Los tipos de meditación y sus beneficios para la salud física y mental

Esta disciplina milenaria tiene un impacto positivo en nuestra percepción del dolor y autoestima

La meditación está ganando cada vez más popularidad en los países de occidente, algo que no es de extrañar después de que la ciencia haya respaldado sus beneficios para la salud física y mental. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda “desarrollar el hábito de la meditación de atención plena, aunque solo sean unos minutos al día”, como forma de atender al autocuidado, disminuir el estrés y los niveles de ansiedad. Esta disciplina originaria de la medicina oriental ha trascendido a lo largo de los años llegando incluso a nuestra cultura, así que hoy queremos repasar los tipos de meditación más conocidos y todos sus efectos positivos en nuestro cuerpo.

LA MEDITACIÓN Y SUS TIPOS

La práctica de la meditación se remonta a miles de años atrás. Aunque no se conoce un dato exacto, se cree que podría contar con más de 5.000 años de historia, teniendo su origen en la India. Con vínculos espirituales con el hinduismo, parece que esta disciplina surgió como forma de entrenar la mente para la concienciación sobre el ciclo de esta vida en la que, según la citada religión, estamos de paso y con vistas a la reencarnación. Su práctica a veces se acompañaba de periodos de abstinencia y ayuno para esa conexión espiritual.

Sin embargo, la meditación ha llegado hasta nuestros días de una forma muy diferente. Más alejada del vínculo espiritual, la sociedad actual la emplea como método para la relajación y el control de la mente, en un contexto en el que prima un elevado ritmo de vida constante. No obstante, se han definido distintos tipos de meditación derivados de las modalidades más tradicionales:

  • Meditación Vipassana. Es una de las más practicadas en la actualidad y es la que emplea la técnica del mindfulness. Se trata de realizar una introspección acompañada de una respiración controlada para ser conscientes de nuestros pensamientos y eliminar aquellos que sean negativos y destructivos, pero sin juzgarlos. 
  • Meditación Mantra. Utiliza los mantras para lograr el control de la mente. Estos son los cánticos sagrados que inducen a la desconexión con el exterior gracias a las ondas vibratorias. Seguro que te suena eso de emitir el sonido ‘OM’ de forma prolongada… Es precisamente un ejemplo de mantra que logra la concentración y quietud de la mente.
  • Meditación Zazen. También conocida como ‘meditación zen’ requiere que la persona se encuentre sentada en el suelo, con las manos en el vientre, la barbilla hacia abajo y los ojos mirando al suelo. Es una técnica de meditación que también se vale de la respiración controlada y que centra sus energías en conectar con el interior eliminando todas las distracciones. Está considerada como una modalidad más avanzada, ya que requiere de mayor capacidad para obviar los estímulos.
  • Meditación Budista. Esta es otra de las técnicas más conocidas en occidente, que consiste en centrarse en la respiración para concentrar la atención en ella y vivir el presente. Su práctica evita los pensamientos intrusivos, pasando por encima de ellos para no detenernos y lograr la conexión interior. Se vale del control de los sentimientos y reacciones individuales para intentar dejar la mente en blanco y no caer en lo que es pasajero.
  • Meditación Trascendental. Propone repetir un mantra en nuestra mente durante un tiempo prolongado con el objetivo de conseguir la autoconsciencia al completo y liberar la mente de cualquier pensamiento. Esta modalidad debe ser practicada durante 20 minutos y dos veces al día para lograr todos los beneficios.
  • Meditación Metta. También denominada ‘del amor benevolente’, centra sus energías en la compasión. Entre los tipos de meditación, este utiliza el trabajo de la mente, que comienza a buscar sentimientos de amor y cariño por algún ser querido, para experimentar sensación de calidez y amplitud. Pero hay que tener cuidado de no caer en el recuerdo de vivencias personales, más bien se trata de experimentar los sentimientos positivos que nos genera la energía de ese ser querido.
  • Meditación Chakra. Esta variante utiliza los chakras, que son los siete puntos de energía que tenemos distribuidos por el cuerpo según la medicina oriental. La meditación chakra visualiza estos distintos puntos de energía, cada uno asociado a un color o sonido diferente, para alimentar su energía y restaurarla. Hay distintas técnicas para completar esta meditación, por ejemplo, contemplar uno de estos puntos, visualizar un círculo en él e imaginar que se va rellenando. Una vez completo, pasaríamos a repetir el procedimiento con el siguiente.

BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN

Hemos visto 7 tipos de meditación, que son las técnicas más empleadas en la actualidad. Todas ellas comparten los mismos beneficios para la salud física y mental:

– Reduce los efectos del estrés. El control de la respiración, de los pensamientos intrusivos y de los negativos durante los minutos en los que se practica rompe con el ritmo del día, estableciendo un momento de pausa y desconexión para la mente.

– Reduce la sensación de dolor. Numerosos estudios han concluido que la meditación es capaz de reducir la sensación de dolor físico gracias a su capacidad para aislar mente y cuerpo. Muchas veces, el dolor está relacionado con la presión en el pecho o los dolores musculares que aparecen debido a la tensión y el estrés. Por otro lado, en pacientes con dolor crónico, la meditación diaria está recomendada de forma complementaria a su tratamiento para aliviar sus dolencias.

– Mejora la capacidad cognitiva, de atención y de memoria. Está comprobado cómo el estrés y la fatiga mental reducen las funcionalidades de nuestro cerebro por colapso. Sin embargo, meditar estimula el sistema nervioso y, de hecho, algunas investigaciones han demostrado cómo esta disciplina es capaz de modificar la estructura del cerebro por la activación de las regiones que tienden a la divagación, una acción que nos conduce a la infelicidad al alejarnos del presente.

– Refuerza el sistema inmune. La mente tiene un poder desbordante sobre nuestro cuerpo. Sin embargo, la meditación es capaz de controlar su acción. Podemos comprobar su efecto de distintas maneras: en la regulación del dolor, de la inflamación y del estrés físico y mental en el que influye el equilibrio hormonal. En definitiva, esta práctica contribuye al bienestar. Esa mejora conjunta para el organismo tiene un efecto positivo en nuestro sistema inmune, que ofrecerá una mejor respuesta de nuestras defensas.

– Mejora la autoestima. Durante la meditación regulamos nuestras emociones y liberamos a nuestra mente de los pensamientos que la ocupan. También nos hace sentir mejor por dentro y eso tendrá un reflejo en nuestro exterior. Además, esta disciplina invita a la autorreflexión y a la autoconsciencia, alejándonos las percepciones que son negativas o destructivas. Por lo que, en su conjunto, tiene un impacto positivo en la salud mental.

Baños de bosque, beneficios de la naturaleza

La terapia japonesa ‘bañarse en verde’ ayuda a revitalizar el cuerpo y la mente.

Estar en contacto con la naturaleza, como ha estado el ser humano a lo largo de su historia evolutiva, mejora nuestra salud y nuestra calidad de vida.

Por este motivo, desde 1982 Japón promueve los Shirin-yoku o baños de bosque, una terapia que en su esencia consiste en pasear de manera relajada por un ecosistema forestal y conectar con el entorno empleando todos nuestros sentidos.

Diferentes estudios científicos han demostrado que la exposición de nuestro cuerpo a la naturaleza disminuye el estrés, la ansiedad, el insomnio, la obesidad o la diabetes, mejoran el sistema inmunitario y reducen el estado de ánimo depresivo.

Efectos curativos de los baños de bosque

1. Cerebro: ayuda a producir más serotonina (hormonas de la felicidad), mitigar la agresividad y los cambios súbitos de humor. Además, favorece la reparación de tejidos dañados y reduce el riesgo de padecer demencia.

2. Ojos: ayuda a relajar y restaurar la vista, que puede verse perjudicada por el uso constante de pantallas en dispositivos. Un artículo del Instituto de Salud Global de Barcelona muestra que los niños que viven más cerca de espacios verdes tienen menos probabilidad de usar gafas.

3. Corazón: disminuye la frecuencia cardíaca, la tensión arterial, la activación del sistema renina angiotensina (regula la presión sanguínea y el balance de sodio y potasio) y la homocisteina (niveles altos se asocian a enfermedades cardiovasculares y neurológicas).

4. Sistema digestivo: reduce las hormonas del estrés y los niveles de glucosa en sangre, lo que puede prevenir patologías como obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.

