Menopausia, perimenopausia, posmenopausia y climaterio: estas son sus diferencias

La menopausia, perimenopausia, posmenopausia y climaterio son las cuatro fases relacionadas con el fin de la etapa reproductiva en la vida de la mujer

La vida de una mujer atraviesa distintas etapas, pero al llegar a la mediana edad destaca una de las más populares: la menopausia. A pesar de que su nombre resulta familiar, lo cierto es que todos los cambios que implica son grandes desconocidos. Por ejemplo, ¿sabías que la acompañan otros dos procesos, denominados perimenopausiay posmenopausia? ¿Que la menopausia únicamente indica el fin del ciclo reproductivo? ¿O que el climaterio no es lo mismo que la menopausia? Hoy, desde el blog medicinal de Oximesa, abordamos todas sus diferencias.

¿QUÉ ES LA MENOPAUSIA?

Menopausia es el término con el que comúnmente se da nombre al fin de la vida fértil de la mujer. Por su etimología, men (‘mes’) y pausis (‘cese’), hace referencia al último sangrado menstrual que tienen las mujeres. No obstante, la ciencia ha demostrado que su capacidad reproductiva concluye años antes de este momento. Con la menopausia, los ovarios dejan de funcionar y, por ende, dejan de liberar los ovocitos o células germinales femeninas.

Recientemente se han acuñado otros períodos para recoger el periodo de transición a la menopausia y el proceso posterior: perimenopausia y posmenopausia. Ambas etapas implican cambios hormonales y físicos en el cuerpo de la mujer. Cada paciente puede desarrollarlos a cualquier edad y con una duración variable. Sin embargo, se estima que la menopausia aparece entre los 45 y los 55 años de media.

Cuando la menopausia ocurre antes de los 40 años, se habla de insuficiencia ovárica primaria y requiere de valoración médica porque implica un riesgo para la salud. Si se produce entre los 40 y los 45 se conoce como menopausia temprana y si lo hace a partir de los 55, entonces se denomina menopausia tardía.

¿QUÉ ES LA PERIMENOPAUSIA?

Como se adelantaba anteriormente, la perimenopausia hace referencia a los años previos a la fecha de la última menstruación. También se conoce como periodo de transición a la menopausia y su duración es variable. Los primeros síntomas que indican la proximidad a la menopausia incluyen irregularidad en los ciclos menstruales, dolor de cabeza, molestias en las mamas o cambios drásticos en el estado de humor. Además, suelen aparecer sofocos, insomnio, falta de libido, cansancio, sequedad vaginal o cambios en la forma del cuerpo.

En esta etapa, los ciclos menstruales pueden ser muy irregulares y fallar algún mes, hecho que puede provocar algún que otro susto. Si los retrasos ocurren tras unos 7 días, se habla de la fase de transición temprana y si son de más de dos meses, es la fase de transición tardía. Esta última fase puede prolongarse entre uno y tres años y en ella aparecen los primeros sofocos. Cuando la ausencia de menstruación se mantiene durante 12 meses, se entiende que ha llegado la menopausia.

¿QUÉ ES LA POSMENOPAUSIA?

La posmenopausia comprende los años posteriores a la fecha de la última menstruación que marca la menopausia. Este período también se divide en dos fases: la fase temprana, que abarca los cinco años de después a la menopausia, y la fase tardía, en la que posteriormente aparecen síntomas más notables, como la sequedad vaginal y el riesgo de osteoporosis.

ENTONCES, ¿QUÉ ES EL CLIMATERIO?

El término ‘climaterio’se utiliza comúnmente como sinónimo de ‘menopausia’, pero la realidad es que es algo más amplio. Con él, se hace referencia al conjunto de periodos que comprende el fin de la etapa reproductiva de la mujer, es decir, incluye la perimenopausia, la menopausia y la posmenopausia.

Todas las mujeres que se aproximan al fin de su edad fértil pueden seguir unas recomendaciones para contribuir a su bienestar en estas etapas llenas de cambios. Estos consejos incluyen seguir una alimentación saludable con alimentos variados y equilibrados, asegurando el aporte de calcio para obtener una mejor densidad ósea. También la práctica de ejercicio regular, el control eficiente del estrés y mantener una buena calidad de sueño. Asimismo, deben consultar con su médico cualquier síntoma que afecte a su calidad de vida para obtener una valoración clínica.

¿Cómo aliviar los dolores musculares y óseos asociados a la menopausia?

