alimentación sana contribuyen a una salud ósea óptima y a prevenir la osteoporosis y la artrosis.

De acuerdo con la Federación de Actividades Dirigidas y Fitness, “las personas activas renuevan sus huesos con mayor rapidez y tienen una mayor densidad ósea, lo que evita generalmente fracturas y caídas”. No obstante, aunque la regeneración ósea es un proceso constante, con el paso de los años, la persona va perdiéndose el equilibrio, ya que predomina la reabsorción sobre la formación.

7 deportes que sientan bien a tu esqueleto

1. Pilates
“Se trata de una actividad física sin riesgo de caídas o golpes, que hace trabajar los músculos y ayuda a compensar el desequilibrio entre reabsorción y formación del tejido óseo”, tal y como apunta la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral.

2. Senderismo al sol
Caminar 30 minutos al día, a paso ligero y en plena naturaleza es muy beneficioso para nuestros huesos. Aprovecha los rayos de sol, porque te reportarán la vitamina D que tu organismo necesita para absorber el calcio.

3. Tenis
Este deporte hace que los huesos retengan y ganen densidad. De hecho, en los jugadores de tenis los huesos del brazo que lleva la raqueta pueden ser un 20% más anchos y contienen un 40% más de mineralización ósea que su otro brazo.

4. Bailar
Cuando los pies tocan el suelo estimulan el depósito de calcio, de esta manera, los ejercicios de impacto (taconeo, claqué, pasos de coreografías, etc.) resultan muy útiles. Bailar implica gran diversidad de movimientos y esfuerzos, lo que fortalece los huesos de brazos y, sobre todo, piernas (tibia, peroné y fémur).

5. Natación
Bajo el agua los movimientos son menos bruscos y lesivos. Al ser de menor impacto, la natación somete a esfuerzo todo el aparato locomotor sin riesgo de fracturas. El aquagym es una modalidad segura y exigente a la vez.

6. Ir en bicicleta
Montando en bici apenas se estimulan los huesos, sí en las subidas porque cargamos nuestro peso. En edades avanzadas es más recomendable usar la bicicleta estática.

7. Levantar pesas
Los ejercicios de fuerza hacen crecer la masa ósea en la columna y la cadera. Con una rutina simple de levantamiento de pesas dos veces por semana, el cuerpo lo nota.

Recuerda tomar suficiente calcio, no sólo con la ingesta habitual de lácteos, sino también con legumbres, pescados de espina, verduras de hoja verde, frutos secos, cereales y frutas, que contienen vitaminas necesarias para la formación de colágeno.

Nuestros hábitos de vida son los mayores responsables de que lleguemos a la madurez con unos huesos fuertes y sanos.