Cáncer de pulmón: síntomas y diagnóstico de la enfermedad

Se trata de una enfermedad de elevada letalidad que suele detectarse en estados avanzados

El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más letales, el tipo de cáncer que más muertes registra en Europa. Sólo en España provoca alrededor de 22.000 fallecimientos al año, mientras que son cerca de 30.000 los nuevos casos diagnosticados, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Lo más alarmante de todo es el horizonte que podemos esperar: según los expertos, en los próximos 20 años se duplicará su incidencia.

El cáncer de pulmón representa un desafío médico y social significativo en todo el mundo: con la tasa de supervivencia dependiendo en gran medida del diagnóstico temprano, es fundamental comprender los síntomas y métodos de diagnóstico de esta enfermedad.

SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE PULMÓN

El cáncer de pulmón se desarrolla a menudo sin causar síntomas notables en sus etapas iniciales, lo que contribuye a su alta mortalidad. Sin embargo, algunas señales podrían alertar a algunos pacientes sobre la presencia de la enfermedad:

  • Tos persistente: debería alarmar una tos que no desaparece después de varias semanas o que empeora con el tiempo. La expectoración sanguinolenta también puede ser un indicador.
  • Cambios en la voz: alteraciones en la voz, como ronquera persistente, pueden ser señales de preocupación.
  • Dificultad para respirar: la falta de aire, especialmente sin una razón aparente, es motivo de atención.
  • Dolor en el pecho: dolor constante en el pecho, hombro o espalda, que empeora al respirar profundamente, podría ser un síntoma.

A estos síntomas que, recordemos, se presentan de forma difusa en los estadios iniciales de la enfermedad, cabe añadir los distintos factores de riesgo asociados con el cáncer de pulmón. Gracias a la identificación de todos ellos, se podría obtener un diagnóstico temprano y una intervención más efectiva:

  • Tabaquismo: se trata del principal factor de riesgo. Los fumadores y las personas expuestas al humo del tabaco tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar este tipo de cáncer.
  • Exposición a sustancias tóxicas: como por ejemplo, al amianto y al radón, que son sustancias químicas asociadas a la enfermedad.
  • Antecedentes familiares: la predisposición genética también puede contribuir al desarrollo de cáncer de pulmón.
  • Edad y género: el riesgo de desarrollar esta patología aumenta con la edad. En cuanto al género, los hombres tienen una mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad. No obstante, las mujeres son el grupo demográfico que más incidencia está acumulando en los últimos años. De hecho, el ICAPEM advierte de que podría convertirse en el tipo de cáncer más letal entre mujeres antes de 2030.

DIAGNÓSTICO DEL CÁNCER DE PULMÓN

La detección temprana del cáncer de pulmón es esencial para mejorar las tasas de supervivencia entre los pacientes. Sin embargo, según el  Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), sólo el 10% de los diagnósticos se producen en las fases iniciales de la enfermedad. Estos son algunos de los métodos de diagnóstico empleados:

  • Radiografía de tórax: es un método de prueba por imagen con rayos X que puede revelar anomalías en los pulmones.
  • Tomografía computarizada (TC) de tórax: a través de los rayos X y de tecnología informática, proporciona imágenes más detalladas de los órganos internos, tejidos y estructuras anatómicas, ayudando a identificar posibles tumores más pequeños.
  • Biopsia: implica la extracción de una muestra de tejido pulmonar mediante procedimientos como la punción con aguja guiada por imágenes o la broncoscopia, con el objetivo de analizar las células y confirmar la presencia de cáncer, así como determinar el tipo específico.
  • Pruebas de función pulmonar: evalúan la capacidad de los pulmones para funcionar correctamente mediante mediciones precisas de la cantidad de aire inhalado y exhalado.
  • Citología del esputo: consiste en el examen microscópico de las células presentes en las muestras de esputo (secreciones mucosas), permitiendo la identificación de posibles células cancerosas y contribuyendo al diagnóstico temprano de la enfermedad.
  • Toracocentesis: se trata de la inserción de una aguja en la cavidad torácica para drenar el exceso de líquido acumulado alrededor de los pulmones, facilitando el alivio de síntomas respiratorios y proporcionando una muestra para su análisis y diagnóstico.

