Moviéndote con cautela: Deportes de bajo impacto para problemas respiratorios

Recopilamos una serie de deportes recomendables para las pacientes con enfermedades respiratorias

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

Para las personas con problemas respiratorios, encontrar actividades físicas adecuadas es crucial para mantener la salud y la calidad de vida. Afortunadamente, existen muchos deportes de bajo impacto que son ideales para pacientes con enfermedades respiratorias, proporcionando beneficios para la salud sin causar un estrés excesivo en el sistema respiratorio.

En este artículo, exploramos algunas de las mejores opciones de ejercicio para pacientes con patologías respiratorias y cómo estas actividades pueden mejorar la función pulmonar y el bienestar general.

NATACIÓN: FORTALECIENDO LOS MÚSCULOS RESPIRATORIOS

La natación es una excelente opción para personas con problemas respiratorios. Es un ejercicio de bajo impacto que fortalece los músculos respiratorios y mejora la capacidad pulmonar sin poner demasiada presión sobre las articulaciones. Además, el aire húmedo y cálido en una piscina cubierta puede ayudar a abrir las vías respiratorias y aliviar la congestión pulmonar. La resistencia del agua también ofrece un ambiente ideal para mejorar la resistencia y la fuerza muscular.

Beneficios de la natación para la salud respiratoria

  • Fortalece los músculos respiratorios: Ayuda a mejorar la eficiencia de la respiración.
  • Mejora la capacidad pulmonar: Aumenta la cantidad de aire que los pulmones pueden contener.
  • Ambiente favorable: El aire húmedo puede aliviar los síntomas respiratorios.

CICLISMO: MEJORANDO LA RESISTENCIA CARDIOVASCULAR

El ciclismo es otro deporte de bajo impacto que puede beneficiar a pacientes con enfermedades respiratorias. Ya sea en una bicicleta estática o al aire libre, montar en bicicleta es una forma efectiva de mejorar la resistencia cardiovascular y fortalecer los músculos de las piernas sin ejercer demasiada presión sobre los pulmones. El ciclismo puede ser ajustado en intensidad para adaptarse a las capacidades individuales, haciendo que sea accesible para personas con diferentes niveles de condición física.

Beneficios del ciclismo para la salud respiratoria

  • Mejora la resistencia cardiovascular: Fortalece el corazón y los pulmones.
  • Aumenta la fuerza muscular: Beneficia especialmente a los músculos de las piernas.
  • Bajo impacto: Minimiza el estrés en las articulaciones y el sistema respiratorio.

YOGA: ENFOQUE EN LA RESPIRACIÓN CONSCIENTE

El yoga puede ser muy beneficioso para personas con problemas respiratorios, ya que se enfoca en la respiración consciente y la relajación. Las posturas de yoga ayudan a mejorar la función pulmonar al expandir el pecho y abrir las vías respiratorias. Las técnicas de respiración profunda y controlada, como el pranayama, pueden ayudar a calmar la mente, reducir el estrés y mejorar la eficiencia de la respiración.

Beneficios del Yoga para la salud respiratoria

  • Mejora la función pulmonar: Ayuda a expandir el pecho y abrir las vías respiratorias.
  • Reducción del estrés: Las técnicas de respiración profunda calman la mente y el cuerpo.
  • Aumento de la flexibilidad y la fuerza: Beneficia el bienestar general y la condición física.

CONSIDERACIONES ADICIONALES

Consulta con un profesional de la salud

Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, es fundamental que consultes con tu médico u otro profesional de la salud. Un médico o un fisioterapeuta respiratorio puede ofrecer recomendaciones personalizadas y asegurar que el ejercicio sea seguro y efectivo.

Escucha a tu cuerpo

Es importante que los pacientes con problemas respiratorios escuchen  su cuerpo y ajusten la intensidad del ejercicio según sea necesario. Si experimentan dificultad para respirar, dolor en el pecho o cualquier otro síntoma preocupante, deben detenerse y buscar atención médica.

Mantén la hidratación y la nutrición

Mantenerse bien hidratado y seguir una dieta equilibrada también puede ayudar a mejorar la función pulmonar y la salud general. Los alimentos ricos en antioxidantes y antiinflamatorios, como frutas y verduras, pueden ser especialmente beneficiosos.

Los deportes de bajo impacto son una excelente opción para pacientes con problemas respiratorios, ya que proporcionan beneficios para la salud sin causar un estrés excesivo en el sistema respiratorio. Al elegir actividades físicas adecuadas de la mano de un especialista,  y practicarlas de manera regular, los pacientes con condiciones respiratorias pueden mejorar su salud y bienestar general. Mantenerse activo no solo es posible sino altamente beneficioso, también en pacientes con problemas respiratorios.

Previene la osteoporosis con estos hábitos de vida

La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que no muestra síntomas, pero que puede prevenirse adoptando hábitos de vida saludables y realizando ejercicio

La osteoporosis es una enfermedad que debilita los huesos de quienes la padecen, aumentando las probabilidades de que se fracturen. Prácticamente cualquier hueso puede romperse, pero lo más común es que las fracturas ocurran en la cadera, en las vértebras de la columna o en las muñecas.

En muchas ocasiones, el primer signo de esta enfermedad es directamente la rotura de uno de estos huesos, pues se trata de una afección ‘silenciosa’ que no suele causar síntomas. Sin embargo, la buena noticia es que la osteoporosis se puede prevenir y cuidar, adoptando tan solo unos cambios en el estilo de vida.

HACER EJERCICIO

Debido a que esta patología provoca que los huesos pierdan densidad, que es la cantidad de tejido óseo que está en el hueso, practicar ejercicio es fundamental para prevenirla, como recomiendan desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Es importante que este se vuelva esencial en la vida de las personas, lo que facilita mantener los huesos fuertes y reducir el riesgo de fracturas a medida que se envejece. Y si se tienen 50 años o más, si no se ha estado activo durante un tiempo o si se padece diabetes, enfermedad cardiaca, enfermedad pulmonar o cualquier otro problema de salud, es importante acudir al médico.

Si se pretende aumentar la densidad ósea, el ejercicio debe hacer que los músculos ejerzan tensión sobre los huesos. Para ello, los ejercicios de soporte de peso son los indicados: caminatas rápidas, trote, jugar al tenis o entrenamiento cuidadoso con pesas. Gracias a estos ejercicios se puede aumentar la densidad ósea de los más jóvenes, y se preserva en mujeres cercanas a la menopausia.