5. Sistema inmunitario: aumenta el número de las células ‘natural killer’ (linfocitos que defienden el organismo) y modifica los marcadores de la inflamación (interleuquinas, endotelina-1), de acuerdo a un estudio del Departamento de de Salud de Japón.

6. Sube el ánimo: aumenta el estado positivo, la sensación de vitalidad y bienestar psicológico, y disminuye la tensión psicológica de la ansiedad, el insomnio, la depresión, la ira, la fatiga, la confusión o la hostilidad.

7. Longevidad: otra investigación reciente recoge una asociación positiva entre la exposición a espacios verdes urbanos y la salud de los habitantes. Así, vivir en áreas con espacios verdes aumenta la longevidad de las personas mayores.

Elige un sendero sencillo, adaptado a tus posibilidades, poco o nada transitado y sin contaminación acústica. Ten cuidado con las alergias, picaduras de insectos y el sol, y acuérdate de llevar agua contigo.

Camina, siéntate o estírate. Hazlo en silencio, con el móvil apagado para experimentar el entorno al máximo con todos los sentidos.

"De vez en cuando vale la pena salirse del camino, sumergirse en un bosque. Encontrará cosas que nunca había visto", Alexander Graham Bell.

Mindful walking, paseos conscientes

Caminar con todos los sentidos  puede ayudar a sentirnos más vitales y en armonía.

La meditación es una técnica que favorece el bienestar de la mente y el cuerpo. Su práctica diaria puede mejorar la calidad del sueño, aumentar la concentración y reducir el estrés.

Sin embargo, la meditación diaria no tiene por qué significar sentarse pasivamente. El Mindful walking o meditación caminando es un método activo, que requiere de consciencia y de movimiento por el entorno.

Una práctica diaria de caminata consciente

Tómate un descanso y mejora tu estado de ánimo con esta meditación de 10 minutos caminando.

1. Camina a un ritmo natural: coloca las manos donde te sea cómodo, en tu vientre, detrás de la espalda o a ambos lados. Con cada paso, presta atención a la elevación y la caída del pie. Nota el movimiento en las piernas y en el resto del cuerpo.

2. Expande tu atención a los sonidos: ya sea que estés en un espacio cerrado, en el bosque o por la ciudad, presta atención a los sonidos sin etiquetarlos ni nombrarlos, o juzgarlos (si los encuentras agradables o desagradables).

3. Cambia tu conciencia a tu sentido del olfato: de nuevo, simplemente nota. No te presiones ni te obligues a sentir nada, solo llama la atención al sentido del olfato, sea lo que sea que descubras.

4. Céntrate a la visión: colores y objetos y cualquier otra cosa que veas. Mantente natural, no demasiado rígido, no sueñes despierto. Vaga, pero con conciencia sostenida.

5. Mantén esta conciencia abierta: estate abierto a todo lo que te rodea, dondequiera que estés. Sin nada que hacer, nada que arreglar, nada que cambiar. Completamente consciente y caminando.

6. Vuelva a las sensaciones físicas de caminar: redirige tu mente dondequiera que se encuentre al acto de andar. Nota tus pies nuevamente tocando el suelo. Observa los movimientos en tu cuerpo con cada zancada.

Cuando estés listo para terminar tu Mindful walking, quédate quieto y elige un momento y un lugar para poner fin al ejercicio.

Esta práctica activa nos da la oportunidad de centrar nuestra atención en el presente, que a menudo se distrae o se va por los pensamientos. Es una oportunidad para guiarnos fuera del piloto automático distraído que vivimos durante gran parte de nuestro día.

Consejos para dormir bien y profundo

Si te levantas cansado y sin energía, puede ser que las siguientes pautas de sueño te ayuden.

Cerca de un 10% de la población sufre insomnio, es decir, tiene dificultad para mantenerse dormido durante toda la noche. Este es un trastorno que reduce la calidad de vida y afecta a nuestro bienestar .

Con motivo del Día Mundial del Sueño (15 de marzo) recopilamos las recomendaciones, remedios y ejercicios más infalibles para conseguir un sueño profundo y reconfortante.

1. Repite el ritual: trata de seguir la misma serie de acciones cada noche, así favorecerás la relajación. Por ejemplo, tomar un baño caliente, beber una infusión, hacer 5 minutos de meditación, leer, etc. Si bajas las luces ayudarás a tu organismo a inducir la producción de melatonina (la hormona del sueño).

