Los expertos aconsejan la realización de la mamografía a partir de los 50 años
La mamografía es la forma más útil para detectar el cáncer de mama de manera precoz. Gracias a esta técnica, una mayor cantidad de mujeres pueden acceder a un tratamiento eficaz antes de que el cáncer empiece a mostrar sus principales síntomas.
Según Mayo Clinic, es una prueba que se realiza para detectar el cáncer mamario o con fines diagnósticos, como para investigar síntomas o hallazgos inusuales en otra prueba por imágenes.
Para que los resultados sean eficientes, es importante prepararse adecuadamente. Por eso, hay que programar el examen para un momento en que sea menos probable que tengas sensibles las mamas. En el caso de que estés con la menstruación, lo ideal es acudir a la cita la semana próxima.
En segundo lugar, es recomendable llevar las imágenes de mamografías anteriores. En algunos centros donde realizan esta técnica, se puede pedir que guarden los resultados de la mamografía en un CD. Así, cuando acudas a una cita médica en un centro diferente, puedes llevar este CD para que el radiólogo pueda comparar las mamografías anteriores con las nuevas imágenes.
También es importante no utilizar desodorante, antitraspirantes, polvos, lociones, cremas o perfumes antes de la mamografía por debajo de los brazos o en las mamas, ya que las partículas metálicas de estos productos podrían verse en la mamografía y generar confusión.
Por su parte, Sanitas recuerda que se puede continuar con la medicación habitual a menos que el médico diga lo contrario.
Asimismo, desde la Asociación Contra el Cáncer (AECC) aseguran que las posibilidades de curación de los cánceres de mama que se detectan en su etapa más precoz son prácticamente del 100%.
Además, recomiendan la realización de la mamografía a partir de los 50 años. En casos concretos, esta medida podría iniciarse a los 45 años o se puede realizar en edades más temprana si hay predisposición genética.
La mamografía puede salvar vidas, ya que tiene la capacidad de detectar el cáncer lo más temprano posible, por eso hay que realizarse las pruebas dos veces al año. Sin embargo, es aconsejable realizarse periódicamente una autoexploración mamaria con el fin de detectar cualquier alteración y así acudir a un especialista ante el primer síntoma de alarma.