Además, aunque no ayudan a la densidad ósea como tal, ejercicios de bajo impacto como el yoga o el taichí están recomendados para mejorar el equilibrio y disminuir el riesgo de caídas. En resumen, según indica el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel del sistema de salud de Estados Unidos, el ejercicio a cualquier edad ofrece infinidad de beneficios para los huesos, entre los que destacan:

  • Formación de huesos fuertes en niños.
  • Fortalecimiento de músculos y huesos a cualquier edad.
  • Prevención de pérdida de hueso en adultos.
  • Hacer que los huesos sean más densos.
  • Mejora del equilibrio y la coordinación.
  • Prevención de caídas y fracturas.

OTROS CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA

Los hábitos de vida son un factor determinante en el desarrollo de la osteoporosis. Por ello, hay que descartar del día a día el tabaco y reducir la cantidad de alcohol que se consume. En este sentido, el alcohol en exceso puede llegar a dañar los huesos y aumentar el riesgo de caerse. A su vez, la dieta es clave: si no se recibe suficiente calcio o el cuerpo no absorbe el suficiente de los alimentos que consume, podría ocurrir que no se produzca suficiente hueso nuevo.

¿CÓMO PREVENIR NUEVAS FRACTURAS?

El riesgo de fractura es mayor cuando ya ha habido una previa, especialmente dentro del primer o segundo año después del suceso. Reducir el riesgo de una nueva es posible, siempre que se tomen medidas rápido, de acuerdo con el NIH. Evitar caerse o adherirse a los medicamentos pautados por un profesional son algunas de las recomendaciones extra en estos casos.

En resumen, para prevenir o cuidar la osteoporosis, es importante:

  • No exponerse demasiado a la luz del sol.
  • Ingerir alimentos que aportan vitamina D.
  • Seguir una nutrición idónea para la salud ósea.
  • Realizar ejercicio físico de forma regular.
  • Potenciar posturas y un equilibrio adecuados.
  • Adecuar el medio para evitar caídas.
  • Evitar fármacos que puedan aumentar el riesgo de caídas.
  • Evitar el tabaco y el exceso de alcohol.
  • Acudir al médico si se ha sufrido una fractura tras una caída banal.

Desafiando al insomnio: estrategias para recuperar un sueño reparador

Exploramos la intrigante relación entre la microbiota intestinal y el sueño

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

¿Sabías que tu sueño pueden estar vinculado a un universo microscópico dentro de ti? La intrigante relación entre la microbiota intestinal y el sueño ha dejado a la ciencia boquiabierta. En este artículo, exploramos cómo estos pequeños habitantes de tu intestino desempeñan un papel esencial en la regulación del sueño.

¿EN QUÉ CONSISTE ESTA CONEXIÓN

La respuesta podría estar en el equilibrio de la microbiota. La microbiota intestinal, compuesta por trillones de microorganismos, juega un papel crucial en la salud general, incluyendo la calidad del sueño. Estos microorganismos influyen en la producción de neurotransmisores como la serotonina y hormona como la melatonina, que regulan el ciclo del sueño y la vigilia.

OPTIMIZA TU SUEÑO NUTRIENDO TU MICROBIOTA

La salud de tu microbiota intestinal puede influir significativamente en la calidad de tu sueño.

Aquí hay algunos consejos para alimentar y cuidar tus microorganismos y mejorar tus noches de descanso:

1. Fibra, amiga de la microbiota

Incluye alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, almidón resistente, legumbres, etc. La fibra actúa como alimento para las bacterias beneficiosas en tu intestino, promoviendo un equilibrio saludable.

2. Alimentos fermentados

Incorpora alimentos fermentados como yogur, kéfir, chucrut, kimchi y Kombucha, etc. Estos contienen bacterias beneficiosas que pueden mejorar la diversidad y salud de tu microbiota.

3. Prebióticos

Consume alimentos ricos en prebióticos, como ajo, cebolla, plátanos verdes, alcachofas. Etc. Estos compuestos alimentan directamente a las bacterias beneficiosas, fomentando su crecimiento.

4. Evita azúcares y productos procesados

Evita el consumo de productos con azúcares añadidos  y procesados, ya que alteran el equilibrio de la microbiota. Opta por opciones frescas y naturales.

5. Infusiones de hierbas relajantes

Toma infusiones de hierbas como manzanilla, hierba Luisa y valeriana antes de dormir. Además de ser relajantes, algunas hierbas tienen propiedades que pueden beneficiar la microbiota.

6. Horarios regulares de comida

Establece horarios regulares para tus comidas. Esto ayuda a mantener un ritmo circadiano saludable, lo que puede impactar positivamente en tu sueño.

7. Limita la cafeína y el alcohol

Reduce el consumo de cafeína y alcohol, especialmente en las horas previas al sueño. Estas sustancias pueden interferir con la calidad del descanso y afectar la microbiota.

8-Exposción a la luz solar al amanecer y al atardecer.

LA CIENCIA DETRÁS DE LA MICROBIOTA Y EL SUEÑO

La importancia de la Serotonina

La microbiota intestinal es responsable de la producción de hasta el 90% de la serotonina, un neurotransmisor asociado con la felicidad y el bienestar, y precursor de la melatonina, la hormona que controla el ciclo de sueño y vigilia. Además, generan GABA, una sustancia que tiene un efecto relajante al inhibir el estrés.

Comunicación entre el Intestino y el Cerebro

En el lenguaje que permite a la microbiota comunicarse con el intestino y el cerebro, la serotonina es una pieza clave. Diferentes estudios han demostrado que las personas que sufren de insomnio y depresión a menudo no tienen el equilibrio adecuado en su microbiota intestinal, o sus microorganismos no se encuentran equilibrados correctamente.

Estrategias para mejorar el Sueño

Es interesante observar la mejoría clara en los pacientes cuando se aborda el trastorno del sueño desde la perspectiva de la microbiota. Al tratar la causa subyacente del desequilibrio microbiano, muchos pacientes experimentan una mejora significativa en la calidad del sueño y en su salud general.

En conclusión, al optimizar tu microbiota intestinal a través de una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable, puedes mejorar significativamente la calidad de tu sueño y tu bienestar general. Recuerda que cada cuerpo es único y es importante escuchar a tu propio organismo para encontrar las mejores estrategias que funcionen para ti de la mano de tu médico.

