Puede afectar a un lóbulo pulmonar completo, a un segmento del lóbulo, a los alvéolos próximos a los bronquios o al tejido intersticial
La neumonía es una infección en los pulmones que causa inflamación y acumulación de líquido en estos y que puede estar causada por virus, bacterias u hongos. Puede afectar a un lóbulo pulmonar completo, a un segmento del lóbulo, a los alvéolos próximos a los bronquios o al tejido intersticial, según la Sociedad Española de Medicina Interna.
La neumonía adquirida en la comunidad es la que se adquiere fuera de un centro hospitalario, mientras que la neumonía nosocomial es la que se adquiere durante o después de la estancia hospitalaria o en un recinto de salud.
Los síntomas más frecuentes de la neumonía incluyen: tos, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. También pueden aparecer: dolor de cabeza, cansancio, pérdida de apetito, sudoración excesiva, color azulado en los labios (cianosis) y confusión (especialmente en personas mayores).
FACTORES DE RIESGO
Cualquier persona puede contraer neumonía, sin embargo, según la Sociedad Americana del Pulmón, existen unos factores de riesgo que aumentan las probabilidades de desarrollarla: consumo de tabaco, una infección viral respiratoria reciente, la existencia de enfermedades previas o tener un sistema inmunológico debilitado.
Suele ser más grave en bebés y niños pequeños, en adultos mayores de 65 años y en personas con una enfermedad crónica.
PREVENCIÓN
Para prevenir la neumonía, la Sociedad Americana del Pulmón aconseja, por un lado, vacunarse de la gripe cada año, ya que esta es una de las causas de la aparición de la neumonía, por lo que vacunarse es una manera de reducir el riesgo de padecerla.
Por otro lado, destaca la importancia de llevar hábitos de vida saludables: lavado de manos frecuente, hacer ejercicio físico de forma regular, comer de forma saludable, tener un descanso óptimo y evitar el tabaco.
TRATAMIENTO
Los antibióticos prescritos por su médico, el reposo y beber líquidos suelen ser suficientes para curar la neumonía. No obstante, la Sociedad Española de Medicina Interna manifiesta que aquellas personas que experimenten dificultad para respirar, tengan edad avanzada u otros problemas médicos, puede que necesiten un tratamiento más avanzado.