Como hemos visto, el cáncer de pulmón se descubre en etapas avanzadas, principalmente por los síntomas difusos que demuestra en los estadios iniciales. Cuando las opciones de tratamiento son limitadas, la conciencia y la detección temprana de la enfermedad son esenciales. Y más allá de la investigación científica, la mejor arma preventiva para evitar el desarrollo de la enfermedad consiste en la no exposición a los factores de riesgo, especialmente el tabaquismo, una medida que debe ir acompañada de unos hábitos de vida saludables que contribuyan al bienestar del organismo.

¿Qué es la aerosolterapia?

Es una forma de tratamiento que consiste en suministrar partículas en aerosol a través de un aparato llamado nebulizador.

¿Qué es un AEROSOL?

Son suspensiones o soluciones de partículas sólidas o líquidas contenidas en un gas formando una “nube”.

¿Qué es un NEBULIZADOR?

Es un aparato que tiene la capacidad de convertir un líquido en partículas en aerosol, creando una fina niebla que puede ser respirada por el paciente al coger aire, para que una sustancia o un fármaco pueda depositarse en el aparato respiratorio y ejercer una acción terapéutica.

¿Qué pacientes pueden precisar aerosolterapia?

Pacientes con Bronquiectasias de distintas causas, Fibrosis Quística, pacientes con determinados microorganismos en los bronquios y pacientes con el virus de la inmunodeficiencia humana.

En determinados casos, también será útil en pacientes con Asma y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica.

¿Qué sustancias se utilizan en la aerosolterapia?

Se pueden administrar:

  1. Fármacos dilatadores de los bronquios (broncodilatadores) o antiinflamatorios (corticoides) en los casos de pacientes que presenten broncoespasmo (bronquios inflamados y estrechos) y que no puedan administrarse el tratamiento inhalado con los inhaladores convencionales como sería el caso de ancianos o pacientes graves.
  2. Sustancias que fluidifican (hacen más líquidas) las secreciones como serían suero salino a distintas concentraciones o algunas sustancias mucolíticas (rompen el moco) con el fin de eliminarlas mejor.
  3. Algunos antibióticos, como colistina, tobramicina o aztreonam, para tratar de forma directa la infección que se padece en los bronquios. Estas sustancias mencionadas se administrar para que lleguen a los bronquios y pulmones y también en el tratamiento de las afecciones inflamatorias de vías altas (nariz y garganta) como laringitis o sinusitis.

¿Qué ventajas tiene la aerosolterapia?

La administración de sustancias o fármacos por esta vía permite que entren en contacto directamente con las zonas de las vías respiratorias afectadas, logran un efecto rápido con menores dosis de medicamento y disminuyen los efectos secundarios.

¿Qué riesgos y complicaciones puede tener?

  1. Broncoespasmo: los bronquios se inflaman y se estrechan produciéndose tos y dificultad para respirar. En ocasiones se acompaña de “pitos”.
  2. Infección por contaminación del dispositivo. Por ello es muy importante la limpieza de los aparatos, que variará en función de cada tipo.
  3. Efectos en el corazón como palpitaciones o subida de la tensión arterial.
  4. Retención de anhídrido carbónico (gas que se elimina habitualmente con la espiración) y se produciría sueño.

MODO DE ADMINISTRACIÓN DE LA AEROSOLTERAPIA: LOS NEBULIZADORES DEBEN SER UTILIZADOS CORRECTAMENTE O NO CONSEGUIRÁN SER EFICACES.

