Soplos cardiacos: todo lo que necesitas saber

Dependiendo del sonido del soplo estaremos hablando de un soplo inocente o normal o de un soplo anormal o patológico

Los soplos cardiacos son sonidos producidos por un flujo sanguíneo desigual dentro o cerca del corazón. Dependiendo del sonido del soplo estaremos hablando de un soplo inocente o normal o de un soplo anormal o patológico.

Según la Fundación Española del Corazón, el primero es más frecuente en niños y suele dejar de oírse en la edad adulta; por el contrario, el segundo es producido por enfermedades del corazón.

El soplo inocente no produce síntomas, por lo que la mayoría de ellos se descubren en consultas rutinarias que nada tenían que ver con el propio soplo. Por el contrario, si el soplo está causado por una enfermedad grave, tal y como explican desde Clínica Mayo, se pueden experimentar los siguientes síntomas: falta de aire, aumento de peso repentino, piel azulada, tos crónica, dolor en el pecho o pérdida de conocimiento.

DIAGNÓSTICO

Los soplos cardiacos se diagnostican mediante un examen físico con un estetoscopio. Para determinar si hablamos de soplo inocente o patológico, el médico deberá tener en cuenta los siguientes aspectos: en qué parte del corazón se encuentra, qué tono tiene, cuánto es de fuerte, cuándo se produce y durante cuánto tiempo.

En caso de que el médico considere que se trata de un soplo patológico, en Clínica Mayo detallan que pueden ser necesarias algunas pruebas complementarias: ecocardiografía, radiografía de tórax, electrocardiograma o un cateterismo cardiaco.

TRATAMIENTO

El soplo inocente no necesita tratamiento, ya que no existe ninguna enfermedad que lo cause. Sin embargo, en el soplo patológico, al sí existir una enfermedad, se debe pautar un tratamiento en función de la patología que lo provoque.

Así, puedes ser necesarios: anticoagulantes, diuréticos, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, estatinas y betabloqueantes.

7 alimentos básicos para cuidar tu corazón si rondas los 50

A medida que vamos envejeciendo, debemos priorizar nuestra salud cardiovascular y mejorar nuestros hábitos alimentarios.

“Cuidar de nuestro corazón” es el gran compromiso adquirido este año para celebrar el Día Mundial del Corazón este 29 de septiembre. Es una propuesta de la Federación Mundial del Corazón (WHF) para unir a todas las personas que tengan como objetivo velar por su salud cardiovascular y la de sus seres queridos. Serán los llamados Héroes del Corazón.

Y es que mimar ese músculo que bombea sangre rica en oxígeno y nutrientes a los tejidos de nuestro cuerpo nos permite vivir una vida productiva a medida que envejecemos. Porque, tal y como explica la Asociación Americana del Corazón, los años 50 y los 60 son habitualmente épocas en las que las personas acumulan más peso y aparecen los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca.

Alimentos cardiosaludables

Una de las promesas que realizan los Héroes del Corazón es comer de manera saludable. ¿Y qué hacer para conseguirlo? Hay dos premisas muy básicas:

  1. Aumentar el consumo de frutas y verduras, cereales integrales, lácteos sin grasa o bajos en grasa y proteínas saludables.
  2. Reducir los alimentos con grasas saturadas, grasas trans, colesterol, azúcares añadidos y sal.

En líneas generales, la Fundación Española del Corazón recomienda seguir una dieta mediterránea y consumir alimentos ricos en fibra y grasas saludables, reducir la sal y controlar el sobrepeso.