2. Aliméntate bien: cena temprano y ligero, huyendo de alimentos copiosos, pesados ​​y grasos. Evita el consumo de alcohol y cafeína. Y, sobre todo, no fumes. La nicotina es un estimulante que nos mantiene despiertos y afecta la calidad del sueño.

3. Mente en modo ‘reposo’: apaga el televisor y guarda el móvil o la tablet al menos 30- 60 minutos antes de dormir. Ve desacelerando el ritmo a una hora temprana para que, luego en la cama, puedas conciliar el sueño más fácilmente.

4.Aromaterapia: los aceites de manzanilla, lavanda, enebro, mejorana, sándalo y rosa tienen un efecto sedante cuando se inhalan. Frega un poquito en el interior de las muñecas o en las sienes y respira la fragancia relajante a medida que ahondas en la tierra de los sueños.

5. Márcate un horario: intenta ir a la cama a la misma hora todas las noches para que tu cuerpo cree el hábito. Un estudio de sueño publicado en Science Daily ha concluido que aquellas personas que duermen 7 – 8 horas por la noche se desenvuelven mejor cognitivamente que las que duermen menos o más horas.

6. Limita las siestas: aunque son una magnífica manera de recargar energía, si se toman muy tarde, es posible que acarreen problemas para dormir a la noche. Si necesitas un descanso durante el día, intenta que sea a primera hora de la tarde y que no sobrepase de los 30 minutos.

7. Infusiones relajantes: la valeriana, la tila, la melisa, la pasionaria, la amapola y el comino son plantas medicinales con propiedades hipnóticas o sedantes que, en infusión, resultan realmente efectivas para dormir mejor.

8. Fuera preocupaciones: anota las preocupaciones o las tareas pendientes en una papel y uno o dos pasos que puedes hacer para resolverlas. Luego escribe al menos tres cosas en un papel por las que estás agradecido. Esto te ayudará a despejar la mente, dirigirla hacia pensamientos más positivos y descansar más plácidamente.

Además de estas medidas, comprueba que el colchón de tu cama es adecuado (duran 9 o 10 años) y que en la habitación reina una atmósfera plácida y serena que invite a dormir.

Beneficios de tomar una sauna

Los baños de vapor pueden favorecer el corazón e incrementar la longevidad

En Finlandia las saunas se han utilizado durante miles de años para fines terapéuticos y como método de relajación. Aún hoy día casi un tercio de los finlandeses las toman regularmente.

Y es que esta técnica de calor ofrece una serie de ventajas sobre nuestro cuerpo y mente, más allá del puro relax. Según la Asociación Nacional de Balnearios, la sauna libera toxinas, mediante la sudoración (abundante y rápida) y activa la circulación sanguínea.

Ventajas de la sauna

Favorece la circulación: en la sauna el ritmo cardíaco aumenta y los vasos sanguíneos se dilatan, lo que activa la circulación. Este efecto ayuda a reducir el dolor muscular, mejorar el movimiento de las articulaciones y aliviar las molestias de la artritis.

Disminuye el riesgo de ictus: un estudio publicado en la Revista de Neurología ‘Neurología.com’ ha concluido que las personas de edad media que usan de forma habitual baños de sauna tienen un riesgo sustancialmente reducido de sufrir ictus.

Cuida de los pulmones: se ha demostrado que los asmáticos pueden experimentar menos sibilancias con su uso habitual. También pacientes con enfermedades crónicas de la piel (como la psoriasis) experimentan alivio de los picores.

Protege el corazón: los asiduos a las saunas registran tasas más bajas de enfermedad cardíaca y demencia. Las altas temperaturas de las sesiones reducen la presión arterial y aportan elasticidad a los vasos sanguíneos. Una investigación difundida por la Harvard Medical School indicó que dos semanas de saunas diarias pueden, incluso, mejorar la función vascular en pacientes con insuficiencia cardíaca estable.

Elimina bacterias: la sauna puede combatir los patógenos del entorno y ayudar a luchar contra los que ya nos han invadido. Por ello, puede ser un buen remedio para los resfriados leves.

