Vuelta al cole con buen pie: pautas para un curso saludable

Miles de niños regresan estos días a las aulas de todo el país, dando comienzo a un nuevo curso escolar

El olor a nuevo de los libros de texto, el estreno de los materiales de papelería o la ilusión ante el reencuentro con los amigos después de todo un verano de diversión, aventuras y anécdotas son algunas de las características de la vuelta al cole. Miles de niños regresan estos días a las aulas de todo el país, dando comienzo a un nuevo curso escolar.

Lo cierto es que los primeros días no serán fáciles, especialmente para los más pequeños de la casa. Y es que desde el mes de junio, los alumnos han disfrutado de unas merecidas vacaciones que se han extendido durante casi tres meses, coincidiendo con el periodo estival. En este contexto, no es de extrañar que muchos niños hayan dejado de lado una significativa parte de los hábitos que benefician su salud.

A continuación te presentamos algunas pautas para que la vuelta a las aulas de los más pequeños sea más llevadera y saludable:

  • De ocho a 10 horas de sueño al día. Mantener una buena higiene de sueño es fundamental para un regreso óptimo. Es trascendental que los niños descansen y disfruten de un sueño de calidad, invirtiendo un periodo comprendido entre las ocho y las 10 horas diarias. Además, es muy importante que dejen de utilizar dispositivos de luz azul, al menos, una hora antes de acostarse. Si es posible, sería conveniente una adaptación al horario escolar unos días antes de su vuelta a clase.
  • Apuesta por los alimentos con densidad nutricional alta. Es habitual que los desayunos y las meriendas de una notoria parte de los alumnos se caracterizan por una alta presencia de alimentos ultraprocesados, con muchas grasas saturadas, harinas y gran cantidad de azúcares refinados. Cambiar esta tendencia hacia una dieta basada en alimentos reales: huevos, aguacates, otras frutas, cereales integrales, etc. mejorará no solo la salud de los niños, sino que también presentarán mejoras en su rendimiento académico.
  • Vuelta a los deportes colectivos. La llegada del nuevo curso escolar trae consigo el regreso a los entrenamientos de deportes colectivos como el fútbol, el baloncesto, el voleibol o el pádel. Los niños disfrutarán de su modalidad favorita, toda vez que mejoran su condición física y cuidan, a través de las relaciones sociales, de su salud mental.
  • Precaución con las mochilas y la postura corporal. Los expertos en Pediatría son claros y revelan que el peso total de las mochilas escolares no debería exceder del 10% del peso corporal de los alumnos. Además, es necesario enseñar a los niños a mantener una correcta higiene postural, tanto en las aulas como en sus hogares a la hora de realizar las tareas encomendadas por los docentes.
  • Al cole, si es posible, dando un paseo. En un entorno de sedentarismo creciente, donde se suman las horas de inactividad física en el colegio y un ocio cada vez más estático, es importante transmitir el hábito del movimiento y la actividad física. Por eso, es recomendable dar un paseo hasta el colegio para activar la circulación por las mañanas, mejorar el flujo sanguíneo que llega al cerebro y, en general, aumentar la calidad de vida de los alumnos.

Hábitos para mejorar la salud de los niñ@s

La salud infantil incluye el bienestar físico, mental, emocional  y social

Este 15 de abril se ha celebrado en España el Día del Niñ@, un día cuya finalidad es homenajear a los más pequeñ@s, promoviendo sus derechos e impulsando su bienestar. Además, se pretende sensibilizar a la población acerca de las necesidades integrales de los niñ@s como base fundamental de la sociedad.

La salud infantil incluye el bienestar físico, mental, emocional  y social, por lo que cuidar la salud de los niñ@s va más allá de evitar que el menor enferme. Es enseñar a los hijos hábitos de salud e higiene que perduren durante su desarrollo. A continuación vamos a ofrecerte unos consejos que te servirán para que tu hij@ lleve una salud adecuada y óptima.

En primer lugar, es importante que los niñ@s formen desde pequeños hábitos alimentarios adecuados que les permitirá alimentarse de forma equilibrada, adecuada y saludable, previniendo enfermedades que pueden desencadenarse por hábitos de alimentación inapropiados.  Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria señalan que los niñ@s deben de tener una alimentación equilibrada y variada, poca azúcar / dulces, evitar los procesados, las gaseosas, jugos empacados, etc., y si puede ser, que las comida sean siempre en familia.

Por otro lado, en los niñ@s y adolescentes, la actividad física es beneficiosa porque mejora las funciones cardiorespiratorias y musculares, la salud cardiometabólica, la salud ósea, los resultados cognitivos y la salud mental. Según la Organización Mundial de Salud los niñ@s de entre 5 y 17 años deben realizar al menos una media de 60 minutos de actividad física diaria.

Esto puede ser una excusa para que empieces a practicar deporte con tu hij@, ya que hay muchas actividades física que puedes compartir con los más pequeños. El ciclismo, la natación o el yoga pueden ser las mejores actividades para introducir a tu hijo en este mundo y que los dos podáis manteneros en perfecta forma.