Claves para retomar con éxito el entrenamiento a la vuelta de vacaciones

Sigue estos 7 consejos para incorporar de nuevo la práctica de ejercicio en tu rutina sin fracasar en el intento

Volver a hacer ejercicio después de las vacaciones de verano es un reto más complicado de lo que podemos llegar a imaginar. Tras los meses estivales en los que la mayoría cesa o reduce el tiempo de práctica deportiva, retomar el entrenamiento a la vuelta de vacaciones es cuestión de reforzar la voluntad. La pérdida del hábito, la pereza y el regreso a la rutina empañan ese objetivo. Y, quienes se animan a volver con fuerza en septiembre, a veces acaban fracasando con el paso de las semanas. Para evitar que este año seas una de esas bajas, desde Oximesa te damos las claves para retomar con éxito el entrenamiento después del verano:

COMIENZA DE FORMA PROGRESIVA

Si has mantenido el entrenamiento durante los meses de verano y los días de vacaciones, probablemente te cueste menos coger ritmo. Pero si debes empezar de cero, recuerda empezar poco a poco para que las capacidades de tu cuerpo vayan adaptándose. Ve de menos a más, exigiéndote ejercicios adecuados a tu forma física actual e incrementando objetivos y tiempos progresivamente.

ESCOGE UN DEPORTE O EJERCICIO QUE TE GUSTE

Esta decisión será fundamental para mantener la motivación y la probabilidad de adherencia a largo plazo. Disfrutar de la actividad física transforma la percepción del ejercicio de una ‘obligación’ a una experiencia placentera, con sus consiguientes beneficios para reducir el estrés y mejorar la salud mental. Eso sí, intenta encontrar el balance semanal entre el ejercicio de fuerza y el cardio para asegurar un mayor bienestar para tu organismo. Para ello, puedes combinar diferentes disciplinas, algo que te ayudará a no saturarte antes de tiempo.

MARCA TIEMPOS Y OBJETIVOS REALIZABLES

No podemos pretender regresar de vacaciones y recuperar en un sólo entrenamiento las capacidades físicas que hemos abandonado durante el verano. De hecho, esto sólo puede favorecer el riesgo de lesión y otros problemas de salud. Por ello, los expertos recomiendan establecer metas realizables en un tiempo lógico y razonable. De esta manera, integramos el ejercicio de nuevo en la rutina sin caer en el agotamiento, que en todo caso dinamitaría la motivación al crear experiencias negativas.

ENTRENA EN COMPAÑÍA

Practicar deporte con una red que comparta tus mismos objetivos es una forma menos monótona de retomar la actividad. Entrenar en compañía de amigos contribuye al sentimiento de responsabilidad y de compromiso con la rutina deportiva. Esto es algo que favorece la adherencia a largo plazo y que ayuda a aumentar la capacidad de superación. ¡Recuerda que podéis marcar objetivos en grupo para hacer la vuelta más fácil! Además, hacer ejercicio con compañeros no sólo será más divertido, sino que te permitirá sociabilizar en el día a día y descargar estrés.

CALIENTA Y ESTIRA ADECUADAMENTE

Calentar antes del entrenamiento y estirar después del mismo son dos pasos ineludibles para minimizar el riesgo de lesión. De esta manera aumentarás la flexibilidad de tus músculos y articulaciones preparándolos para el ejercicio y mejorarás su flujo sanguíneo. Reducir la rigidez del esqueleto ayudará también a disminuir el dolor post-entrenamiento, facilitando una recuperación más rápida. En este punto cabe recordar la importancia de respetar los tiempos de descanso entre sesiones. Así evitarás sentirte agotado y favorecerás una experiencia de ejercicio más agradable y sostenible.

HIDRÁTATE

Hidratarse antes, durante y después de ejercitarse es crucial para mantener el equilibrio de fluidos en el cuerpo. Así puedes prevenir la deshidratación, responsable de la fatiga, pero también los calambres y la disminución del rendimiento. La ingesta hídrica recomendada ayuda a regular la temperatura corporal, facilita el transporte de nutrientes y oxígeno a los músculos y mejora la recuperación al eliminar toxinas y reducir el dolor muscular.

SIGUE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Con una pauta de alimentación variada y equilibrada puedes obtener los nutrientes necesarios para asegurar un correcto rendimiento físico. Con el aporte de vitaminas, minerales, proteínas y carbohidratos permites a tu organismo reponer la energía suficiente para los entrenamientos. Y, al mismo tiempo, tus tejidos musculares se reparan y fortalecen.

Si tu objetivo es perder peso, aléjate de las dietas milagro, ya que son responsables del efecto rebote y  de otros riesgos para la salud. En cambio, con una alimentación saludable podrás mantenerte en forma y obtener beneficios para todo tu organismo. Recuerda que una nutrición correcta es uno de los pilares de la vida saludable que, sin duda, te ayudará a sentirte mejor y a cuidar tu rutina como parte imprescindible del autocuidado.

Postura que respira: La importancia de una correcta posición para la respiración

La postura adecuada juega un papel fundamental en la capacidad del cuerpo para respirar de manera eficiente.

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

La postura adecuada juega un papel fundamental en la capacidad del cuerpo para respirar de manera eficiente. Una postura incorrecta puede comprometer el funcionamiento de los músculos respiratorios y dificultar la respiración profunda y completa.

Aquí te mostramos cómo una buena postura puede mejorar tu salud respiratoria y algunos ejercicios que pueden ayudarte a mantenerla.

La relación entre postura y respiración. ¿Por qué es importante una buena postura?

Una postura adecuada para la respiración implica mantener la columna vertebral recta y los hombros relajados. Esto permite que los pulmones se expandan completamente y que el diafragma se mueva libremente hacia abajo durante la inhalación. Una postura encorvada o colapsada puede comprimir los pulmones y dificultar la capacidad del cuerpo para respirar profundamente.

Beneficios de una postura correcta

Expansión pulmonar completa: Mantener una columna vertebral recta permite una mayor expansión de los pulmones, facilitando una inhalación completa y eficiente.

Movimiento libre del diafragma: Una buena postura permite que el diafragma se mueva hacia abajo sin restricciones, mejorando la ventilación pulmonar.

Apertura de las vías respiratorias: Una postura adecuada ayuda a abrir las vías respiratorias, facilitando el flujo de aire hacia y desde los pulmones y previniendo la congestión pulmonar.

Mejor oxigenación: Con una respiración más eficiente, se mejora la oxigenación de los tejidos del cuerpo, contribuyendo a una mejor salud general.

Consejos para mantener una buena postura

Durante el día

De pie: Mantén los pies separados al ancho de los hombros, las rodillas ligeramente flexionadas y los hombros relajados hacia atrás.

Sentado: Siéntate con la espalda recta, los pies apoyados en el suelo y los hombros relajados. Usa una silla con buen soporte lumbar.

Acostado: Al dormir, usa una almohada que mantenga tu cuello alineado con la columna vertebral y evita dormir boca abajo, ya que puede forzar el cuello y la espalda.

Ejercicios para mejorar la postura

Estiramientos de pecho: Coloca los brazos en un marco de puerta y da un paso hacia adelante para estirar los músculos del pecho y los hombros.

Fortalecimiento del núcleo: Realiza ejercicios como planchas y abdominales para fortalecer los músculos del tronco y la espalda.

