Monta tu propio gimnasio en casa

Debemos ser creativos para no renunciar a los enormes beneficios de realizar alguna actividad física.

Se acaba el verano y vuelve a rondarnos la idea de apuntarnos a un gimnasio. Sin embargo, comienza la rutina con los quehaceres diarios y, de momento, encajar una nueva actividad en el calendario de la semana y en el presupuesto doméstico parece imposible.

Aun así, estos obstáculos no deben impedirnos mantenernos activos. Recordemos que la actividad física tiene beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales que nos ayudan a mantenernos saludables y a prevenir enfermedades demasiado prevalentes en nuestra sociedad. Y no importa la edad, ni el tipo de persona que lo practique.

La solución para continuar realizando deporte sin tener que invertir demasiado tiempo y dinero está en crear nuestro propio gimnasio en casa. Y ¿cómo hacerlo? En primer lugar, debemos elegir qué tipo de actividad queremos realizar para diseñar nuestra propia rutina. El National Heart, Lung, and Blood Institute (NIH) destaca cuatro:

  • Aeróbica o de resistencia: aquella que mueve los músculos grandes, como los de los brazos y las piernas. Actividades de este tipo pueden ser, por ejemplo, correr, nadar, caminar o montar en bicicleta.
  • De fortalecimiento muscular: consiste en mejorar la fuerza, la potencia y la resistencia de los músculos. Estos son algunos ejemplos de este tipo de ejercicios: flexiones, abdominales, pesas o subir escaleras.
  • De fortalecimiento de los huesos, los pies, las piernas o los brazos: se basan en sostener el peso del cuerpo y que los músculos ejerzan presión contra los huesos. Este tipo de actividades ayudan a fortalecer los huesos. Pueden ser correr, caminar, levantar pesas, etc. La diferencia con las actividades aeróbicas depende de si obligan al corazón y a los pulmones a trabajar más que de costumbre.
  • Estiramientos: hacen trabajar la flexibilidad de las articulaciones. Un ejemplo de este tipo de ejercicios es tocarse los dedos con los pies o hacer yoga.

Tipo de material

Así, en función del tipo de ejercicios que formarán nuestra rutina deportiva, podremos elegir entre estos materiales:

  • Bandas elásticas: con ellas puedes desarrollar fuerza muscular y aumentar movilidad articular, entre otros beneficios. También puedes utilizarlas durante los estiramientos.
  • Barras: mientras levantas tu propio peso, aumentarás tu resistencia, equilibrarás tu fuerza y mejorarás tu postura al ejercitar los músculos de la espalda y el abdomen.
  • Bola de fitball: con esta pelota llena de aire puedes tonificar y fortalecer el músculo, especialmente los abdominales y la zona lumbar. También ayuda a mejorar el equilibrio.
  • Bosu: es una semiesfera que puede contribuir a mejorar tu condición física, tonificar todo el cuerpo y conseguir una mejor elasticidad, flexibilidad, agilidad y coordinación.
  • Comba: saltando a la comba beneficias tanto tu tren superior como tu inferior. También trabajarás la coordinación y la agilidad.
  • Mancuernas de diferentes pesos: un entrenamiento con mancuernas te permitirá aumentar la fuerza y también la resistencia y la velocidad. Tus huesos se fortalecerán, perderás grasa y quemarás calorías.
  • Mini trampolín: puedes realizar saltos con diferentes movimientos para quemar calorías, tonificar el tren inferior y mejorar la resistencia, la estabilidad y el equilibrio.
  • Step: subir y bajar el escalón regulable en altura te permitirá tonificar el tren inferior y ejercitar el corazón.
  • Cinta de correr, bicicleta estática o elíptica: si tu presupuesto te permite adquirir alguno de estos aparatos, son una buena forma de realizar una actividad aeróbica y de ejercitar el músculo cardiaco.

Durante la práctica de los ejercicios, es conveniente utilizar ropa y zapato cómodo y transpirable, botella de agua y toalla para secar el sudor. Como superficie de entrenamiento puedes utilizar una colchoneta o una esterilla.