Con la menopausia se disminuye la producción de estrógenos en la mujer. Esa pérdida está relacionada con una reducción de la densidad ósea

Los sofocos, la sequedad vaginal, los problemas de sueño y el aumento de peso son de los síntomas más conocidos de la menopausia. No obstante, otras de las afecciones más características de esta etapa en la vida de muchas mujeres son los dolores en los músculos y articulaciones. De hecho, la osteoporosis, enfermedad caracterizada por la debilidad y riesgo de fracturas óseas, se presenta en un 23% de las mujeres mayores de 50 años, según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). De lo que no hay duda es de que todos estos síntomas merman la calidad de vida de la población femenina, por lo que actuar desde la prevención para aliviar y retrasar la aparición de los dolores musculares y óseos en la menopausia es fundamental.

Cuando las mujeres llegan a la etapa menopáusica, disminuye su producción de estrógenos y, con ella, se produce la pérdida de masa ósea responsable de los dolores articulares. Desde Oximesa, te facilitamos el siguiente listado de acciones que mejorarán la salud de tus músculos y huesos, especialmente durante la menopausia:

  • Aplicar frío o calor en las articulaciones es uno de los remedios más habituales y efectivos. Utiliza el calor para disminuir la rigidez y mejorar su flexibilidad, sobre todo si se encuentran entumecidas. Pero si lo que detectas es hinchazón y dolor, entonces es mejor que te apliques frío por su capacidad antiinflamatoria.
  • Practica deporte adaptado a tus necesidades, preferiblemente que sea de bajo impacto para no dañar aún más las articulaciones y evitar fracturas ante la pérdida de densidad en tus huesos. Así evitarás la atrofia muscular y ósea y la pérdida de flexibilidad, al mismo tiempo que te mantienes activa. Puedes optar por disciplinas como el yoga o el pilates, que precisamente aumentan la flexibilidad de los huesos. Pero si lo que buscas es un entrenamiento de fuerza y cardio, no te preocupes porque también puedes recurrir a la natación. Este deporte es muy saludable y de bajo impacto del que ya hemos abordado todos sus beneficios en artículos anteriores.
  • Durante la menopausia, otro de los síntomas con mayor incidencia es el debilitamiento del suelo pélvico. Esta situación favorece la aparición de trastornos en la musculatura pélvica que, además de molestias, perjudica la salud de la zona, pudiendo provocar problemas de incontinencia urinaria, el prolapso de los órganos pélvicos o incluso dolor durante las relaciones sexuales. Para evitarlos, te recomendamos fortalecer la musculatura de tu suelo pélvico con los ejercicios de Kegel. Estos consisten en realizar contracciones aisladas y repetidas de los músculos de la zona pélvica para tonificarlos y mantenerlos en forma. También puedes probar los hipopresivos, el yoga o el pilates para trabajar esta musculatura.
  • Cuidar la alimentación es una forma de luchar contra el dolor en la menopausia. No sólo permite mantenerse en un estado saludable, sino también previene la obesidad, y aporta todos los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento. Durante esta etapa, deberás priorizar el aporte de calcio para fortalecer la estructura ósea, con verduras como las espinacas, el brócoli o las acelgas; legumbres como los garbanzos, alubias y judías; pescados como las sardinas, el bacalao, la dorada o el atún; marisco como el calamar, el pulpo, las ostras, langostinos, almejas y berberechos; frutos secos, como las almendras, las avellanas o las nueces; y, por supuesto, con lácteos y derivados como la leche, yogures y queso, aunque es mejor que sean desnatados. Asimismo, el consumo de vitamina D es importante, ya que mejora la absorción del calcio y su fijación en los huesos. Podrás encontrarla en alimentos como el hígado de los animales, pescados azules y en la yema de huevo. Como ves, puedes cumplir todas estas necesidades a través de la dieta mediterránea que caracteriza a nuestra gastronomía, con las cinco comidas diarias en las que priorices los desayunos y la comida.
  • También puedes complementar tu dieta con suplementos alimenticios, especialmente el calcio y el magnesio. Este último mineral es uno de los encargados de la formación de los huesos y ayuda en la absorción de calcio para una mejor salud ósea.
  • Practica hábitos de vida saludable que mejorarán tu bienestar general. Más allá de la alimentación equilibrada y de la actividad física, intenta llevar una vida alejada del estrés en la medida de lo posible y en la que cuentes con un horario regulado de sueño que garantice un descanso de calidad. Recuerda eliminar los tóxicos de tu rutina, como el tabaco o las bebidas alcohólicas, para cumplir con la vida saludable.
  • No dudes en acudir al médico en caso de sentir molestias para obtener su valoración clínica. Un profesional podrá evaluarte mejor que nadie y medir tus necesidades, así como realizarte pruebas que puedan confirmar o descartar cualquier problema. En caso de que fuera necesario, podría recetarte fármacos para aliviar el dolor o cubrir las carencias de tu organismo, tales como antiinflamatorios o algunos otros basados en terapias hormonales a base de estrógenos para aumentar la masa ósea.

