Este es el listado de los alimentos prohibidos para las personas con diabetes

La alimentación libre de azúcares es la forma que tienen los pacientes de controlar los picos de insulina en sangre

Actualmente, más de 420 millones de personas sufren diabetes, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La cifra no ha hecho más que aumentar en los últimos años. Se ha cuadruplicado desde 1980 y se espera que para finales de 2030 sean 500 millones los diabéticos que tengan que hacer frente a esta enfermedad de carácter crónico. 

La diabetes afecta a la forma en que el cuerpo utiliza la glucosa, que es la principal fuente de energía del organismo. Para entenderla mejor, es necesario conocer que existen dos tipos de diabetes: la tipo 1 y la tipo 2. La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmunitaria que generalmente se diagnostica en la infancia o la adolescencia. Se caracteriza porque es el propio sistema inmune el que ataca y destruye las células beta del páncreas, que son las responsables de producir insulina. Como resultado, las personas que sufren este tipo de diabetes dependen de la insulina exógena para sobrevivir.

Por otro lado, la diabetes tipo 2 es mucho más común y suele desarrollarse en adultos, aunque también puede afectar a otros grupos de edad. En estos casos, el cuerpo no utiliza eficazmente la insulina que produce, lo que se conoce como resistencia a la insulina. Con el tiempo, el páncreas puede dejar de producir la necesaria para mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de un rango saludable. Adicionalmente, podemos encontrar la diabetes gestacional, que es la que desarrollan las mujeres durante el embarazo.

En todos los tipos, la alimentación desempeña un papel crucial para el control de la enfermedad. Con ella los pacientes pueden controlar los niveles de glucosa en sangre dentro de un rango normal. Para lograrlo, es de vital importancia que conozcan los alimentos que deben evitarse o consumirse con moderación.

ALIMENTOS PROHIBIDOS PARA DIABÉTICOS

A continuación, te dejamos un listado de las comidas y alimentos “prohibidos” que todo pacientes con diabetes debería alejar de su dieta, por el elevado nivel de azúcar en su composición. La idea es tender a una alimentación cetogénica, o la llamada dieta Keto, (menos de 50 gr de carbohidratos al día):

  • Azúcares refinados: como por ejemplo, el azúcar blanco y el jarabe de maíz de alta fructosa, deben evitarse. Estos azúcares aumentan rápidamente los niveles de glucosa en sangre y pueden provocar picos peligrosos.
  • Bebidas azucaradas: las sodas, jugos de frutas, con o sin azúcar añadidos, y bebidas energéticas están llenas de azúcar y calorías vacías. Además de elevar los niveles de glucosa, su consumo frecuente puede contribuir al aumento de peso, un factor de riesgo para la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
  • Harinas refinadas: los productos elaborados con harinas refinadas, como el pan blanco, los diferentes tipos de pasta y los pasteles, son malos aliados. Optar por opciones integrales es una mejor elección.
  • Fritos y productos ricos en grasas trans: estos alimentos causan inflamación y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, que son comunes entre las personas con diabetes.
  • Alimentos que sean fuente de sodio.
  • Alcohol en exceso: muchas bebidas alcohólicas se elaboran con azúcar para hacer su sabor más agradable. Además de afectar al control del azúcar en sangre, el alcohol puede interferir con la efectividad de los medicamentos administrados.
  • Frutas enlatadas y en almíbar: este tipo de frutas suelen contener jarabe con alto contenido de azúcar, por lo que es preferible elegir frutas frescas de bajo índice glucémico o enlatadas en su propio jugo para el consumo en diabéticos.
  • Snacks altos en carbohidratos: los aperitivos como las patatas fritas, galletas y otras variedades son ricos en carbohidratos refinados y grasas poco saludables. Además de todos los aditivos y sales que les incorporan los fabricantes, también son fuente de azúcares añadidos y, en consecuencia, aumentan los picos de glucosa en sangre.