No olvides tampoco recordarle a tu hij@ que se cepille los dientes de forma correcta tres veces al día. Por eso, es importante enseñarles a cepillarse bien cuando aparece el primer diente de leche. Es decir, alrededor de los seis u ocho meses de edad. El Consejo General de Dentistas recomienda empezar a limpiarlos con un cepillo pediátrico. A partir de los tres años se puede poner pasta dentífrica del tamaño de un guisante y a partir de los siete años, el niño debe aprender a cepillárselos solo bajo supervisión.

Otros hábitos como la hidratación, dormir bien o tener las manos limpias son muy importantes en esta etapa de la vida. Son prácticas que el menor debe considerarlas como algo habitual que se incluirá en su rutina diaria.

Cabe  destacar que también es importante que los niños tengan chequeos médicos regulares. Estas visitas son una oportunidad para revisar el desarrollo del niño, a la vez que también es una forma de detectar y prevenir problemas.

Si ves que tu hij@ sufre una pérdida o aumento importante de peso, tiene problemas para dormir, fiebre o erupciones cutáneas, es importante que acudas a un centro sanitario para que le realicen un examen preliminar y asegurar que su salud no corre peligro.

Trastornos del sueño en niños

Se estima que entre el 25-30% de las consultas al pediatra están relacionadas con algún problema ligado al sueño

Los trastornos del sueño durante la infancia suponen un problema importante de salud pública. De hecho, se estima que entre el 25-30% de las consultas al pediatra están relacionadas con algún problema ligado al sueño.

Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, estos problemas presentan una tendencia familiar; es decir, los hijos de padres con hábitos de sueño irregulares tendrán más probabilidades de padecer problemas de sueño, somnolencia diurna o hábitos alimenticios irregulares.

Tal y como explican desde el Instituto del Sueño, las necesidades de sueño de los niños varían de uno a otro; no hay un patrón de sueño homogéneo. No obstante, si al niño le cuesta conciliar el sueño, mantenerlo a lo largo de la noche o se encuentra somnoliento durante el día, se debe sospechar de la existencia de un problema de sueño.

Así, un sueño inadecuado puede provocar somnolencia, cefalea, dificultad de atención y déficits cognitivos y conductuales que no solo afectan a la calidad de vida de los niños, sino también de sus familias.

TRASTORNOS DEL SUEÑO MÁS FRECUENTES

En este sentido, la parasomnias son los trastornos más frecuentes que se producen antes, durante o al final del sueño. Entre las más importantes destacan: el sonambulismo, los terrores nocturnos y los despertares confusionales.

  • El sonambulismo se da, por lo general, entre los 4 y 8 años, pero puede producirse a lo largo de toda la infancia y en la adolescencia. Se da en la primera parte de la noche; el niño se despierta y comienza a andar con normalidad y a reproducir acciones que suele hacer a lo largo del día.
  • Los terrores nocturnos aparecen en el primer ciclo del sueño y, según el Instituto del Sueño, se caracterizan porque el niño grita durante el sueño. Aunque pueda parecer que está despierto, no responde cuando se le habla.
  • Los despertares confusionales se producen a lo largo de la noche. Los niños hacen muecas, emiten sonidos, gritan y se mueven. Se despiertan de manera brusca y desorientados.

Bronquiolitis: síntomas, causas y tratamiento

La incidencia de la bronquiolitis se sitúa, sobre todo, entre los meses de noviembre y marzo, y casi siempre está causada por el virus respiratorio sincitial

La bronquiolitis es una infección de las pequeñas vías respiratorias que están en los pulmones. Afecta sobre todo a los niños menores de 2 años y supone el 18% de todas las hospitalizaciones pediátricas.

La incidencia de la bronquiolitis se sitúa, sobre todo, entre los meses de noviembre y marzo, y casi siempre está causada por el virus respiratorio sincitial (VRS), aunque el virus de la gripe, la parainfluenza o el adenovirus también pueden ser los responsables.

Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, en un principio, la bronquiolitis suele comenzar como un resfriado, con moco, tos y, en ocasiones, fiebre. Después de un par de días, la tos empeora y el niño puede tener una respiración mucho más agitada. Algunos, incluso, pueden experimentar dificultad para respirar y ruidos en el pecho.

En cuanto a los factores de riesgo, la Sociedad Española de Neumología Pediátrica destaca que el más importante es la edad, ya que los menores de 3 meses son los que tienen mayor riesgo de hospitalización. Por otro lado, existen otros factores como: nacimiento prematuro, ausencia de lactancia materna, exposición al humo del tabaco y asistencia a guarderías.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Por lo general, el diagnóstico de la bronquiolitis es clínico, basado en la anamnesis y en la exploración física, aunque en situaciones concretas puede ser necesaria la realización de pruebas complementarias, tal y como explica la Asociación Española de Pediatría.

En lo que se refiere al tratamiento, no existe ninguno eficaz que pueda combatirlo, sin embargo, sí se pueden adoptar algunas medidas para ayudar a controlar los síntomas.  En este sentido, uno de los principales tratamientos es el uso de un humificador de aire para ayudar a aliviar la congestión y la tos.

