Es una práctica deportiva muy completa, puesto que se utiliza la mayoría de grupos musculares y potencia la fuerza, la resistencia y la flexibilidad al mismo tiempo
La natación es uno de los deportes más completos que existen y, ahora con el buen tiempo, las vacaciones y el calor es un buen momento para iniciarnos en ella o bien para incrementar nuestras horas de práctica.
Si te duele la espalda y quieres fortalecerla, si quieres perder peso y no te motiva nada ir al gimnasio o si sientes el cuerpo agarrotado por estar tantas horas delante del ordenador, son motivos suficientes para tirarte a la piscina y empezar a nadar.
Según el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), practicar natación implica una acción muscular muy global y beneficia al cuerpo globalmente, ya que potencia la fuerza, la resistencia y la flexibilidad y reduce el riesgo cardiovascular y de sobrepeso, además, es un deporte de bajo impacto para nuestras articulaciones.
Al utilizar la mayoría de los grupos musculares, es un deporte que ayuda a mantener el corazón y los pulmones saludables y también ayuda a mantener flexibles las articulaciones, especialmente el cuello, los hombros y la pelvis.
En las personas mayores, la natación también tiene grandes beneficios. Además de mantener la fuerza física, nadar mejora la coordinación motora y reduce el riesgo de sufrir caídas y roturas de caderas.
También en los niños, ya que contribuye a su desarrollo motor y cognitivo, lo que la convierte en una herramienta educativa de primer nivel.
Hay que añadir a todo ello, los beneficios para la salud mental que produce. Nadar relaja de las tensiones diarias, disminuye el aumento de tono muscular producido por el estrés, genera estados de ánimo positivos y ayuda a dejar momentáneamente “en blanco” la mente y aislarnos de los problemas.