Yoga y pilates: Estas prácticas ayudan a mejorar la postura, la flexibilidad y la fuerza muscular.

En Resumen

Mantener una postura adecuada es esencial para respirar de manera eficiente y una salud pulmonar óptima. Al adoptar una postura correcta y practicar buenos hábitos posturales, puedes mejorar tu capacidad para respirar profundamente y mantener una función pulmonar óptima. Ser consciente de tu postura durante todo el día y realizar ejercicios específicos puede tener un impacto significativo en tu salud respiratoria y general.

Ejercicios de respiración para pacientes con enfermedades respiratorias crónicas

Para las personas que viven con enfermedades respiratorias crónicas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma o la fibrosis pulmonar, los ejercicios de respiración pueden desempeñar un papel importante en el manejo de los síntomas y la mejora de la calidad de vida. Aquí te presentamos algunos de los ejercicios de respiración más efectivos y cómo pueden ayudarte.

1-Respiración diafragmática. ¿Qué es la respiración diafragmática?

También conocida como respiración abdominal, este ejercicio implica inhalar profundamente a través de la nariz, permitiendo que el diafragma se contraiga y se mueva hacia abajo, lo que hace que los pulmones se llenen completamente de aire. Luego, exhala lentamente por la boca, permitiendo que el abdomen se contraiga.

Beneficios

  • Fortalecimiento de los músculos respiratorios: Mejora la capacidad pulmonar al fortalecer el diafragma.
  • Reducción de la tensión respiratoria: Facilita una respiración más relajada y eficiente.

¿Cómo Practicarlo?

Siéntate o acuéstate en una posición cómoda.

Coloca una mano en tu pecho y la otra en tu abdomen.

Inhala profundamente por la nariz, sintiendo cómo se eleva tu abdomen.

Exhala lentamente por la boca, permitiendo que tu abdomen se contraiga.

Repite de 5 a 10 veces.

2-Técnica de respiración de labios fruncidos. ¿Qué es la respiración de labios fruncidos?

Este ejercicio implica exhalar lentamente a través de los labios fruncidos, como si estuvieras soplando una vela.

Beneficios

  • Control de la exhalación: Ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas por más tiempo.
  • Mejora de la capacidad pulmonar: Útil para personas con enfermedades obstructivas, como la EPOC.

¿Cómo Practicarlo?

Inhala profundamente por la nariz.

Exhala lentamente a través de los labios fruncidos, como si estuvieras soplando una vela.

Repite de 5 a 10 veces.

3-Respiración Profunda

Beneficios

  • Mejora de la Capacidad Pulmonar: Ayuda a llenar completamente los pulmones de aire.
  • Reducción de la Sensación de Falta de Aire: Alivia los síntomas respiratorios.

¿Cómo practicarlo?

Inhala profundamente por la nariz, llenando completamente los pulmones de aire.

Exhala completamente por la boca, liberando todo el aire de los pulmones.

Repite de 5 a 10 veces.

Conclusión

Es importante trabajar con un fisioterapeuta o un profesional de la salud capacitado para aprender y practicar estos ejercicios de respiración de manera segura y efectiva. Además, la consistencia es clave; practicar estos ejercicios regularmente puede proporcionar el máximo beneficio. Incorporar estos ejercicios de respiración en tu rutina diaria puede mejorar significativamente la capacidad pulmonar y calidad de vida, especialmente si vives con una enfermedad respiratoria crónica.

Mantén una postura adecuada y realiza ejercicios de respiración para promover una mejor salud pulmonar. ¡Respira mejor y vive mejor!

Alimentos con antioxidantes que protegen tu cuerpo en verano

Los antioxidantes previenen el estrés oxidativo de las células, proceso propiciado en verano por la radiación solar y el estrés térmico

Las altas temperaturas típicas del verano hacen que tengamos que consumir más agua en estas fechas. El calor y el sudor provocan un aumento de la pérdida de líquidos del organismo, así que es necesario reponerlos para garantizar su correcto funcionamiento. No todo el aporte de agua proviene de la ingesta hídrica, ya que también hay un conjunto de alimentos ricos en antioxidantes que hidratan el cuerpo desde el interior.

Los antioxidantes son las sustancias encargadas de bloquear la acción de los radicales libres, moléculas nocivas que causan estrés oxidativo en las células. Estas son, precisamente, las responsables de crear las moléculas inestables, originadas, entre otras causas, por la exposición a factores ambientales como la radiación solar o el estrés térmico. Y, en verano, dado que el índice de radiación solar es mayor, el riesgo de estrés oxidativo también lo es.

Para prevenirlo, además del aporte diario de agua adecuado, hay que priorizar el consumo de alimentos ricos en antioxidantes. Estas sustancias funcionan donando electrones a los radicales libres para estabilizarlos y prevenir el daño en las células. Así pues, para proteger la salud celular, te dejamos una lista de alimentos con un alto contenido de antioxidantes.

MEJORES ALIMENTOS CON ANTIOXIDANTES EN VERANO

Los antioxidantes son fundamentalmente vitaminas, las cuales se encuentran en los alimentos de origen vegetal. Y, entre ellos, destacan las frutas, por lo general compuestas por agua en un 90%:

  • Sandía: es la fruta estrella del verano y no sólo por su sabor refrescante sino por su alto contenido de agua (95%). Además, es rica en licopeno, un antioxidante que protege la piel del daño solar y contribuye a la salud cardiovascular.
  • Frutos rojos: como las fresas, moras, arándanos y frambuesas. Se trata de frutas bajas en calorías, pero también ricas en fibra y fuente de vitamina C y antocianinas. Estas últimas son antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y a mejorar la función cerebral.
  • Melón: al igual que la sandía, el agua ronda el 90% de su peso. Y contiene betacaroteno, antioxidante que el cuerpo transforma en vitamina A para contribuir a la salud cutánea y ocular.
  • Cítricos: aquí se incluyen las naranjas, los limones, los pomelos o las limas. Estas son grandes fuentes de vitamina C, ideal para el cuidado de las células de la piel, los huesos y el tejido conectivo.
  • Kiwis: aportan más vitamina C, necesaria también para el correcto desarrollo del cuerpo y reparación de los tejidos.