Incrementa la longevidad: otra investigación publicada en Jama Internal Medicine concluye que realizar regularmente baños de sauna ayudaría a vivir más tiempo. El análisis apunta que las personas que toman saunas 4-7 veces por semana viven más tiempo que aquellas que lo hacen una vez por semana.

Mejora el rendimiento aeróbico: favorece la termorregulación, o sea, disipa el calor que sentimos y retrasa la fatiga cuando hacemos ejercicio. Además, eleva el riego sanguíneo disminuyendo la frecuencia cardíaca en el entrenamiento.

Calma tensiones: las altas temperaturas ayudan a ralentizar los impulsos nerviosos, combatiendo el estrés y el insomnio, y propiciando la calma, la relajación y el sueño.

Para la mayoría de las personas recomiendan tomar saunas de 15 a 20 minutos. Es importante no excederse con el tiempo y consultar al médico en caso de padecer alguna cardiopatía.

 

4 Formas de aumentar la capacidad pulmonar

Si entrenas tus pulmones puede mejorar tu rendimiento físico. ¡Descubre cómo!

La capacidad pulmonar es el volumen de aire que obtienen los pulmones al inhalar. Una persona puede almacenar hasta 5 litros de aire en su interior.

Pero cuando realizamos un esfuerzo físico los músculos trabajan más, el cuerpo necesita más oxígeno y producimos  más dióxido de carbono.

Para hacer frente a esta demanda (según la European Lung Foundation) la respiración aumenta de 15 veces por minuto (en reposo) hasta unas 40-60 veces por minuto (durante el ejercicio). Es por eso que, en ocasiones, tenemos la sensación de que nos falta el aire.

Ejercicios de respiración

Si se entrena y se controla la respiración, podremos conseguir dirigir más volumen de oxígeno (y de forma más eficiente) hacia nuestros músculos cuando nos ejercitamos.

Existen algunos ejercicios que pueden ayudarnos a incrementar la capacidad de los pulmones:

  1. Técnica de los intervalos: este método está indicado para runners que llevan un tiempo corriendo y sienten que no evolucionan.

– Corre 10 minutos y recupérate, hasta que las pulsaciones vuelvan a 120 ppm

– Repite otra vez hasta completar 3 series

  1. Pranayama: la técnica de respiración del yoga consigue mayor cantidad de oxígeno en la sangre y una mejora en la capacidad de recuperación.

– Haz inhalaciones profundas, largas y conscientes durante unos minutos

– Exhala pausadamente, tratando que la espiración dure el doble que la inhalación

  1. Globos: es un ejercicio sencillo, que puede hacerse a cualquier hora y lugar.

– Infla un globo mediante respiraciones completas y profundas

– Luego deja que el globo se desinfle

– Repite unas 30 veces, preferiblemente, en dos momentos diferentes del día

  1. Apnea: aguanta la respiración unos segundos cuando estés realizando ejercicio físico. Puede servirte de precalentamiento durante 5-10 minutos antes de empezar.

– Coge aire y siente como se expanden los pulmones

– Retén el máximo de aire y aguanta el tiempo que puedas

– Suelta el aire suavemente y de manera controlada

Con estos ejercicios podrás aumentar la capacidad pulmonar en un 15% en pocas semanas.

Asimismo, practicar ejercicio físico regularmente incrementa la fuerza y el funcionamiento de los pulmones, haciéndolos más eficientes, y reduciendo la cantidad de aire que consumimos.

Recuerda que lo más importante para cuidar de tus pulmones es no fumar y mantenerte activo.

Yoga para hacer en familia

Esta disciplina física, mental y espiritual favorece el bienestar de todos, padres e hijos

El yoga es una práctica saludable, originaria de la India, que aporta numerosos beneficios para nuestro bienestar. La Organización de las Naciones Unidas añade, además, que puede contribuir de manera global a un equilibrio entre la mente y el cuerpo.

Esta disciplina, con más de 5.000 años de antigüedad, ayuda a aumentar la flexibilidad, eliminar contracturas y tensiones musculares, estimular el riego sanguíneo e incrementar la capacidad respiratoria. Asimismo, el yoga en familia contribuye a trabajar valores como el respeto y la escucha, y a reforzar el vínculo entre hijos y padres.