Estos son algunos alimentos cardiosaludables que conviene introducir en nuestra dieta con más frecuencia:

  • Aceite de oliva: contiene ácidos grasos y tiene efectos antioxidantes. Consumirlo diariamente nos permite proteger nuestro corazón
  • Aguacate: contiene grasas monoinsaturadas (saludables) y nos puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (o “malo”). De esta forma, podemos prevenir la aterosclerosis o las enfermedades coronarias (angina de pecho o infarto de miocardio). Aun así, debemos controlar su consumo porque aporta muchas calorías.
  • Brócoli: esta verdura nos proporciona una gran cantidad de vitaminas y minerales que contribuyen a eliminar el colesterol LDL, reducir la glucosa en sangre e incluso puede retrasar la aparición de la diabetes y la hipertensión arterial.
  • Fresas: nos ayudan a dilatar las arterias, a proteger el endotelio (la capa interior de los vasos sanguíneos) y a controlar la tensión arterial.
  • Legumbres: si cada semana, tomamos 4 raciones de lentejas, garbanzos o alubias, reduciremos hasta en un 14% el riesgo de infarto y angina de pecho. También los niveles de colesterol LDL. Este consumo de legumbres nos ayuda a controlar el peso.
  • Nueces: tienen unos elevados niveles de ácidos grasos omega 3. Si las consumimos habitualmente crudas, sin sal y en pequeñas cantidades, nos ayudarán a reducir el colesterol, el índice de masa corporal y otros factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.
  • Salmón: el pescado azul es muy recomendable porque contiene ácidos grasos omega-3 que nos ayudan a controlar los niveles de colesterol.

No olvides acompañar estos buenos hábitos alimentarios con la práctica de ejercicio. Una combinación de deporte y alimentación saludable es la mejor receta para que nuestro corazón goce de una salud excelente. ¡Actívate!

La bicicleta: mantén un corazón sano

Entrenar el músculo cardiaco subidos a una bicicleta nos ayudará a controlar dolencias como la hipertensión o la diabetes.

El corazón necesita movimiento. Cuando practicamos una actividad aeróbica moderada e intensa, nuestro músculo cardiaco se hace más fuerte y bombea mejor la sangre a los pulmones y al resto del cuerpo. Más sangre hacia los músculos, más concentración de oxígeno en la sangre.

Los deportes aeróbicos son, según la Fundación Española del Corazón, los más beneficiosos para el cuidado de la salud cardiovascular. Tienen un componente importante de resistencia que los hace ideales para entrenar el aparato cardiovascular.

Entre todos los deportes aeróbicos, practicar bicicleta o ciclismo no competitivo permite mantener sano el músculo cardiaco. Ayuda a controlar factores de riesgo como la hipertensión arterial, el colesterol, la diabetes y también a mantener o incluso disminuir el peso corporal, así como a reducir el estrés.

Características del ciclismo no competitivo

Subirnos a la bicicleta nos hará movilizar los músculos de las piernas, los de las caderas y los de los glúteos. Y, si subimos alguna pendiente, también trabajaremos los de la parte superior del cuerpo.

En general, las características de este deporte aeróbico lo hacen especialmente apropiado para ejercitar el músculo cardiaco:

  • Deporte cíclico. Sigue un mismo patrón de movimiento de una manera constante. Esto te permite controlar la intensidad con la que lo practicas.
  • Diseño personalizado de la ruta. Tú eres el responsable del tipo de ruta que creas. Puedes decidir cuánto tiempo durará y qué nivel de dificultad aplicas.
  • Menor frecuencia cardiaca. El ciclismo no competitivo implica una menor frecuencia cardiaca en el umbral aeróbico/anaeróbico (zona de entrenamiento donde aguantar más o menos tiempo a una determinada intensidad/velocidad).
  • Perfecto para comenzar. Si te han diagnosticado un problema en el corazón, es una buena alternativa para comenzar a ejercitarlo. Puedes comenzar en una bici estática en casa o con un rodillo. Se puede ir progresando poco a poco en volumen e intensidad.
  • De bajo impacto. Tiene un escaso impacto en las articulaciones, fundamental en el caso de sufrir alguna dolencia de este tipo.