  • Es muy importante que el tipo de nebulizador sea adecuado para la sustancia o fármaco necesario para tratar la enfermedad. Debe producir partículas del tamaño idóneo para penetrar en las vías aéreas.
  • Los aerosoles podrán suministrase mediante mascarilla facial para enfermos con mucha fatiga o dificultad de respiración, cuando exista incapacidad para utilizar un inhalador convencional (ancianos, pacientes graves…) o cuando se requiera tratamiento de afecciones de la vía área superior (nariz y garganta). En el resto de circunstancias es preferible mediante pipeta o boquilla, porque el depósito nasal del fármaco y el riesgo de lesión ocular y dermatológica.
  • La medicación debe prepararse adecuadamente para ser tomada en aerosol:
  1. Lavar bien las manos con agua y jabón.
  2. Disponer todo el material necesario sobre una superficie limpia.
  3. Diluir el medicamento, si este es en forma de polvo, con la cantidad exacta y el tipo de diluyente que haya indicado el médico (agua estéril para inyectables o suero fisiológico). El líquido debe quedar totalmente transparente, sin partículas en suspensión.
  4. Coger la dosis exacta de solución o medicamento que tiene que administrarse en el aerosol con una jeringuilla o una pipeta
  5. Introducir el medicamento preparado en la cazoleta o depósito de medicación del aparato de aerosoles.
  • Si el tratamiento incluye varias sustancias o fármacos de forma inhalada o nebulizada y también fisioterapia respiratoria, es importante tomar cada uno de ellos y hacer la fisioterapia en el orden o secuencia en que su eficacia sea máxima:
  1. Primero los broncodilatadores y/o antiinflamatorios (corticoides)
  2. Segundo las sustancias para fluidificar las secreciones (suero salino a distintas concentraciones, mucolíticos…).
  3. Tercero, Fisioterapia Respiratoria para movilizar y expulsar las secreciones
  4. Cuarto, la administración de os antibióticos, si hay que tratar infección en los bronquios.
  • El patrón respiratorio o forma de coger el aire ha de ser con inspiraciones suaves, lentas y profundas, manteniendo el pecho lleno de aire durante unos 3 segundos (apnea) para conseguir la máxima eficacia de la sustancia o fármaco que se está inhalando.
  • Debe realizarse el tratamiento manteniendo una buena postura, sentados con la espalda y cabeza rectas De otro modo, el aerosol puede impactar en zonas no deseadas.
  • Debe realizar una adecuada limpieza y desinfección del equipo de aerosolterapia después de cada uso para eliminar los restos de medicación y secreciones y evitar así la proliferación de gérmenes en la cazoleta de medicación y en la pipeta o mascarilla.

TIPOS DE NEBULIZADORES

  1. Nebulizadores tipo ultrasónicos

En estos aparatos el aerosol se produce al vibrar un cristal piezoeléctrico. Hoy día se usan poco. Sólo son adecuados para nebulizar agua y suero salino a distintas concentraciones.

  1. Nebulizadores de tipo jet o de chorro

Consisten en una cámara de nebulización en la que se genera un aerosol mediante un flujo de gas. Estos aparatos son adecuados para nebulizar: broncodilatadores, antiinflamatorios, suero salino a distintas concentraciones, mucolíticos y también antibióticos si se emplean con un compresor de alto flujo.

  1. Nebulizadores de malla vibratoria

El aerosol se genera al pasar el líquido a nebulizar por los agujeros contenidos en una malla. Este tipo de nebulizadores no necesitan compresor. Pueden funcionar con baterías y son fácilmente transportables. Sirven para nebulizar antibióticos. Aportan un mayor depósito pulmonar y una pérdida menor del fármaco al ambiente. Están indicados en los pacientes con Fibrosis Quística.

RECOMENDACIONES Y CONSEJOS

  • Seguir las instrucciones indicadas por el médico o enfermero de la consulta para la manipulación de los fármacos a nebulizar, así como su administración con el dispositivo prescrito. Si tiene que tomar varios medicamentos mediante nebulizador, no debe mezclarlos en el mismo: tome uno detrás de otro.
  • Debe ser muy cuidadoso con la limpieza y desinfección del equipo de aerosolterapia. La limpieza debe realizarse siempre después de cada uso y la desinfección es imprescindible que se lleve a cabo como mínimo una vez por semana (hervido, inmersión en soluciones desinfectantes…) Cada fabricante adjunta con el equipo el modo adecuado de realizarla.
  • Debe realizarse una adecuada higiene bucal y gargarismos tras tomar los aerosoles para eliminar los restos de medicación de la mucosa de la boca y de la faringe y evitar el oscurecimiento de la dentadura.
  • Observe si aparecen síntomas de broncoespasmo (sensación de falta de aire, opresión torácica, “pitos”…) o sangrado en el esputo, en cuyo caso debe interrumpir el tratamiento con aerosoles y consultar con su médico antes de reanudarlo.

