Picaduras de pulgas: cómo identificarlas y tratarlas

Las reacciones a las picaduras de este tipo de insecto suelen ser locales, esto es, con picor y enrojecimiento

Con el buen tiempo pasamos más horas al aire libre, dejamos puertas y ventanas abiertas y, por lo tanto, estamos más expuestos a los insectos.

Todos alguna vez hemos padecido las temidas picaduras de insectos. Las de los mosquitos son de las más populares y sufridas, pero no son las únicas. Las pulgas también pueden convertirse en un enemigo al que hay que combatir. 

Las pulgas suelen saltar de un animal a otro, pero a veces nosotros también podemos ser víctimas de sus picaduras. Al tratarse de insectos minúsculos que casi no podemos ver, conocer las características de estas lesiones es importante para saber cómo tratarlas.

Según destaca la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), las reacciones a las picaduras de este tipo de insecto suelen ser locales, esto es, con picor, enrojecimiento y edema circunscrito en la zona donde pica el artrópodo.

Sin embargo, señalan, en personas susceptibles “puede producirse hinchazón intensa y de larga duración” e incluso reacciones alérgicas sistémicas o generalizadas. La mayoría de estas reacciones suelen ocurrir por picaduras de himenópteros, esto es, avispas y abejas.

Desde Cinfa Salud explican que las lesiones que producen las picaduras de pulga suelen manifestarse inmediatamente. Aunque se parecen bastante a las de los mosquitos y, como estas, causan picor, en el caso de las pulgas podemos identificarlas porque suelen concentrarse en grupos de tres o cuatro y aparecer en hilera, ya que la pulga va saltando y picando.

Suelen aparecer en las extremidades (en áreas donde la ropa está ajustada al cuerpo, como los muslos, a diferencia de las de los mosquitos, que están presentes en áreas descubiertas), nalgas, alrededor de la cintura, los tobillos, las axilas y el pliegue de codos y las rodillas.

En el caso de que nos pique una pulga, desde la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) destacan que lo primero que hay que hacer es aplicar hielo o una compresa fría para reducir la inflamación y el dolor.

Además, para evitar infecciones secundarias se deben limpiar suavemente las ampollas, sin romperlas, con agua y jabón. No debes rascarte la picadura, ya que podría provocar heridas e infecciones.

En cualquier caso, si se produce una reacción alérgica grave con otros síntomas como la dificultad para respirar o la inflamación generalizada en el rostro, labios, lengua o párpados, deberás acudir a un centro sanitario de forma inmediata. 

Picaduras de insectos en verano: ¿Cómo evitarlas?

Durante los meses de calor, son muy frecuentes las picaduras de insectos, especialmente las de mosquitos

El verano es la estación favorita de mucha gente, sí, pero no todo es oro lo que reluce en esta época. Y es que, durante los meses de calor, son muy frecuentes las picaduras de insectos, especialmente las de mosquitos. Aunque estas no suelen producir problemas de salud importantes, sí pueden llegar a ser muy molestas si no se tratan de forma adecuada.

¿Cuáles son los síntomas de las picaduras? Según la Asociación Española de Pediatría, dependen del insecto en cuestión. Por ejemplo, los mosquitos suelen provocar habones que pican. Las arañas, manchas rojas con dos puntos centrales. Las avispas y abejas, habones que duelen y que pueden ir disminuyendo o aumentando,  y las chinches y pulgas, ronchas en una zona del cuerpo.

¿CÓMO PREVENIRLAS?

Aunque puede parecer difícil, las picaduras de insectos sí se pueden prevenir. Para ello, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria aconseja, entre otras cosas, utilizar zapatos, pantalones y camisas de manga larga y de colores claros.

También es recomendable, tal y como destaca la Asociación Española de Pediatría, usar mosquiteras y repelentes de insectos, poner collar antipulgas a los perros y aplicar repelente después del protector solar en las zonas descubiertas.

¿CÓMO TRATARLAS?

Si no han podido evitarse, las picaduras pueden tratarse fácilmente en casa, excepto si se trata de pacientes alérgicos o reacciones exageradas, donde habría que acudir al médico para que pueda hacer una valoración. 

En este sentido, lo primero que hay que hacer para tratar una picadura es lavarla bien con agua y jabón antes de aplicar algún tratamiento.

También, se aconseja aplicar frío en la zona afectada para reducir la quemazón provocada por la picadura.

De igual forma, puede ser necesario aplicar una solución de calamina o amoniaco para aliviar las molestias. En caso de que la picadura sea muy intensa, una opción eficaz puede ser aplicar corticoides tópicos.

Por último, se puede recurrir a tomar un antihistamínico vía oral en caso de que haya picor.