¿Conoces la chirivía o pastinaca?

Esta hortaliza de raíz similar en apariencia y textura a las zanahorias destaca por su calidad nutricional, su sabor y su versatilidad en la cocina.

La chirivía (Pastinaca sativa) es una hortaliza de raíz originaria de Asia y Europa. Es de color crema por fuera y blanco por dentro, se asemeja a una zanahoria descolorida, pero el sabor es mucho más fuerte, con un dulce más concentrado y un toque anisado y picante.

Si bien puede encontrarse durante todo el año, su temporada es el otoño-invierno. Además de la zanahoria, tiene características similares con otros miembros de la familia Apiaceae como el perejil, el apio o el comino. En la cocina, se pueden hornear, elaborar puré o caldo o, incluso, freír.

Principales propiedades de la chirivía

La importancia del valor nutritivo de la chirivía radica en:

  • Contiene más azúcar que las zanahorias o los rábanos. Tiene un aporte de calorías similar a los plátanos y las uvas (100 gramos proporcionan 75 calorías). Su raíz no contiene colesterol.
  • Es una excelente fuente de fibra dietética (100 gramos de raíz proporcionan unos 4,9 mg). La fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre, la obesidad y el estreñimiento.
  • Las raíces frescas son ricas en vitamina C, un importante antioxidante soluble que ayuda a proteger el organismo contra enfermedades.
  • La raíz también es rica en muchos grupos de vitaminas B, como el ácido fólico, la vitamina B6, la tiamina, la vitamina K y la E.
  • Contiene niveles saludables de minerales como el hierro, el calcio, el cobre, el potasio, el manganeso y el fosforo.

Una gran parte del sabor de la chirivía está justo debajo de la piel. Pelarla en exceso, igual que ocurre con las zanahorias, eliminará algunos de sus sabores más característicos.

Efectos beneficiosos sobre el organismo

Además de ser muy versátiles en la cocina, el consumo de chirivías aporta numerosos beneficios al organismo gracias a sus propiedades nutricionales.

  • Ayuda a las digestiones: la chirivía es conocida por ser una importante fuente de fibra soluble, lo que ayuda a reducir los niveles de colesterol malo. Además, puede ayudar a mejorar la salud digestiva, reducir el estreñimiento y otros trastornos digestivos comunes.
  • Control del peso: la fibra soluble puede ayudar a saciarnos durante más tiempo y evita la liberación de grelina, conocida como la hormona del hambre.
  • Refuerza el sistema inmunológico: su contenido en vitaminas C y E pueden ayudar a eliminar los radicales libres causantes de diversas enfermedades (cardiovasculares, arterioesclerosis, diabetes, etc.). La vitamina C también puede ayudar a producir glóbulos blancos para estimular el sistema inmunológico.
  • Mejora la salud del corazón: la chirivía contiene una gran cantidad de potasio, que actúa como vasodilatador (compuesto que evita que las arterias y las venas se opriman), reduciendo así la presión arterial. Por su contenido en ácido fólico, ayudar a reducir los niveles de homocisteína en la sangre, relacionados con enfermedades del corazón.

Como ves, los beneficios de añadir la chirivía en nuestra alimentación son numerosos. Te animamos a introducir más hortalizas en tu menú diario para mejorar la salud.

¿Sabes lo que son las calorías vacías?

Los alimentos con muchas calorías y sin nutrientes útiles para el organismo son una amenaza para la salud.

Los refrescos, los zumos envasados, los snacks, las galletas, el alcohol… A todos estos productos alimenticios les une una característica: el elevado contenido en calorías que contienen sin aportar nutrientes interesantes o provechosos para nuestro organismo (proteínas, vitaminas y minerales). Son las llamadas “calorías vacías”.