Para sentir los beneficios de practicar ciclismo no competitivo, la clave está en practicarlo:

  • Con regularidad. Los expertos recomiendan practicar una actividad física aeróbica con una frecuencia semanal. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 150 minutos si es moderada o 75 minutos si es intensa.
  • Con la intensidad adecuada. Es importante consultar con tu médico si tienes una enfermedad cardiovascular.

Consejos antes de ponerse en marcha

Para beneficiarnos de todas las ventajas que la bicicleta puede aportar a nuestro corazón, también tenemos que tener en cuenta una serie de consejos a la hora de diseñar nuestra ruta:

  • Ponte siempre el casco.
  • Lleva ropa (culote) y calzado adecuado (con calas) y específico para realizar este deporte.
  • Hidrátate y aliméntate correctamente.
  • Si es posible, deja 2 o más horas entre la comida y el entrenamiento.
  • Evita las horas más calurosas del día.
  • Usa protección solar.
  • La postura en la bicicleta ha de ser cómoda. El cuadro, el manillar y la altura del sillín deben estar acordes con las características físicas de tu cuerpo.
  • Durante el recorrido, mueve las manos y agarra el manillar con firmeza. No fijes los codos en exceso y tampoco dejes todo el peso de la parte superior del cuerpo sobre los brazos.
  • Conoce la ruta para evitar situaciones de peligro y caídas.
  • Si sales solo, avisa a alguien del recorrido que vas a realizar y la duración.
  • Respeta las normas de circulación.
  • Adapta la velocidad al terreno.

Con todo, consulta con tu médico si tienes dudas a la hora de practicar cualquier tipo de deporte. Él te prescribirá unas recomendaciones ajustadas a tu estado de salud.

Atrévete a surfear este verano

¿Te gustaría estrenarte como rider? Te ayudamos a prepararte para surcar las olas en verano.

El surf es un deporte divertido, refrescante y enérgico que atrapa cada vez a más personas.

Y es que se trata de una actividad pensada para todos, que ayuda a desarrollar la fuerza y el equilibrio, ofrece un trabajo cardiovascular y regala una buena dosis extra de adrenalina.

Los surferos más expertos aseguran que se trata, además, de otra forma de meditación, como el yoga o el mindfulness, ya que estando en el mar lo único que piensas es en la próxima ola. Todos los problemas tienden a desaparecer y la mente se relaja.

Guía de surf para principiantes

Si bien la mayoría de gente no necesita más de una tarde para aprender a atrapar una ola y ponerse de pie, dominar la habilidad varía de persona a persona y puede depender del estado físico individual.

El surf se puede dividir en cinco movimientos básicos:

1. Posición: cuando estés tumbado y te sientas seguro sobre la tabla trata de encontrar la posición correcta para no desequilibrarte y caer.

2. Remar: necesitas un poco de impulso para que cuando la ola te alcance, te arrastre hacia la orilla. Para remar, arquea tu espalda y realiza movimientos profundos con un brazo a la vez que mantienes el resto de tu cuerpo inmóvil y equilibrado.

3. Levantarse: una vez que hayas atrapado la ola y te esté arrastrando hacia la orilla, es hora de levantarse. Haz como una flexión con más impulso, en la que, con un solo movimiento, te levantes desde la posición boca abajo hacia una postura en pie y de lado.

4. Navegar: para surcar la ola coloca pies, caderas y hombros hacia el mismo lado, mientras que tu cabeza mira hacia adelante. Deja las rodillas dobladas y extiende los brazos para mantener el equilibrio.

5. Caída: cuando te caigas, es importante que te cubras la cabeza y te protejas de la tabla, que caerá en algún lugar cerca, ya que está sujeta a tu tobillo por una correa larga.

Equipo básico para surfear:

Todo surfista o rider necesita los siguientes aliados para dominar las olas:

– Neopreno: si el agua está muy fría es preferible ponerse un traje steamer (con mangas y piernas largas) o uno shorty (con mangas y piernas cortas), de un grosor de 2 mm.