Además de las frutas, las verduras son otros alimentos que contienen poderosos antioxidantes:

  • Espinacas: son ricas en las vitaminas K, A, C y ácido fólico, fundamentales para la oxigenación sanguínea, la formación de glóbulos rojos, para la salud de los ojos y el mantenimiento de los tejidos.
  • Pepino: al estar conformado por agua en un 95%, es fuente de muchos antioxidantes. Destaca la vitamina K, que previene la muerte celular, y antioxidantes como los flavonoides, que ayudan a combatir el daño en las células.
  • Pimientos rojos y verdes: ambas variedades presentan vitamina C y vitamina A. Esta última contribuye a fortalecer los sistemas inmune y reproductivo, favorece el crecimiento y la visión normal.
  • Brócoli y coles de Bruselas: también presentan un alto contenido de vitamina C.
  • Tomate: contiene vitamina A en forma de carotenos, nutriente encargado de producir melanina para proteger a la piel del daño solar.

Los productos de origen animal también disponen de antioxidantes, aunque en menor proporción. Destacan:

  • Lácteos.
  • Huevos: son ricos en las vitaminas de los grupos A, E y B. La vitamina E propicia el adecuado funcionamiento del sistema inmune, participa en la formación de glóbulos rojos y ayuda en la utilización de la vitamina K. Por otro lado, la vitamina B contribuye al metabolismo energético normal y al cuidado del sistema nervioso.
  • Salmón salvaje: ofrece vitaminas A, B y D. Esta última colabora en la absorción del calcio, imprescindible para la salud ósea.
  • Carne de res: este tipo de carne aporta principalmente vitaminas del grupo B. Ayudan en la producción de material genético. Asimismo, mantienen el adecuado funcionamiento del sistema nervioso.

Por último, no hay que olvidar los frutos secos y el aceite de oliva virgen extra, este grupo de alimentos no sólo es interesante por su composición de omega 3. También son fuente de vitamina E, que ayuda a las células cutáneas a retener humedad. Además, este antioxidante tiene propiedades antiinflamatorias.

Vacaciones sin pausas respiratorias: Planificación para pacientes con enfermedades respiratorias

Estos son los consejos para planificar el verano de los pacientes con enfermedades respiratorias

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

Planificar unas vacaciones de verano puede ser emocionante, pero para los pacientes con enfermedades respiratorias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma o la fibrosis pulmonar, puede presentar desafíos adicionales. Asegurarse de que se pueda mantener una terapia respiratoria adecuada durante el viaje es esencial para disfrutar de unas vacaciones seguras y placenteras.

Este artículo ofrece una guía práctica y basada en evidencia para ayudar a los pacientes y sus cuidadores a planificar unas vacaciones sin pausas respiratorias.

a) Planificación previa al viaje

1. Consulta con tu Médico

Antes de planificar tu viaje, es crucial que hables con tu médico o especialista en enfermedades respiratorias. Ellos pueden proporcionarte una evaluación de tu estado de salud y ofrecer recomendaciones específicas para tu viaje. Asegúrate de discutir:

La idoneidad del destino: Consulta sobre posibles problemas relacionados con la altitud, la calidad del aire y el clima del destino.

Medicación y terapias: Solicita recetas adicionales y asegúrate de tener suficiente medicación para la duración del viaje.

2. Preparación de los suministros médicos

Asegúrate de llevar contigo todos los suministros médicos necesarios, incluyendo:

Medicación: Lleva suficiente medicación para todo el viaje, más un extra por si acaso.

Dispositivos respiratorios: Incluye inhaladores, nebulizadores, y dispositivos CPAP o BiPAP si los usas.

Oxígeno suplementario: Si necesitas oxígeno suplementario, asegúrate de organizar su suministro con antelación. Contacta a las aerolíneas y proveedores locales para coordinar el suministro de oxígeno.

3. Durante el viaje

Transporte

Viaje en Avión

Consulta con la Aerolínea: Informa a la aerolínea sobre tu condición médica y necesidades especiales. Algunas aerolíneas pueden requerir documentación adicional o coordinación previa para proporcionar oxígeno a bordo.

Presión de cabina: Si utilizas oxígeno suplementario, verifica si la aerolínea puede proporcionarlo o si necesitas llevar tu propio concentrador de oxígeno portátil aprobado.

Viaje en coche

Paradas frecuentes: Planifica paradas regulares para moverte y respirar aire fresco.

Suministros a mano: Mantén todos tus suministros médicos fácilmente accesibles.

4. Estancia en el destino

Alojamiento

Verifica las instalaciones: Asegúrate de que el lugar donde te alojarás tiene un ambiente libre de humo, buena ventilación y no presenta barreras para el acceso a suministros médicos.

Refrigeración de medicamentos: Si necesitas mantener tus medicamentos refrigerados, verifica que haya un refrigerador disponible.

5. Actividades

Evita actividades exigentes: Selecciona actividades que no requieran un esfuerzo físico excesivo.

Cuidado con la altitud: La altitud elevada puede afectar la respiración, por lo que es recomendable evitar destinos de gran altitud si tienes problemas respiratorios graves.

b) Consejos para una buena salud respiratoria durante el viaje

1. Mantén una buena hidratación

    Beber suficiente agua ayuda a mantener las mucosas hidratadas y puede mejorar la función pulmonar.

    2. Evita exposiciones a irritantes

    Humo del tabaco: Mantente alejado de áreas donde se permite fumar.

    Contaminantes del aire: Evita salir en días con altos niveles de contaminación.

    3. Realiza ejercicios de respiración

    Practica ejercicios de respiración diafragmática y técnicas de respiración de labios fruncidos para mantener la eficiencia respiratoria.

    4. Seguimiento de la salud

    Lleva un registro de tus síntomas y mediciones de función pulmonar, si es posible, para detectar cualquier cambio en tu condición de manera temprana.

    c) Recursos y ayuda adicional

    Aplicaciones y dispositivos móviles

    Utiliza aplicaciones de salud para hacer un seguimiento de tu medicación, recordatorios y ejercicios de respiración.

    Organizaciones de apoyo

    Conclusión

    Planificar adecuadamente unas vacaciones puede permitir a los pacientes con enfermedades respiratorias disfrutar de un viaje seguro y placentero. Consultar con el médico, preparar todos los suministros necesarios y tomar precauciones específicas durante el viaje son pasos cruciales para evitar interrupciones en la terapia respiratoria. Con la preparación adecuada, es posible disfrutar de unas vacaciones sin pausas respiratorias y mantener una buena salud pulmonar mientras se exploran nuevos destinos.

    Autocuidado: ¿qué hábitos son imprescindibles cuidar para lograr el bienestar?