Es una realidad que consumimos un exceso de calorías vacías y las elevadas tasas de sobrepeso y obesidad lo demuestran. Mientras los expertos en nutrición recomiendan que en la dieta de niños y jóvenes de entre 2 y 18 años supongan entre el 8 % y el 20 % (en función de la edad) de las calorías totales diarias; la realidad es que el consumo actual ronda el 40 %.

Y es que los alimentos que contienen calorías vacías nos gustan y nos atraen, aunque no nos aporten gran cosa en materia nutricional y lo que es peor, ocasionen daños en nuestra salud. En este sentido, el “Libro Blanco de la Nutrición en España” elaborado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN) considera que existe una “constante promoción y aumento de la publicidad de alimentos definidos como de ‘consumo ocasional y moderado’” y que se fomenta así “el consumo de productos con alto valor energético y contenido en grasas y sal y escaso aporte de micronutrientes (calorías vacías)”.

Dónde están

Las calorías vacías las encontramos principalmente en:

  • El azúcar de mesa, la miel, el cacao soluble y la mermelada.
  • Bebidas y alimentos con una gran cantidad de azúcar añadido (refrescos, bebidas dirigidas a deportistas, zumos envasados, repostería industrial, dulces, golosinas y snacks).
  • Bebidas alcohólicas.
  • Alimentos con un gran contenido en grasas saturadas o grasas trans.
  • Productos alimenticios con mucho sodio (snacks, galletas y cereales).

Así, para determinar si un alimento tiene calorías vacías, es fundamental leer la etiqueta y revisar las proporciones de los diferentes nutrientes en función de las recomendaciones diarias de consumo. El contenido de un nutriente será bajo si el valor diario supone un 5 % o menos, medio si el valor diario se sitúa entre el 10 % y el 19 % y alto si el valor diario se sitúa por encima del 20 %.

Recomendaciones

Tomar alimentos con calorías vacías tiene sus consecuencias negativas. Además de provocar un evidente aumento calórico directo, también estimulan el apetito y reemplazan el consumo de alimentos saludables. Por ello, es conveniente reducir su consumo con ayuda de los consejos proporcionados por la Escuela de Alimentación de la Fundación Eroski:

  • Evita los refrescos. No existe un consumo recomendado de este tipo de bebidas.
  • Reduce el consumo de bebidas alcohólicas.
  • Evita las frituras.
  • Evita almíbares realizados con agua y azúcar. Se puede sustituir por leche o zumos de fruta naturales.
  • Opta por las salsas y aderezos caseros con alimentos el aceite de oliva, vinagre, huevos, yogur natural, puré de frutas o verduras, entre otros.
  • Elimina en lo posible el consumo de snacks salados comerciales.
  • Opta por el chocolate amargo, con un porcentaje de cacao superior al 85 %, pues contiene menos azúcares simples en su composición.
  • Elige la fruta fresca y entera con una gran cantidad de fibra.

Recuerda que, si cuidas tu alimentación, tu salud se verá beneficiada. Y, si tienes cualquier duda sobre el tipo de alimentos que debes incluir en tu dieta, consulta con un nutricionista.

Me han diagnosticado diabetes. ¿Qué puedo comer?

La alimentación es uno de los factores fundamentales a revisar y controlar cuando diagnostican esta enfermedad metabólica.

Cuando el cuerpo falla a la hora de producir o usar insulina y se disparan los niveles de azúcar (glucosa) en sangre, aparece la diabetes mellitus. Este trastorno engloba un conjunto de enfermedades metabólicas que se clasifican en varios tipos, las más comunes son la 1, la 2 y la gestacional.

En el momento en que se diagnostica la diabetes, hay tres factores que se convierten en fundamentales: el control del nivel de azúcar en sangre, la insulina y los medicamentos orales. Pero no son los únicos. También es importante concentrarse en mantener un peso saludable y ello implica incorporar hábitos alimentarios sanos y practicar ejercicio con regularidad.

