¿Por qué es importante ir al psicólogo?

La salud mental es un estado de bienestar general en el que cada persona puede ejecutar sus capacidades y hacer frente al estrés, además de trabajar de forma productiva

La salud mental es igual de importante que la salud física y, sin embargo, todavía sigue habiendo mucha gente que no le presta la suficiente atención.

En este sentido, la Organización Mundial de la Salud define la salud como ‘’un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades’’.

Así, la salud mental es un estado de bienestar general en el que cada persona puede ejecutar sus capacidades y hacer frente al estrés, además de trabajar de forma productiva.

Pero, ¿qué determinantes influyen en nuestra salud mental? Hay muchos factores que contribuyen de una manera u otra en la salud mental: factores biológicos, el estilo de vida, antecedentes familiares y experiencias de la vida.

SEÑALES QUE INDICAN UN PROBLEMA DE SALUD MENTAL

Cuando existe un trastorno de salud mental, los síntomas que puede experimentar una persona son variados. Desde Clínica Mayo destacan: cambios en los hábitos alimenticios y en los horarios de sueño, cambios de humor, ansiedad, pensamientos inusuales, incapacidad para realizar las tareas diarias o afrontar los problemas, hostilidad, etc.

Si se experimenta alguno de estos síntomas y se cree que puede estar relacionado con la salud mental, lo mejor es solicitar ayuda profesional y no esperar a que el problema se agrave.

Así, un psicólogo es la persona que nos puede ayudar a tratar y gestionar ese tipo de problemas emocionales. Y es que, a través de distintas técnicas, el psicólogo nos ayudará a comprender qué es lo que realmente nos pasa y porqué reaccionamos de esa manera.

Además, gracias a que es una persona ajena a nosotros, podrá escucharnos sin juzgarnos y sin realizar ninguna opinión personal. Nos intentará comprender, pero siempre desde su posición y sin hacer juicios de valor.

Asimismo, nos enseñará métodos para enfrentarnos a todo aquello que nos preocupa y nos dará pautas para cambiar esos hábitos que nos están afectando desde hace tiempo.

Por otro lado, nos ayudará a conocernos mejor a nosotros mismos y al resto de personas que nos rodean. Gracias a ello, podremos comprender mejor el comportamiento de los demás.