    Diferentes hábitos de autocuidado ayudan a mejorar la calidad de vida y previenen el desarrollo de algunas enfermedades

    Desenvolverse en el día a día siguiendo un estilo de vida saludable es una pieza clave en el control del bienestar físico, mental y social. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el autocuidado como “la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer frente a patologías y discapacidades con o sin el apoyo de un profesional de la salud”. Y para ello es preciso seguir unos hábitos saludables que puedan mejorar nuestra calidad de vida. Son los siguientes:

    • Alimentación variada y equilibrada: para garantizarle los nutrientes necesarios al organismo, la OMS recomienda reducir el consumo de la sal, grasas trans y aceites, limitar el consumo del azúcar, priorizando el azúcar de las frutas y verduras. Todo ello planificando un menú con alimentos variados y saludables y sin olvidar la importancia del consumo de agua diario recomendado.
    • Actividad física: más que deporte, la OMS habla de actividad física y ejercicio. La actividad física corresponde a cualquier movimiento corporal de los músculos que implica el consumo de energía en nuestro día a día. Por su parte, el ejercicio es toda actividad de movimiento planeada y repetida que tiene una preparación física detrás. La recomendación pasa por realizar, al menos, 150 minutos a la semana de actividad física moderada o 75 minutos semanales de alta intensidad. Además, recuerda la importancia del entrenamiento de fuerza para fortalecer nuestra estructura. En cualquier caso, la actividad física evita el sedentarismo y ayuda a mejorar la salud cardiovascular, así como previene la aparición de enfermedades evitables, como la obesidad o la diabetes tipo 2.
    • Evitar las adicciones: el alcohol (3 millones de muertes al año) y el tabaco (8 millones de muertes anuales) son las sustancias adictivas que presentan mayor letalidad a nivel global. Además de la mortalidad asociada, estos hábitos son culpables de cientos de trastornos y enfermedades perjudiciales para la salud, como las cardiovasculares, las hepatopatías o el cáncer. Por ello, la OMS insta a evitar el tabaquismo, el consumo de alcohol y otras sustancias estupefacientes
    • Descanso de calidad: el sueño es el mecanismo del organismo para regenerarse cada día. Para asegurar una reparación completa, los consejos son mantener un horario regulado, dormir entre 7 y 8 horas en la etapa adulta y buscar ambientes tranquilos para garantizar la calidad del descanso. Además, las siestas están desaconsejadas si se presenta dificultad para dormir por las noches. También hay que evitar las pantallas y el uso de los dispositivos antes del descanso nocturno.
    • Cuidado de la salud mental: es un pilar básico del autocuidado, pero a menudo desatendido por la falta de tiempo o de recursos. Para preservar un buen estado emocional, lo óptimo es escucharse y compartir los pensamientos y sentimientos con otras personas. Además hay que detectar las emociones que producen malestar, buscar apoyo cuando sea necesario y disfrutar del ocio y del tiempo libre. También ayuda la práctica de técnicas de relajación y respiración, como la meditación.
    • Actividad e integración social: está estrechamente ligado al punto anterior, ya que las relaciones interpersonales son sostén de la salud emocional. Los vínculos afectivos seguros nos ayudan a mantener el contacto con los demás, a sentirnos acompañados, a desconectar y externalizar nuestras emociones. Cuidar las relaciones con los familiares, amigos y seres queridos es vital para mantener la mente en equilibrio.

    Glaucoma: qué es, cuáles son sus síntomas y cómo prevenir su aparición

    Las revisiones periódicas con el oftalmólogo son fundamentales para detectar la enfermedad y evitar la ceguera progresiva

    No hay parte del cuerpo humano que no esté exenta de sufrir algún problema. La vista también es susceptible de ello, con enfermedades como, por ejemplo, el glaucoma. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, junto a la miopía, la hipermetropía, las cataratas y otras afecciones, el glaucoma es una de las patologías que afectan a más de mil millones de personas en todo el mundo y que “no reciben la atención que necesitan”. De hecho, el glaucoma es ya la segunda causa de ceguera irreversible, solo por detrás de la diabetes. Hoy explicamos en qué consiste esta enfermedad, cuáles son sus síntomas y la forma de prevenir su aparición.

    ¿QUÉ ES EL GLAUCOMA?

    El glaucoma es una enfermedad ocular de carácter crónico provocada por el daño al nervio óptico del ojo. Precisamente, este nervio es el encargado de transmitir la información que capta el ojo hasta el cerebro para generar la imagen. Generalmente, el glaucoma está causado por una hipertensión ocular, patología que afecta al drenaje del humor acuoso y que ocasiona una mayor presión en el nervio óptico por la acumulación de líquido.

    Existen tres tipos principales de glaucoma:

    • Glaucoma de ángulo abierto: se desarrolla de forma gradual por un mal drenaje del humor acuoso en el ojo que perjudica a la presión intraocular.
    • Glaucoma de ángulo cerrado: ocasionado cuando es el iris el que bloquea el sistema de drenaje del ojo. El daño es mucho más rápido que en el tipo de glaucoma anterior, ya que el líquido no sale de la zona del iris y la córnea y puede generar visión borrosa o halos alrededor de las luces.
    • Glaucoma pigmentario: es menos frecuente, pero ocurre cuando el pigmento del iris se desprende y genera una mayor presión en el ojo.

    SÍNTOMAS DEL GLAUCOMA

    No presenta síntomas hasta que el cuadro es avanzado. En pacientes con glaucoma de ángulo cerrado, un ataque podría dejar síntomas iniciales como la visión borrosa, dolor de cabeza, halos de luz o molestias en el ojo. En cualquier caso, la pérdida de visión se asocia al glaucoma, un daño irreversible para la salud ocular.

    También existen unos factores de riesgo que pueden conducir a desarrollar glaucoma. Entre ellos, la genética, la hipertensión ocular, la miopía o hipermetropía, presentar lesiones en el ojo, haber tenido un consumo prolongado de esteroides o padecer otros problemas de salud como la diabetes, la presión alta y las migrañas. La edad también juega un papel importante, pues se estima que las personas con más de 40 años tienen una mayor predisposición a desarrollar glaucoma. Asimismo, una de cada ocho personas con 80 años o más lo presentan.

    PREVENCIÓN DEL GLAUCOMA

    Cabe recordar que la ceguera ocasionada por esta patología es irreversible, por lo que el diagnóstico temprano se hace fundamental para evitar el avance de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente. De los factores de riesgo anteriormente mencionados, el único modificable es la presión intraocular alta, con el fin de detener el daño al nervio óptico. Para ello, pueden utilizarse fármacos (colirios), tratamiento láser y técnicas quirúrgicas en los casos más complejos.

    Los hábitos de vida saludable (alimentación sana, buen descanso, actividad física y control del estrés) también colaborarán con la salud ocular y del organismo en general, al prevenir la aparición de enfermedades evitables, como la diabetes tipo 2. Además, las revisiones periódicas con el oftalmólogo son clave para diagnosticar cuanto antes este y otros posibles problemas en el ojo.