Ten en cuenta que tu gimnasio doméstico no se creará de un día para otro. Poco a poco, irás integrando los diferentes elementos necesarios para completar la rutina de entrenamiento. Además, como complemento, también puedes utilizar todos aquellos materiales domésticos que encuentres en casa: paquetes, cajas o garrafas con líquido o comida (para levantar peso); el palo de la escoba (como barra), un libro con cierto grosor (como step) y una alfombra (como colchoneta). Olvídate del ascensor y utiliza las escaleras de tu portal. Como ves, tan solo es necesario un poco de imaginación.

Hogar sin tóxicos

¿Sabes cómo reducir las sustancias de casa que pueden agravar la salud? Te lo contamos.

Hoy día, sin a veces saberlo, utilizamos numerosos productos de limpieza e higiene a diario que podrían estar dañando nuestra salud. Se trata de artículos sintéticos que contienen compuestos químicos y que liberan sustancias tóxicas para el organismo.

Entre estos productos con riesgo se encuentran materiales de construcción y decoración, aislantes, pinturas, recubrimientos, productos de limpieza, plásticos, pesticidas domésticos, ambientadores e incluso productos de aseo personal y algunos alimentos.

Algunas sustancias que podemos inhalar en el interior del hogares y lugar de trabajo son plomo,  bisfenoles, arsénico, zinc, pentaclorofenol, cloruro de metilen, retardantes de llama, compuestos perfluorados (en  la cocina), alquifenoles (plásticos), bisfenol A (latas de comida), parabenos (algunos cosméticos y desodorantes), disolventes y metales pesados. Asimismo, el hecho de que pasemos de media el 90% de su tiempo en espacios cerrados hace que, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, estemos expuestos a agresiones químicas de toda índole.

Numerosas investigaciones muestran que exponerse a estas sustancias incrementa el riesgo de padecer ciertas enfermedades, como problemas reproductivos, inmunológicos, hipersensibilidad, intoxicaciones agudas o cáncer. Por contra, reducir los tóxicos nuestro hogar puede ayudarnos a luchar contra esas enfermedades.

Cómo desintoxicar el ambiente

  1. Detergentes limpios

Existen productos para lavar la ropa o los platos elaborados con aceites esenciales y enzimas no contaminantes, que pueden adquirirse en tiendas especializadas y que son respetuosos con el medio ambiente y antialérgicos para personas con sensibilidad en la piel.

  1. Alimentación ecológica

Este tipo de alimentación apuesta por la mínima intervención en el cultivo y crecimiento de hortalizas, frutas y verduras, haciendo que estas sean más naturales y estén libres de pesticidas y/o productos artificiales que podemos ingerir. Puedes identificar estos productos a través de la etiqueta: EU Organic Bio Logo, Ecolabel o Agricultura Ecológica Española, son los sellos que certifican la procedencia ecológica.

  1. Agua saludable

Acciones como sustituir las viejas tuberías para evitar arrastrar metales pesados o adquirir una purificadora de agua son buenos ejemplos para cuidar la bebida que ingiere el organismo. Un consejo simple es dejar correr el agua antes de usarla para evitar que se deposite en la tubería y tenga más concentración de algunos metales.

  1. Ambientador natural

Existen ambientadores más naturales, en cuya fabricación no se ha introducido en su composición determinadas sustancias problemáticas. También tenemos a nuestro alcance remedios caseros, por ejemplo, para absorber malos olores podemos colocar bandejas de bicarbondato sódico y para aportar un buen aroma,  ubicar recipientes de hierbas aromáticas secas y flores o ramas de pino.

A pesar de la gran cantidad de sustancias perjudiciales que puede haber en un hogar podemos reducirlas o eliminarlas, a veces de forma sencilla. Las sustancias tóxicas en el hogar pueden afectar potencialmente a cualquier persona. Sin embargo, hay grupos especialmente vulnerables, entre los que cabe destacar los niños y las mujeres embarazadas.

Es bastante lo que podemos hacer cada uno de nosotros para rebajar la carga tóxica de nuestro hogar. Lo primordial es saber que hay alternativas.