Menopausia precoz: cómo podemos evitarla antes de los 45 años

Se considera menopausia precoz cuando surge entre los 40 y 45 años.

La menopausia es un proceso natural en la vida de la mujer, y aunque en ciertos casos se acompañe de cambios físicos y emocionales, no se puede considerar una enfermedad.

Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, este proceso es la desaparición permanente de las menstruaciones, por cese de la función ovárica y disminución de la producción de hormonas sexuales femeninas.

Este suceso suele ocurrir, normalmente, entre los 45 y 55 años. Sin embargo, cuando se produce entre los 40 y los 45 años, se denomina menopausia precoz. Si se produce antes de los 40, es considerada menopausia prematura.

La menopausia precoz o prematura puede suceder sin ninguna razón clara, o bien puede producirse como resultado de ciertas cirugías, medicamentos o afecciones de salud. Pero, expertos de la Oficina para la Salud de la Mujer, argumenta que esto puede suceder por antecedentes familiares, fumar, tratamientos de quimioterapia o radiación pélvica por cáncer o ciertas enfermedades como las autoinmunes.

Síntomas

Los síntomas que padecen las mujeres con menopausia precoz son muy similares a los que afrontan las mujeres de una edad mayor. Entre ellos, destacamos:

  • Mayor o menor abundancia de sangrado durante la menstruación
  • Sequedad vaginal
  • Sofocos
  • Sudores nocturnos
  • Dolores de cabeza
  • Disminución del deseo sexual
  • Alteración del peso corporal

Una vez diagnosticada la menopausia precoz, no existe ningún tratamiento para hacer que los ovarios recuperen su funcionalidad.

Cómo prevenirla

Para prevenir la menopausia precoz es importante seguir hábitos saludables, entre ellos no fumar, no beber alcohol, seguir una alimentación equilibrada y saludable, y  hacer ejercicio de forma regular y descansar.

Muchas mujeres alcanzarán esta época sin mayor problema, otras muchas sufrirán consecuencias en su salud, bienestar y calidad de vida, asegura Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

Por eso, una vez que se comience este proceso o aparezcan los primeros síntomas, es importante buscar un profesional de la sudad para seraconsejadas y ayudadas para enfrentarse a esta etapa de la vida.

Osteoporosis: qué es, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Afecta principalmente a mujeres después de la menopausia, pero también puede darse en hombres, adolescentes y niños

La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por el debilitamiento de los huesos. En ella se produce una disminución de la densidad de masa ósea, que hace que los huesos se vuelvan más porosos, aumentando el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior. Como consecuencia, los huesos se vuelven más frágiles y se rompen con mayor facilidad.

Según la Fundación Española de Reumatología, afecta principalmente a mujeres después de la menopausia, pero también puede darse en hombres, adolescentes y niños. En España, aproximadamente 2 millones de mujeres la padecen.

En cuanto a los síntomas, se caracteriza por ser una enfermedad silenciosa, ya que pueden no aparecer signos hasta la fractura de un hueso o el colapso de una o más vertebras de la columna vertebral. Desde Clínica Mayo destacan que podría aparecer: dolor de espalda, postura encorvada o pérdida de estatura con el tiempo.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Para diagnosticar la enfermedad, el Colegio Americano de Reumatología señala que se puede realizar un estudio que mide la densidad mineral ósea en diferentes partes del cuerpo.

Por otro lado, para tratar la enfermedad se puede recurrir a fármacos que tienen como objetivo reducir la pérdida de hueso, incrementar su densidad y reducir el número de fracturas.

También, tal y como manifiesta la Sociedad Española de Medicina Interna, es importante tener una ingesta adecuada de calcio, que varía en función de la edad, el sexo y el riesgo de osteoporosis.

Dicha ingesta puede realizarle con alimentos con alto contenido en calcio o con suplementos, pero en este último caso será necesaria la pauta de un especialista para que indique la cantidad adecuada y la duración.

Por otro lado, la vitamina D es otra sustancia de vital importancia para el hueso, que se consigue cuando la piel recibe el efecto de la irradiación solar.