La enfermería, clave en el cuidado del paciente respiratorio

Te contamos qué tareas realiza el personal sanitario para el bienestar integral de la persona.

Cuida, aconseja, escucha, empatiza, acompaña… El enfermero es un profesional sanitario con una función vital, flexible y versátil, que abarca lo meramente médico y lo psicológico, y que ayuda al paciente crónico a seguir el tratamiento y a sentirse mejor con él mismo.

Hay estudios que demuestran que el papel del personal de enfermería es fundamental para lograr una adherencia adecuada, es decir, conseguir que el paciente participe en la toma de decisiones de su dolencia, se empodere sobre su estado de salud y sepa autogestionar su enfermedad.

Además de asesorar cómo y cuándo tomar los fármacos, el enfermero debe recordarle al paciente el seguimiento de un estilo de vida saludable, alejado del tabaco y del alcohol, la práctica de ejercicio físico regular y la necesidad de alimentarse de manera equilibrada. Su apoyo a la persona es de confianza y cariño, estableciendo un vínculo personalizado y único.

Funciones del enfermero

  1. Mediador: los profesionales de enfermería ejercen de mediadores de un equipo multidisciplinar (médico, auxiliar, proveedor de  equipos, fisioterapeuta, cuidador…), ya que son los más próximos al paciente.
  2. Control: el papel principal del enfermero es el control y seguimiento de la enfermedad una vez es diagnosticada a la persona. Debe tener competencias en la implementación de programas en el que el paciente se aborde de forma integral, desde el diagnóstico, la educación en conocimientos de su patología, tratamiento, identificación de signos y síntomas de exacerbación con un plan de actuación, evitación de factores de riesgo o desencadenantes, como los alérgenos, realización de espirometrías de calidad, etc.
  3. Psicólogo: ayuda al paciente a tener la mejor calidad de vida posible, pero sin que sea dependiente de nadie, intentando que sea activo el máximo tiempo posible. Cuando llegue el momento en el que requiere más ayuda, debe aprovechar las facilidades que la sociedad pone a su disposición.
  4. Orientador: el personal sanitario trata de convencer al paciente que deje los hábitos perjudiciales, como el tabaco, el alcohol y el sedentarismo. Tiene que potenciar el entusiasmo y la motivación del enfermo, explicándole los pros de una alimentación con más verduras y menos carne y la práctica de actividad física moderada diaria.
  5. Escucha: día tras día y conociendo su estado y sus molestias, el enfermero va desarrollando una gran empatía con  el paciente y también con su cuidador. La enfermedad la padecen todos y no sólo el paciente.
  6. Educador: el principal objetivo es que el paciente o cuidador adquiera conocimientos y habilidades necesarias para conseguir un autocontrol de su enfermedad, evitando así exacerbaciones y mejorando su calidad de vida.
  7. Informador: intenta que el paciente cumpla el tratamiento y, para ello, debe explicar los beneficios del mismo, las características de los fármacos, los posibles efectos secundarios y los factores específicos relacionados con el uso de inhaladores como una técnica de inhalación inapropiada.

La adhesión a los tratamientos en las patologías respiratorias se sitúa sobre el 50%, aún sabiendo que este incumplimiento está asociado a un aumento de la morbimortalidad y a un mayor uso de los servicios sanitarios. El enfermero tiene un rol destacado en la progresión del paciente, aunque de éste dependerá siempre la voluntad de cambio y su evolución.

"Los medicamentos no funcionan en aquellos pacientes que no los toman", Charles Everett Koop, cirujano estadounidense (1916-2013).

Enfermedades respiratorias, ¿por qué cumplir el tratamiento?

La medicación en pacientes con afecciones pulmonares es vital para la mejora de su salud.

Solo uno de cada tres pacientes con asma o enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC) cumplen correctamente con su tratamiento, según los últimos datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

Muchos pacientes con enfermedades respiratorias además de inhaladores utilizan terapias respiratorias domiciliarias como CPAP (en inglés, Continuous Positive Airway Pressure, que trata la apnea en el sueño), ventilación mecánica u oxigenoterapia, como parte importante del tratamiento de su enfermedades, pero únicamente en el 37% de los casos cumplen lo que se les ha prescrito.