– Tabla: identifica las quillas (parte de abajo, sirven para desplazarse con control) y átate el velcro al tobillo para no perderla. Para principiantes, mejor una softboard, con más flotabilidad.

– Filtro solar: usa un protector solar con FPS (Filtro Protección Solar) mínimo de 30. Aplícatelo 15 minutos antes y renuévalo cada 2 horas, incluso en días nublados.

Aunque parece sencillo, lo más recomendable es pasarse por una escuela de surf para que nos enseñen lo básico. Un profesional nos ayudará a elegir la tabla con la que bautizarnos, nos prestará un neopreno y nos puede informar de los códigos de los surfers (por ejemplo, saber por dónde entrar y salir).

La combinación de riesgo controlado y diversión en mitad del océano convierten al surf en un deporte de agua, único y mágico.

 

"No se pueden detener las olas, pero se puede aprender a surfear", John Kabat-Zinn.

Fitoesteroles, sustancias vegetales para el colesterol

Examinamos estos componentes, presentes en los vegetales, que favorecen el corazón.

Los fitoesteroles o esteroles vegetales son un tipo de componentes, presentes únicamente en los alimentos vegetales que, consumidos de forma regular actúan en el intestino pudiendo disminuir la asimilación de colesterol malo (LDL).

Son moléculas similares al colesterol que se encuentran en plantas, como las frutas y verduras, legumbres o los cereales integrales. No obstante, el colesterol, que también forma parte de la membrana de las células de nuestro organismo, se halla solo en alimentos de origen animal, como el huevo, la carne roja o la mantequilla.

Ventajas de los fitoesteroles

  1. Benefician el corazón: consumir mayor cantidad de esteroles vegetales puede ayudar a prevenir aterosclerosis, hipercolesterolemia y enfermedades cardiovasculares, principal causa de mortalidad en países occidentales.
  2. Mejoran el funcionamiento arterial: según un estudio reciente, aumentar la ingesta de fitoesteroles puede ayudar a disminuir la probabilidad de contraer enfermedades coronarias o de las arterias.
  3. Reducen el colesterol ‘malo’: se ha demostrado que consumir 2 gramos de fitoesteroles al día puede reducir las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol “malo”) hasta en un 10%.
  4. Fortalecen las defensas: hoy día se analizan las propiedades antioxidantes de los fitoesteroles, que podrían fortalecer el sistema inmune y ayudar a defendernos del envejecimiento prematuro y de distintas dolencias.

¿Qué alimentos contienen fitoesteroles?

La mayoría de alimentos vegetales contienen cantidades destacadas de esteroles vegetales. La fuente más rica son los aceites vegetales, de maíz, girasol, soja y colza, que poseen entre un 0,1% y 0,8%. Pero también se concentran en legumbres (0,2%), en frutos secos, pan y frutas.

Una persona que consume al día 30 g de aceite de maíz está ingiriendo alrededor de 300 mg de esteroles vegetales, una proporción que ha demostrado ser eficaz para reducir la absorción de colesterol.

La siguiente lista incluye alimentos con fitoesteroles, por orden de mayor a menor contenido y por 100 gr:

Aceite de maíz 952

Aceite de girasol 725

Aceite de semilla de soja 221

Aceite de oliva 176

Almendras 143

Alubias 76

Maíz 70

Trigo 69

Lechuga 38

Plátano 16

Manzana 12

En la dieta occidental la ingesta diaria de fitoesteroles es de unos 150-400 mg, similar a la ingesta de colesterol. No obstante, esta cantidad puede llegar a 300-500 mg/día en dietas vegetarianas o en la dieta japonesa.

Hay que tener en cuenta que estos componentes pueden tener beneficios sobre nuestra salud y ayudar a rebajar el colesterol, siempre y cuando se combinen con una alimentación equilibrada y con actividad física regular.