Terapia nutricional

Asumir que se padece una enfermedad que no tiene cura nunca es fácil. Y tampoco lo es que haya que controlar y cambiar ciertas rutinas. En líneas generales, a toda la población le supone un gran esfuerzo introducir cambios en la alimentación, más si cabe cuando una enfermedad lo exige.

Normalmente, la primera palabra que le viene a la mente a un paciente diabético, cuando es diagnosticado y es consciente de que necesita realizar una terapia nutricional, es la de “prohibición”. Pero reconducirnos hacia una alimentación saludable puede convertirse en un reto, que nos ayude a cuidar de nuestra salud.

Nutrientes y alimentos recomendados

No existe una dieta específica para la diabetes, así que ninguna “dieta milagro” que nos propongan funciona. Sí existen, sin embargo, 5 máximas a tener muy en cuenta a la hora de diseñar la terapia nutricional cuando diagnostican una diabetes. Se debe:

  1. Limitar el consumo de grasa y esta provendrá básicamente de la grasa monoinsaturada (aceite de oliva, frutos secos o aguacate).
  2. Convertir a las verduras, las hortalizas, las legumbres, los cereales integrales y los derivados lácteos como la fuente principal de hidratos de carbono.
  3. Tomar, al menos, 14 g de fibra por cada 1.000 kilocalorías consumidas.
  4. Reducir el consumo de grasas saturadas, hidratos de carbono refinados y dulces.
  5. No consumir o hacerlo de manera muy ocasional alimentos y bebidas azucaradas.

Es recomendable, por tanto, evitar productos como las mantequillas y los zumos de fruta industriales y evitar el uso de técnicas culinarias como las frituras y los rebozados. Hay que recordar que las técnicas que mejor conservan el valor nutricional de los ingredientes son las cocciones (vapor, salteado, papillote y cocción en el microondas).

Así, a la hora de crear un plato equilibrado, se puede utilizar el “método del plato”, que establece unas sencillas proporciones:

  1. Las verduras (ensalada o verdura cocida) ocuparán la mitad del plato.
  2. Las proteínas (pescado, carne o huevos) llenarán un cuarto del plato.
  3. Los alimentos farináceos (cereales, tubérculos o legumbres) serán otro cuarto del plato.
  4. El postre será una pieza de fruta.

Si te han diagnosticado diabetes, es una buena idea consultar con un profesional de la nutrición que nos ayude a crear un plan alimentario adaptado al tipo de enfermedad y también a nuestras preferencias y estilos de vida. Y no hay que olvidar la importancia de combinar este tipo de terapia nutricional con la práctica regular de ejercicio.

Cuál es chocolate más saludable

Blanco, negro, con leche, en polvo… Averigua qué tipo de cacao es el que más te conviene

El cacao, cuyo nombre en griego significa “el alimento de los dioses“, fue uno de los grandes descubrimientos de América en el siglo XVI. Pero, el chocolate que conocemos hoy se diferencia bastante de aquel originario, ya que está mezclado con azúcar y, en ocasiones, carece de sus múltiples propiedades beneficiosas.

De acuerdo con la regulación europea, el chocolate que se comercializa se obtiene “por la mezcla íntima y homogénea de cantidades variables de cacao en polvo o pasta de cacao (como mínimo el 35%) y azúcar finamente pulverizada, adicionada o no de manteca de cacao”.

Por eso, hay que fijarse bien en la etiqueta. El cacao tiene que aparecer en primer lugar de la lista (manteca o pasta de cacao) y, el azúcar, en el último. Así, nos cercioramos de que contenga flavonoides, unos nutrientes que ayudan a retrasar el envejecimiento celular y nos protegen de muchas dolencias.

Tipos de chocolate

No todo los chocolates son igual de sanos. Cuanto mayor sea su porcentaje de cacao, mejor.

Con leche: hay que chequear la etiqueta porque la cantidad de cacao varia. Un alto contendido en grasas saturadas reduce las propiedades beneficiosas del cacao.