Otros aspectos importantes son que el niño ingiera líquidos de manera regular, para tener una hidratación adecuada,  que esté en posición vertical, ya que esto facilita la respiración, y que el espacio donde se encuentre esté libre de humos.

Por otro lado, los lavados nasales con suero fisiológico pueden ayudar a mantener despejada la nariz.

Alimentación infantil en verano: ¿Qué deben comer los más pequeños?

Es muy importante que los padres enseñen a sus hijos la importancia de seguir una dieta saludable

Las vacaciones de verano son un periodo del año muy deseado por los más pequeños, ya que pueden hacer más actividades al aire libre, ir a la playa o a la piscina, quedar con amigos… El problema viene cuando, al romper con la rutina de horarios del resto del año, se empieza a descuidar también la alimentación.

Para que esto no suceda, es muy importante que los padres enseñen a sus hijos la importancia de seguir una dieta saludable (también en verano) para evitar posibles problemas de salud.

En este sentido, un aspecto fundamental que no hay que descuidar en verano es la hidratación, sobre todo para evitar posibles golpes de calor, deshidratación… Para ello, los niños deben tomar las cantidades recomendadas de agua, aunque también pueden hidratarse mediante la leche materna, leche habitual, aguas de limón, zumos caseros o cremas frías, según la Organización de Consumidores y Usuarios.

Asimismo, el consumo de frutas y verduras debe seguir siendo primordial, ya que estos alimentos proporcionan los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Sandía, melón, albaricoques, melocotones… La oferta de fruta durante el verano es enorme, así que no hay excusas para que los más pequeños no la tomen.

Por otro lado, al igual que el resto del año, en verano también es importante evitar los fritos y los excesos de grasas y azúcares, por lo que hay que tener cuidado con los helados, tan frecuentes en esta época y tan demandados por los niños. No hay que abusar de su consumo.

Se recomienda, también, consumir alimentos cocinados al vapor, a la plancha o al horno, ya que son más saludables.

En el caso de las barbacoas, que son muy frecuentes en todo el año, no solo en verano, la Organización de Consumidores y Usuarios aconsejan incluir otros alimentos como pescados azules, marisco o verduras, para que haya más variedad además de la típica carne que se consume.

Dermatitis atópica en niños: ¿qué es, cómo se manifiesta y cuál es su tratamiento?

Las lesiones que se producen por la dermatitis suelen ser pápulas o placas eritematosas y edematosas

La dermatitis atópica es una enfermedad muy común de la piel que afecta, de forma aproximada, al 10% de bebés y niños.

Suele comenzar en el primer año de vida y su prevalencia es mayor en niñas. Aunque la causa exacta de su aparición se desconoce, la Academia Española de Dermatología y Venereología señala que su origen está relacionado principalmente con una alteración de la función de la barrera epidérmica, por mutaciones en diferentes proteínas.

El síntoma principal de la dermatitis atópica es la erupción en la piel, que puede ser escamosa, pruriginosa y con enrojecimiento. La erupción provoca picazón, por lo que pueden aparecer marcas como consecuencia del rascado y, además, la piel puede llegar a engrosarse.

De hecho, la Asociación Española de Pediatría explica que las lesiones que se producen por la dermatitis suelen ser pápulas o placas eritematosas y edematosas.

La dermatitis atópica se localiza, por lo general, en el rostro, aunque también puede presentarse en el cuero cabelludo, las orejas, el dorso las manos y las zonas de extensión de las extremidades.

TRATAMIENTOS PARA LA DERMATITIS ATÓPICA EN NIÑOS

Los esteroides tópicos son medicamentos antiinflamatorios para aplicar en la zona inflamada de la piel. Algunos son más fuertes que otros y pueden mejorar la erupción de manera más efectiva que los que son más suaves. Sin embargo, tal y como indica la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología, los esteroides más potentes pueden tener algunos efectos secundarios graves, por lo que no deben usarse bajo ningún concepto en áreas como las ingles, las axilas o el rostro y siempre bajo prescripción y supervisión médica.

Los humectantes también son productos muy utilizados para tratar la dermatitis. Por lo general, deben aplicarse después de la ducha, cuando la piel esté húmeda, para mejorar la sequedad de la misma.

Otra opción para el tratamiento de la dermatitis son los antihistamínicos, sobre todo los de primera generación. Según la Asociación Española de Pediatría, son una medida coadyuvante de los corticoides tópicos de gran utilidad. No obstante, su uso debe estar controlado, ya que los de primera generación producen somnolencia.

Por otro lado, la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología también apunta por la terapia de envoltura húmeda, que consiste en humedecer la piel con agua tibia durante 15-20 minutos, secarla con toques suaves, aplicar medicamentos tópicos sobre las áreas de la piel con erupción y después un paño húmedo, para envolverlo con un material seco colocado sobre el vendaje húmedo, que debe usarse durante 2-6 horas.