Posturas de yoga para padres e hijos

La mayoría de asanas o posturas de yoga se basan en elementos de la naturaleza (animales y plantas) y se repiten varias veces, por lo que ayuda a los niños a realizarlas con facilidad.

El Saludo al Sol: secuencia de movimientos que sirve para calentar y estirar el cuerpo. El Saludo al Sol

El Árbol: de pie, elevar una pierna y apoyar la planta del pie sobre la parte interna del muslo. Unir las palmas de la manos sobre la cabeza y mantener el equilibrio unos segundos antes de cambiar el lado contrario.

El Gato: apoyar rodillas y manos en el suelo, arquear la espalda hacia abajo mientras se mira adelante. Luego curvar la columna hacia adentro y llevar la vista al ombligo.

La Vela: tumbarse en una colchoneta, elevar las piernas hacia el techo, ayudándose con las manos sobre los riñones.

Asimismo, el yoga consigue aumentar la confianza y la autoestima de los pequeños, así como contrarrestar los efectos estresantes de la vida diaria, ayudándoles a relajarse, recuperar su energía y escuchar su cuerpo.

"El yoga nos enseña a curar lo que no es necesario soportar, y a soportar lo que no se puede curar", B.K.S. Iyengar, maestro de yoga.

Chi Kung, relajación en movimiento

Esta antigua disciplina china reporta energía al cuerpo y devuelve la calma a la mente

El Chi Kung o Qi Gong es una técnica tradicional china con más de 3.000 años de antigüedad, que activa la mente y la respiración, y hace trabajar el cuerpo físicamente para lograr un mayor estado de bienestar.

‘Chi Kung’ se traduce literalmente como ‘el trabajo de la energía’, ya que trata de hacer circular el flujo esencial el cuerpo mediante movimientos suaves al ritmo de la respiración y manteniendo nuestra atención.

Según el Instituto Internacional de Qi Gong, este arte energético ayuda a tonificar y flexibilizar el cuerpo, favorecer la circulación de la sangre, reforzar el sistema inmunitario, armonizar el funcionamiento de los órganos y conseguir un mejor equilibrio entre cuerpo y mente.

Beneficios del Chi Kung

1. Aporta vitalidad: los movimientos circulares, secuenciales y repetitivos del Chi Kung estimulan la energía vital y facilitan su libre circulación por todo el cuerpo.

2. Calma el estrés: la combinación de ejercicios pausados y respiraciones profundas favorece la relajación de las tensiones musculares y la paz en la mente.

3. Favorece el sueño: la tranquilidad mental y el estado de relajación corporal ayudan a conciliar más fácilmente el sueño y, a que éste, sea de mayor calidad.

4. Mejora la digestión: propicia el buen funcionamiento del sistema gastrointestinal, ya que acelera el metabolismo, y  regula las contracciones del intestino.

5. Fortalece el cuerpo: enseña a ejercitarnos sin forzar o bloquear las articulaciones. Poco a poco se aumenta la flexibilidad y la fuerza, evitando posibles lesiones y caídas.

Ejercicios básicos de Chi Kung

Las ‘ocho piezas del brocado’ es la serie más antigua del Chi Kung, que tratan de de tonificar el cuerpo y apaciguar la mente. Ocho piezas del brocado

Imagen de la Escuela Camino Interior blogspot.com

El taichí es un arte marcial que busca labrar la energía para usarla en la lucha después y hacer que la energía fluya por el cuerpo. En cambio, en el Chi Kung no existe una aplicación marcial, los movimientos que se realizan están centrados en brindarnos salud de forma integral.

Estrategias para afrontar la vuelta al trabajo

Sigue estos consejos para vivir el final de las vacaciones con una actitud positiva

El síndrome postvacacional existe. Se trata de un estado de malestar genérico, con síntomas físicos y psíquicos, que afecta a un grupo de personas y que está relacionado con el regreso a la rutina laboral, según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.

Este trastorno suele afectar especialmente a menores de 40-45 años, que vuelven al trabajo de forma brusca y sin transición alguna, a personas que idealizan el periodo de las vacaciones y aquellas que están descontentas con su trabajo.

La depresión postvacacional presenta síntomas físicos y psicológicos muy diversos, como son cansancio, insomnio, taquicardia, molestias en el estómago, apatía, tristeza o irritabilidad. Para hacerlo más soportable, los médicos aconsejan entender que las molestias son temporales y que son fruto del cambio de rutina.