    Lipedema: causas y tratamiento para una enfermedad aún muy desconocida

    La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció al lipedema como enfermedad en 2018

    La ciencia todavía tiene que dar respuesta a muchos problemas de salud, entre ellos, el lipedema. Se trata de una enfermedad crónica, infradiagnosticada, casi exclusivamente femenina y que aún no cuenta con ninguna cura. De hecho, sus causas tampoco se conocen con demasiada exactitud, algo que retrasa los diagnósticos y la respuesta con tratamientos, ya que sus síntomas se confunden con los que demuestran otras enfermedades. Por ejemplo, el sobrepeso, la obesidad o el linfedema, entre otros.

    La OMS reconoció al lipedema como enfermedad hace tan sólo seis años, en 2018, y se estima que afecta a aproximadamente el 10% de las mujeres. Afecta el tejido adiposo que acumula células de grasa (adipocitos) generalmente en las piernas, muslos, cadera y brazos. La inflamación y proliferación de los adipocitos provoca dolor, así como complicaciones linfáticas y/o vasculares.

    CAUSAS DEL LIPEDEMA

    El lipedema es una enfermedad multifactorial y, como tal, responde a distintos síntomas: dolor de las zonas afectadas, ya sea en reposo o al tocarlas, fuerte sensibilidad al tacto, hinchazón o quemazón por la inflamación de los tejidos, desproporción de volumen entre las extremidades afectadas y el tronco, acumulación de grasa y aparición de nódulos y celulitis, fácil aparición de varices o arañas vasculares; y poca o nula disminución de la grasa corporal a pesar de cumplir una dieta y ejercicio físico.

    Las causas del lipedema aún no son del todo conocidas y aún quedan por realizar muchas investigaciones para acercarse a más conclusiones, pero algunos estudios identifican los siguientes factores:

    • Hormonal: se ha comprobado cómo los desajustes hormonales empeoran los cuadros de lipedema. De hecho, suele manifestarse en momentos de cambios, como puede ser la pubertad, el embarazo o la menopausia.
    • Genético: los recientes estudios demuestran que cerca del 95% de las pacientes tienen predecesoras con síntomas o diagnóstico de lipedema.
    • Autoinmune: el lipedema se describe como una enfermedad autoinmune que podría estar relacionada con la alteración de la permeabilidad intestinal.

    En cualquier caso, existen diferentes grados o etapas de lipedema (I, II y III) en función de la escala de su desarrollo y las zonas afectadas. Sin embargo, no existe una correlación entre ellas. Lo que sí se sabe es que las pacientes con esta enfermedad tienen mayor probabilidad de desarrollar otras afecciones. Algunas de ellas como la obesidad, la fibromialgia, los ovarios poliquísticos, alteraciones de la tiroides y psoriasis.

    TRATAMIENTO DEL LIPEDEMA

    Al ser considerada una enfermedad multifactorial, el lipedema requiere de un abordaje multidisciplinar. Sin embargo, cabe recordar que es un problema de salud crónico y que no cuenta con ninguna cura, sino con tratamientos que ayudan a mejorar la calidad de vida de la paciente y a controlar el avance de la enfermedad:

    • Intervención quirúrgica: es una de las opciones más recurridas, pues ofrece resultados visibles y de forma más inmediata. Consiste en someterse a una cirugía para retirar el tejido graso inflamado y devolver a la paciente a una fase más inicial. Se realiza a través de técnicas de liposucción específicas para el lipedema.
    • Tratamientos no quirúrgicos: tienen por objetivo disminuir los síntomas y la inflamación de la paciente a través de inyecciones de medicamentos. Esta vía aporta un abordaje más metabólico para el control de la enfermedad.
    • Tratamiento conservador: corresponde a todas las técnicas a las que la paciente puede recurrir en su día a día. Incluye una nutrición adecuada y antiinflamatoria, actividad física, el uso de medias de compresión, trabajo de terapia manual para el drenaje linfático y el uso de protocolos con tecnología como la presoterapia o la radioterapia para aliviar el dolor.

    Adicionalmente, las mujeres con lipedema pueden acudir a terapia psicológica para el acompañamiento y el refuerzo de su autoestima frente a una enfermedad de la que aún queda mucho por descubrir. De hecho, muchas pacientes reclaman más formación sobre el lipedema entre el personal sanitario para garantizar diagnósticos precisos y de manera temprana. En definitiva, para obtener una pronta respuesta que repercuta de alguna manera en la mejora de su calidad de vida.

    Elimina estos hábitos en Navidad para evitar la pesadez de tripa por los excesos

    Durante estos días de celebración y comilonas no solemos controlarnos, por lo que resultan en comidas copiosas de difícil digestión

    La Navidad está a la vuelta de la esquina. Todas las celebraciones que rodean a esta temporada que pone fin a un año y da comienzo a uno nuevo están generalmente relacionadas con los encuentros con la familia y los amigos, también a hábitos alimenticios no del todo saludables. ¿Quién no prueba en estas fechas algún dulce típico navideño o las sabrosas comidas que solemos preparar para los días especiales?

    Además de darnos algún que otro capricho con esos deliciosos platos, durante estas semanas solemos repetir y aumentar la cantidad de las raciones, incrementamos nuestra ingesta de grasas y azúcares. En consecuencia, sufrimos digestiones lentas y pesadas que incluso provocan hinchazón, molestias y cambios en nuestro tránsito intestinal. Es lo que conocemos como ‘atracones’, provocados por los excesos continuados en las comidas.

    Sí, es normal que no podamos resistirnos y que aprovechemos una vez al año para permitirnos esos caprichos, pero es muy importante tomar conciencia de lo que comemos. Para gestionar bien los alimentos que entran en nuestro cuerpo, lograr mejores digestiones y no sólo evitar ganar más peso, sino cuidar de nuestro aparato digestivo. Por todo ello, hoy te traemos unos cuantos hábitos alimenticios no saludables a evitar esta Navidad:

