Síndrome postvacacional: consejos para afrontar la vuelta al trabajo tras las vacaciones

Las personas que lo sufren suelen experimentar apatía, ansiedad, malestar general, falta de energía y dificultad de concentración

El verano es la época del año en la que nos sentimos más plenos y llenos de felicidad. El problema está cuando las vacaciones terminan y hay que volver a la rutina.

Aunque muchas personas no tienen dificultades para hacerlo, otras experimentan el famoso ”síndrome postvacacional”, un proceso adaptativo a la vida laboral tras un periodo de descanso.

Según Mundopsicologos.com, el 40% de los trabajadores en España presenta este síndrome y tiene mayor incidencia en aquellas personas que se sienten insatisfechas con su ambiente laboral, que presentan una sobrecarga de tareas tras el trabajo o que, aunque desarrollen su actividad en casa, tienen un déficit de relaciones sociales y/o actividades motivadoras en su rutina habitual.

Las personas que lo sufren suelen experimentar apatía, ansiedad, malestar general, falta de energía y dificultad de concentración.

Para combatirlo, es importante no volver de las vacaciones justo el día anterior a la reincorporación laboral, ya que esto nos permitirá prepararnos tanto física como mentalmente. También se aconseja empezar de manera gradual con la intensidad del trabajo y no de forma brusca.

Otro aspecto fundamental a tener en cuenta en los días previos a la vuelta a la rutina es el descanso. Debemos retomar los horarios habituales de sueño de forma progresiva, levantándonos y acostándonos siempre a la misma hora.  

Asimismo, es necesario realizar ejercicio físico, moderado o con intensidad, ya que las endorfinas que liberamos durante su práctica nos hacen sentirnos mejor.

Por otro lado, el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) destaca que ”la positividad es un elemento clave para superar los síntomas del síndrome postvacacional y hay que aplicarla tanto en lo personal como en lo profesional. También hay que tomar las semanas posteriores a cualquier periodo de vacaciones, como el momento perfecto para plantearte nuevos retos y desafíos”.

También es muy importante comer bien y de forma sana. Alimentos como el aguacate o el plátano suelen ser muy efectivos contra el cansancio. Otro grupo de alimentos que dan energía pueden ser los frutos secos, el chocolate negro, las semillas de chía, los huevos y la miel.

Y para combatir la apatía y la desgana, funcionan la leche, los cereales integrales, el cacao y las nueces, que son ricos en triptófano.

Pero, además de seguir todos estos consejos, siempre es recomendable que tengamos claro que la vuelta a casa no implica que no podamos seguir disfrutando de realizar actividades saludables al aire libre, como caminar o pasear en bici, a la vez que seguimos compartiendo buenos momentos en compañía de familiares y amigos.

¿Cómo mejorar la autoestima?

El modo en que nos sentimos afecta, en gran medida, a todos los aspectos de nuestra vida: desde las relacionales laborales hasta las relaciones sociales

La autoestima es el conjunto de pensamientos, sensaciones y sentimientos que tenemos sobre nosotros mismos; la valoración que hacemos basándonos en las experiencias vividas.

El modo en que nos sentimos afecta, en gran medida, a todos los aspectos de nuestra vida: desde las relacionales laborales hasta las relaciones sociales. Nuestras respuestas a los acontecimientos dependen de quién y qué pensamos que somos.

Según el libro ‘’Cómo mejorar su autoestima’’, tener alta autoestima significa sentirse apto para la vida, es decir, capaz y valioso. Por el contrario, una autoestima baja significa sentirse inútil para la vida, no con respecto a un asunto, sino como persona.

¿CÓMO MEJORAR LA AUTOESTIMA?

Existen pasos encaminados a mejorar la autoestima, ya sea con la ayuda de un profesional o por nosotros mismos.

En este sentido, una de las principales claves es la de dejar de tener pensamientos negativos sobre uno mismo. Para ello, en lugar de centrarte en tus defectos, empieza a pensar en tus virtudes y aspectos positivos que permitan contrarrestar lo malo.

También, evalúa los logros conseguidos a lo largo de la vida, ya que esto te permitirá valorarte de forma más inmediata.

Asimismo, el Instituto Europeo de Psicología Positiva recomienda buscar el origen de la baja autoestima. Y es que, para mejorarla, es imprescindible, en primer lugar, saber qué es lo que la causa.

Otro paso fundamental es fijarse metas realistas. Piensa qué te gustaría conseguir y diseña un plan para hacerlo posible. Si fracasas, no te culpes, aprende de los errores y busca otra manera de conseguirlo.

De igual forma, según Rady Children’s Hospital San Diego, identificar lo que se puede cambiar y lo que no es otra manera de mejorar la autoestima. Si algo no te hace feliz y puedes cambiarlo, empieza ahora. Por el contrario, si algo no te gusta, pero no está en tus manos poder cambiarlo (como tu estatura, por ejemplo), empieza a trabajar para quererte y aceptarte tal y como eres.

El ejercicio físico también juega un papel clave. El Instituto Europeo de Psicología Positiva señala que un estudio demostró que el deporte de mediana intensidad incrementa la autoestima a corto plazo.

Por último, perdónate por todo aquello que consideres que has hecho mal. Sé comprensivo contigo mismo y deja de juzgarte por tus errores.