Consejos para superar el fin de las vacaciones

1. Periodo de adaptación: dejar al menos dos días al final de las vacaciones y antes de incorporarse al trabajo como un tiempo para aclimatarse.

2. Descansar más: días antes de empezar a trabajar, intenta acostarte en los horarios habituales para acostumbrar al reloj biológico. Luego, durante los dos días siguientes trata de dormir más, respetando unas 9 horas de sueño.

3. Organizar la agenda: planifica los primeros días en el trabajo, tomando el control de tu agenda y , así, evitar el estrés. Si puedes, céntrate en aquellas tareas que más te satisfagan o aquellas que haces mejor.

4. Sacarle hierro: comprende que se trata de un malestar propio del reajuste de ritmos y horarios, e intenta no darle mucha importancia.

5. Haz actividades gratificantes: planifica actividades gratificantes durante la semana y los fines de semana, reservando espacios para cosas que te hagan sentir bien.

6. Incorpora nuevos hábitos sanos: si durante el verano has realizado algún hábito saludable como caminar, correr o llevar una alimentación más equilibrada, trata de seguirlos también en tu vida laboral.

7. Encuentra las ventajas: no pienses que las vacaciones son sinónimo de placer y el trabajo, de sufrimiento. Analiza los aspectos positivos de tu profesión. Si te sientes muy afectado por la vuelta, no tomes decisiones sobre tu futuro profesional.

El síndrome postvacacional no suele llegar a ser preocupante. Las molestias son pasajeras, desaparecen espontáneamente y no requieren ningún tipo de medicación.

Razones saludables para perdonar

La disculpa nos reporta numerosos beneficios a nuestro bienestar físico y emocional

El perdón es un proceso de liberación, relacionado a su vez con la reflexión y la meditación, necesario para encontrar respuestas. A diferencia de lo que muchos piensan, no es señal de debilidad, ni busca necesariamente la reconciliación, sino que se trata de una fórmula saludable para entender y sentirnos mejor con nosotros mismos.

Sin embargo, cuando estamos implicados en una situación en la que nos sentimos ofendidos, disminuye nuestra capacidad de razonar. Porque si estamos dolidos, la realidad se ve diferente.

El rencor puede perjudicar no solo nuestro bienestar emocional sino también físico. Estudios recientes han comprobado que una disculpa disminuye la ansiedad y la depresión, reduce las tasas de mortalidad y mejora tanto problemas físicos como trastornos psiquiátricos.

Por qué es beneficioso disculparse

  1. Reduce el riesgo de infarto: una investigación publicada en el Journal of Behavioral Medicine concluye que el perdón se asocia a una menor frecuencia cardíaca y a una menor tensión arterial, lo que favorece la buena salud del corazón.
  2. Mejora la autoestima: la disculpa hace trabajar la reflexión, la empatía y la habilidad de ponernos en el lugar del otro. Esto nos ayuda a evolucionar, sentirnos mejor con nosotros mismos y recuperar nuestra autoestima.
  3. Promueve un buen descanso: favorece la calidad del sueño y ayuda, en casos de fatiga e insomnio. Además, el perdón palia las conductas depresivas y de rencor, alivia el estrés y refuerza la paz interior.
  4. Calma el estrés: se ha demostrado clínicamente que vivir con altos niveles de estrés durante años tiene efectos negativos sobre la salud mental. No obstante, las personas con tendencia a perdonar, aún viviendo con estrés alto, presentan un mayor bienestar emocional.
  5. Previene enfermedades: la ira nos sitúa en modo de lucha o huida, lo que puede elevar la tasa cardíaca, la presión sanguínea y aumentar las posibilidades de padecer diabetes, depresión y otras dolencias.
  6. Nutre las relaciones: la disculpa brinda pensamientos, sentimientos y comportamientos positivos hacia la persona involucrada. Igualmente, puede conducirnos a ciertas conductas más altruistas, desinteresadas y generosas.

Cuando perdonamos soltamos el resentimiento y el dolor que cargamos sobre nuestros hombros y abrazamos la aceptación, la reflexión y el afecto.

“El débil no puede perdonar. El perdón es un atributo de los fuertes.”, Mahatma Gandhi.