Negro: es el más recomendado, ya que contiene un 70% o más de cacao. De hecho, se considera óptimo un 85%.

Cacao soluble: su principal ingrediente es el azúcar, que supone entre el 60-75% y la cantidad de cacao ronda el 20%.

Blanco: no es exactamente chocolate, sino una preparación de manteca de cacao grasa con leche en polvo y azúcar.

Crema de cacao: la cantidad real de cacao es realmente escasa, por lo que no conviene consumirla de forma habitual.

A la taza: su contenido de cacao no supera el 50% y se trata de una preparación que incorpora azúcar y espesantes. Elige la opción sin azúcar añadido.

Los nutricionistas consideran un buen chocolate aquel que tiene un color oscuro y uniforme, hace ‘crac’ al romperse, no deja grasa en las manos y se funde fácilmente en la boca.

Recomiendan el consumo de chocolate negro en pequeñas porciones: una o dos onzas de una tableta (30 gramos) al día son más que suficientes.

Recuerda que los beneficios del cacao no resultan tan ventajosos para el organismo si no se acompañan de una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio físico regular.

Por qué comer aguacate

Aunque es rico en lípidos, es un alimento altamente saludable, sabroso y muy aconsejado

Seguramente su contenido en grasas es la razón por la que se piensa erróneamente que el aguacate engorda mucho. Pero, según la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, el tipo de lípidos que contiene es saludable y, combinado con una alimentación equilibrada, puede ayudar a mantener el peso.

Todos los alimentos engordan dependiendo de la cantidad que se ingiera. Consumir aguacate todos los días no implica un aumento de peso, a no ser que se consuma en exceso (más de tres piezas diarias).

Además, al ser un alimento con alta cantidad de proteínas y grasa vegetal, produce una mayor sensación de saciedad. Estudios recientes han demostrado que este fruto reduce un 40% el deseo de comer durante las 3 horas siguientes.

Propiedades del aguacate

El aguacate destaca por ser el fruto más rico en ácido fólico (vitamina B9), vitamina E antioxidante, potasio, magnesio y vitamina B1. De ahí que tenga tantas ventajas para el sistema nervioso, la salud del corazón y el buen estado de la piel.

1. Ansiedad: su composición en lecitinas y piridoxina lo hacen un alimento aconsejado para episodios de ansiedad, nerviosismo y estrés.

2. Hipertensión: la Federación Española de Nutrición indica que el consumo de aguacate reduce los niveles de colesterol total y de su fracción LDL (colesterol malo). En su lugar, aumenta el colesterol bueno y mejora el funcionamiento del corazón.

3. Anemia: algunas investigaciones han demostrado que el aporte de energía, proteínas y hierro de este fruto son muy favorables para tratar la anemia ferropénica.

4. Piel seca: el uso tópico del aguacate, a través de cremas y cosméticos, ayuda a cicatrizar y suavizar la dermis, gracias a su riqueza en ácidos grasos esenciales.

5. Sistema inmune: estudios han concluido que ciertos compuestos del aguacate tienen propiedades antioxidantes y podrían inhibir la producción de radicales libres, responsables del envejecimiento y de diversas enfermedades.

Combínalo con verduras o cereales integrales antes que con alimentos grasientos o con mayonesa.

Castañas, el fruto de otoño

¿Sabías por qué este fruto seco es tan recomendable? ¡Te lo contamos!

Las castañas son un fruto seco un poco particular. Son muy ricas en hidratos de carbono, contienen pocas grasas y proteínas, son fáciles de digerir y nos proporcionan energía sana y duradera.

Además, es uno de los frutos secos menos calórico, debido a su escasa proporción en grasas y la gran cantidad de agua que posee: 190 calorías por 100 gramos, mientras que los anacardos tienen 500 kcal y las nueces o avellanas 600 kcal.