La falta de compromiso en los procedimientos por parte de los pacientes puede suceder por motivos diversos, ya sea porque olvidan el tratamiento, porque deciden que no les es útil y no lo siguen  o porque se desconocen los riesgos de la enfermedad si no se controlan adecuadamente. Los médicos insisten en advertir a las personas aquejadas de patologías pulmonares a no abandonar las prescripciones sanitarias, ni los aparatos ni los fármacos, con el fin de lograr un control adecuado de la dolencia y conseguir un bienestar óptimo.

 9 Razones para no abandonar la medicación

  1. Mejora la calidad de vida: el tratamiento para la EPOC ayuda a controlar los síntomas, como la falta de aliento o la fatiga, disminuye la frecuencia y la gravedad de las molestias. Esto se traduce en un retraso del avance de la enfermedad, mayor tolerancia al ejercicio físico y mejor calidad de vida.
  2. Menos sensación de ahogo: los medicamentos que se recetan para la enfermedad son capaces de relajar los músculos bronquiales, reducir la inflamación de las vías respiratorias y, por consiguiente, abrirlas y ofrecer mayor capacidad pulmonar. Es importante recordar que el oxígeno no sirve para tratar el ahogo, sino que es el tratamiento de la insuficiencia respiratoria.
  3. Las terapias actuales son eficaces: existen diferentes dispositivos para darle el tratamiento prescrito por su médico (CPAP, ventilación mecánica no invasiva, oxigenoterapia, etc.) y todos tienen beneficios, si se realizan de forma correcta. Para ello, lo mejor es acordar con el equipo médico el que más te conviene, que se adapte a tus preferencias y habilidades. El mejor aparato siempre es el que sea más simple para ti.
  4. Si no lo usa desaparece el efecto positivo en su salud: no es un tratamiento curativo, por tanto, si no lo cumples el problema volverá a aparecer. Los aparatos o fármacos hay que usarlos de por vida y su efectividad depende de cómo los utilices. Ahora bien, su buen uso te asegura una mejor calidad de vida y, sobre todo, la supervivencia. Es importante cumplir con el número de horas de uso, ya que si son menos de las indicadas no hay beneficio. Por ejemplo, en el caso de la oxigenoterapia debe usarse más de 15 horas diarias, incluidas las horas de sueño.
  5. Disminuye el riesgo cardiovascular: si tienes una apnea del sueño y no abandonas el tratamiento tienes menos probabilidades de padecer problemas cardiovasculares (hipertensión arterial, arritmia, infarto, etc.) y cerebro-vasculares (derrame o infarto cerebral, deterioro intelectual, etc.). Además, tendrá menos riesgo de sufrir accidentes de tráfico relacionados con la somnolencia y el cansancio.
  6. Las molestias iniciales pasan: cuando tú mismo percibas la mejoría de los síntomas, te resistirás a dejar el tratamiento. Para resolver las posibles incomodidades y efectos secundarios de los primeros días, no dudes en pedir ayuda a tu médico, enfermera o personal sanitario de la empresa proveedora de servicios.
  7. No estás solo: los primeros días del proceso de adaptación no suelen ser los mejores pero con paciencia, ganas y un poco de práctica, los superarás. Es importante contar con el apoyo y colaboración de la pareja y/o de la familia para no tirar la toalla.
  8. Si los abandonas, se sabe: el equipo dispone de un contador horario que registra el uso efectivo de la máquina por tu parte y permite al médico valorar si tu cumplimiento con la terapia es el correcto. Si experimentas alguna intolerancia, consúltalo con el doctor, quien valorará si existen otras alternativas.
  9. Encuentra una motivación: cuanto más animado estés, más fuerte será tu compromiso con el tratamiento. Para conseguirlo, busca hobbies que te gusten y te hagan sentir bien, cultiva hierbas aromáticas, recupera esas clases de inglés, queda con amigos, practica yoga o simplemente pasea por la ciudad.

Recuerda que todos estos dispositivos solo son efectivos mientras se utilicen. Los numerosos beneficios saludables que puedes obtener dependen directamente de tu grado de cumplimiento.

El beneficio de tu tratamiento depende de ti: deja de fumar, usa tu terapia respiratoria las horas indicadas, no olvides la medicación, realiza actividad física y sigue una alimentación saludable.