    • Saltarse comidas. Para controlar la cantidad de alimentos que ingerimos y aportarle a nuestro cuerpo la energía suficiente a lo largo del día, recuerda que hay que comer entre 4 y 5 veces. De esta forma, llegarás con menos hambre a las comidas y evitarás darte esos atracones que te harán sentir pesado e incómodo. El desayuno y la comida serán los platos más fuertes, mientras que el almuerzo de media mañana, la merienda y la cena deben ser más ligeros. Prueba a tomar frutas, yogures naturales o tostadas integrales con algo de proteína en estas partes del día, aunque no tengas hambre, para aportar alimentos al cuerpo y llegar más saciado a las comidas fuertes.
    • ¿Descanso de la actividad física? Apesar de que durante este periodo disfrutamos de algunos días de vacaciones, no debemos relajar nuestra actividad física. De hecho, deberíamos potenciarla para contribuir a la activación de nuestro organismo y favorecer las digestiones. Sin ir más lejos, caminar después de las comidas ayuda a reducir los picos de glucosa en sangre, por lo que es muy buena opción en estas semanas en las que solemos comer más dulces. Además, realizar actividad física es una forma de quemar las calorías extra que consumimos, por lo que nos ayudará a mantenernos en forma.
    • Mentalidad de ‘barra libre’. Hay que comer con calma y hasta que aparezca la sensación de saciedad. Eso de repetir platos colmados y de no poner límite a los dulces o al alcohol no debería convertirse en la práctica predominante de estos días, ya que, además de aumentar el aporte calórico, puede perjudicar a nuestra microbiota.
    • Engullir los alimentos. Comer despacio y masticando bien los alimentos no solo favorecerá la digestión, sino que es importante para que tengamos una mayor conciencia de lo que comemos. También hará que nos saciemos antes, pues a los 20 minutos de comenzar con la masticación el cerebro empezará a recibir la señal de que el estómago ya está lleno.
    • Repetir plato. Intenta no hacerlo para no excederte en calorías ni en ingesta de alimentos, pero si te es irresistible, prueba a servirte poca cantidad en la primera ronda para que a la hora de repetir no sumes dos platos colmados. Valora también la posibilidad de reducir la cantidad de los otros platos para no atiborrarte.
    • No beber agua. Es cierto que en estos días de celebración puedes permitirte alguna copa de alcohol o bebidas carbonatadas, pero siempre con moderación. Prioriza el agua ante cualquier otra bebida, ya que es la que ayuda a mantener hidratado al organismo y a que este pueda desarrollar sus funciones vitales de la mejor manera.
    • Renunciar a las comidas saludables. Las comidas contundentes de estos días suelen ser mucho más calóricas y pesadas en la tripa, ya que tienen más grasas y, en el caso de los dulces, más azúcares. Intenta sustituirlas, en la medida de lo posible, por alternativas más saludables, reemplazando las frituras por la cocción al horno, reduciendo el consumo de grasas y probando dulces elaborados sin azúcar. 

    Estos son los deportes de interior que deberías animarte a practicar este invierno

    La actividad física previene la aparición de muchas enfermedades y disminuye el riesgo de mortalidad

    Aunque ya estemos encarando las últimas semanas del otoño para adentrarnos en el frío, la bajada de las temperaturas nunca debe ser una excusa para frenar nuestro estilo de vida saludable, en especial la realización de deporte en invierno. Y mucho menos con la Navidad a la vuelta de la esquina y los excesos nutricionales que tanto caracterizan al cierre de año.

    La pereza por tener que salir de casa o el miedo a coger frío después de haber sudado son solo excusas que no pueden condicionar nuestra mentalidad deportiva. Para que no dejes de hacer deporte en invierno, te dejamos unas cuantas actividades a cubierto que deberías probar para mantenerte en forma y cuidar de tu bienestar general:

    • Ciclo indoor. Para los amantes del ciclismo a los que las lluvias, el frío o el viento les complique su práctica, te proponemos pasarte a las clases de ciclo indoor, también conocido como spinning. Para realizar este ejercicio necesitarás utilizar una bicicleta estática con la que puedas seguir un entrenamiento aeróbico, intercalando llanos con periodos de máxima intensidad, todo ello siguiendo el ritmo de la música. Este deporte te ayudará a trabajar la fuerza del tren inferior, al mismo tiempo que consume calorías.
    • Walking indoor. Si la actividad deportiva que más disfrutas es salir a caminar o a correr, no tienes por qué dejar de hacerlo a pesar del mal tiempo. El walking indoor emplea una  máquina elíptica para imitar los movimientos corporales de la marcha o el running. Su trabajo consiste en mantener los pies apoyados sobre una plataforma, realizando movimientos suaves y elípticos que reducen el alto impacto en las articulaciones. Del mismo modo que el ciclo, podrás trabajar la fuerza de tu tren inferior, así como tu resistencia y la quema de calorías, ya que también sigue distintos picos de intensidad.
    • Yoga. Por si todavía no has probado esta disciplina, te contamos en qué se basa. Consiste en entrenar cuerpo, mente y alma para lograr un equilibrio completo de estos tres ejes, que se consigue a través del control de la respiración y de la ejecución de diferentes posturas. Aunque no lo creas, el yoga es una forma más de tonificar el cuerpo, ya que implica un esfuerzo físico. Pero, sin duda, lo que más notarás con su práctica es el trabajo de la flexibilidad corporal y la relajación mental. Además, realizar yoga de forma continuada favorece un mejor equilibrio, mejora la postura corporal y corrige muchos dolores de espalda.
    • Cross hit. Si lo que estás buscando es un ejercicio más completo con el que entrenes todas tus capacidades, te recomendamos probar esta actividad. Se trata de una clase de ejercicio funcional trabajado por intervalos, en los que se hacen ejercicios diferentes por un periodo de tiempo determinado. Por ejemplo, levantamiento de pesas, flexiones, abdominales, sentadillas o ejercicios de cardio durante un minuto, pero entregándonos en nuestra máxima potencia. Esto es lo que lo convierte en un deporte de alta intensidad, que ofrece grandes resultados y que es apto para practicarse en espacios cerrados o a cubierto.
    • Pádel. Para los amantes del tenis o de este deporte al exterior, puedes probar el pádel en pistas cubiertas. Consiste en un juego de palas por parejas que favorece la quema de calorías, pero que también tonifica los músculos y mejora los reflejos. Además, está considerado un deporte de bajo impacto, así que teniendo en cuenta todos estos factores, es ideal para personas de mediana edad o superior que se sientan en forma y puedan entregarse al deporte en movimiento.
    • Natación. El agua no es solo exclusiva del verano para refrescarnos. En otoño e invierno podemos confiar en las piscinas climatizadas para practicar natación sin la necesidad de soportar aguas y temperaturas gélidas. Y, como sabrás, la natación es uno de los deportes más completos y positivos para el organismo. No sólo es de bajo impacto, sino que permite entrenar velocidad, fuerza, resistencia y flexibilidad al mismo tiempo. Sus beneficios son múltiples sea cual sea el nivel de natación de cada individuo. Te animamos a probarlo para aprovecharte de todos ellos.

    Por último, quisiéramos dejarte un consejo para esquivar la pereza de practicar deporte en invierno: busca un gimnasio cerca de casa o del trabajo para que te sea fácil desplazarte y no trastoque mucho tu rutina. Busca que las instalaciones te ofrezcan estas u otras actividades que te llamen la atención para tener motivación y evitar el sedentarism. No olvides que, como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles” y “mejora el riesgo de mortalidad por cualquier causa”.