Beneficios de las castañas

1. Reconstituyente físico: son aconsejables en episodios de cansancio físico y mental, debilidad y falta de vigor. Es un alimento que nutre, reconforta y aporta energía saludable.

2. Activan el tránsito intestinal: son ventajosas para evitar y prevenir el estreñimiento, mejorar la flora intestinal y regular el tránsito.

3. Propician la buena salud del corazón: son fuente de potasio, un mineral útil para controlar la retención de líquidos, mejorar la hipertensión y favorecer el funcionamiento del corazón.

4. Óptimas en el embarazo: es un alimento vegetal adecuado para mujeres embarazadas y en estado de lactancia, ya que contienen hidratos de carbono de absorción lenta, altos niveles de ácido fólico y vitamina B.

5. Aptas para diabéticos: suministran abundante fibra e hidratos de absorción lenta, que no elevan bruscamente los niveles de azúcar en sangre. Eso sí, la ración debe ser la mitad a la habitual, es decir, unas 6 castaña o 50 gramos.

6. Fortalece las defensas: gracias a sus vitaminas del grupo B nos ayudan a absorber las proteínas, grasa y carbohidratos ingeridos y a mantener las defensas en buen estado.

Platos con castañas

Por su contenido en taninos no se recomienda consumir las castañas crudas, pues podrían producir molestias intestinales. Te explicamos 3 recetas fáciles y sabrosas:

– Puré de castañas

Cuece un kilo de castañas en agua con sal, durante 20 minutos. Deja templar y pélalas. Ponlas en un bol, añade 220ml de leche caliente y tritura. Calienta 90g de mantequilla, añade a la mezcla y sigue batiendo. Rectifica de sal. Este puré sirve como acompañamiento de pescado o carne.

– Risotto de otoño

Corta y fríe una cebolleta a fuego lento. Cuando tome color añade 120 g de arroz y 30ml de vino y deja que evapore. Pela y pica media calabaza. Añade a la cazuela, junto con 2 castañas (peladas y troceadas) y unas setas. Vierte 500 ml de caldo de verduras poco a poco, durante unos 20 minutos. Al final añade un chorrito de aceite, un vasito de nata líquida y 30 gr de queso de cabra.

– Lombarda con castañas y piñones

Cuece una lombarda en trozos medianos en agua con sal hasta que quede blanda. Cuela y reserva. Aparte, en una sartén fríe 3 dientes de ajo laminado. Añade la lombarda, agrega sal, un chorro de vinagre de Jerez y rehoga a fuego fuerte. Añade 250 gramos de castañas y un puñado de piñones y rehoga 10 minutos más.

Recuerda que las castañas deben formar parte de una alimentación equilibrada, con más verduras y hortalizas y menos carne.

Comer por colores

El tono de los vegetales nos atrae y nos ofrece múltiples beneficios saludables

El color de los alimentos es un sistema natural de las plantas para atraer nuestra atención y, así, esparcir sus semillas y reproducirse. Pero, estas sustancias colorantes de los vegetales tienen otro valor añadido: poseen propiedades nutricionales esenciales para el organismo.

De acuerdo con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, alimentarse de forma saludable incluye también conocer las vitaminas y minerales que hay detrás de cada color, para poder elegir y preparar platos con variedad de hortalizas, verduras y frutas.

– Color rojo

 El color rojo en los alimentos se debe al licopeno y carotenos, pigmentos de intensa acción antioxidante, que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, favorecer la circulación y revitalizar el estado de ánimo.

Dentro de este grupo de vegetales encontramos sabrosas frutas y hortalizas, como los tomates, las fresas, la sandía, los pimientos, los caquis, los rabanitos o el azafrán.

– Color verde

Aquí se engloban todas las verduras u hortalizas de hoja verde. Su tono se debe a la clorofila, un pigmento vegetal que está presente en alimentos como las espinacas, la lechuga, la alcachofa y en el grupo de las plantas crucíferas (coles, brócoli, berro). Cuanto más verde, mejor.

Estas verduras son altamente depurativas y son ricas en fibra, ácido fólico y antioxidantes, por lo que se recomiendan sobre todo para regular el tránsito intestinal, reducir el colesterol y en caso de embarazo.

– Color naranja

Los alimentos de color naranja son una fuente importante de betacarotenos, una sustancia que convierte la vitamina A dentro del organismo. También son ricos en vitamina C, involucrada en la formación de colágeno, una proteína necesaria para el buen estado de la piel, las articulaciones y los huesos.

Ingerir zanahorias, mango, naranjas, calabaza... de forma habitual ayuda a proteger el corazón, así como la formación de cataratas y la degeneración macular.

– Color morado

El color morado se debe a unos antioxidantes llamados antocianinas, que ayudan a regular el aparato urinario, previenen el deterioro de la vista y favorecen la relajación y el descanso.

El consumo de uvas negras, arándanos, ciruelas, moras e, incluso, la piel de las berenjenas se asocia a una mejora del tratamiento de la cistitis y a un fortalecimiento de las defensas inmunes del organismo. Además, las frutas y hortalizas moradas son abundantes en potasio, calcio, hierro, magnesio y vitaminas B y C, y aportan fibra.

– Color amarillo

Los vegetales de color amarillo contienen elevada proporción en vitamina E, que propicia el buen funcionamiento del corazón y tiene efectos positivos contra los radicales libres (responsables de numerosas dolencias y del envejecimiento celular).

A nuestro alcance tenemos los pimientos, el aceite de oliva, el plátano, la piña, el limón o el maíz, cuya temporada es el final del verano.

La teoría de los colores es orientativa y no se cumple en todos los casos. Hablamos de alimentos, no de medicamentos. Para cualquier dolencia concreta, consulta con tu médico.

Combina vegetales de diferentes colores y crea platos cromáticos, repletos de salud y alegría.

Alimentos de temporada, ¿por qué comerlos?

Aprende qué productos comer según la época, para seguir una alimentación equilibrada

Las frutas y hortalizas tienen una época de siembra, cultivo y recogida, es decir, una estación óptima para su recolección y consumo. Afortunadamente, en nuestro país tenemos todo el año una gran variedad de vegetales, con múltiples propiedades y deliciosos aromas y sabores.

Beneficios de los productos del tiempo

El Ministerio de Agricultura español ha publicado el calendario de los productos para adquirirlos en su mejor momento. De acuerdo con estas recomendaciones, comer con ingredientes de temporada tiene múltiples ventajas:

  1. Los productos resultan más sabrosos y de mejor calidad, ya que se encuentran en su momento perfecto de maduración y, por tanto, de ingesta.
  2. Las frutas y hortalizas mantienen intactos sus nutrientes.
  3. Impedimos que se rompa la cadena de reproducción y favorecemos el mantenimiento de las reservas naturales.
  4. Los precios de los alimentos de temporada son más económicos.

¿Cuáles son las frutas y hortalizas de primavera?

La primavera abarca desde finales de marzo hasta finales de junio. En esta estación los días se alargan, las temperaturas se suavizan y las plantas vuelven a dar frutos.

– Las frutas de primavera son, especialmente, nísperos y fresones, así como naranjas, kiwis, melocotones, cerezas y nectarinas.

– En los mercados podemos adquirir las hortalizas siguientes: cebollas, lechugas, nabos, rábanos, zanahorias, espárragos, judías verdes, ajo y pepino. Las legumbres frescas, como los guisantes y las habas, también son exclusivos de esta temporada.

Como puedes ver muchos de estos productos los podemos encontrar todo el año, pero los de temporada siempre serán más ricos, más baratos y más sanos.

Cinco raciones entre frutas y hortalizas al día es el consumo mínimo recomendado por la comunidad científica y sanitaria.