Claves para retomar con éxito el entrenamiento a la vuelta de vacaciones

Sigue estos 7 consejos para incorporar de nuevo la práctica de ejercicio en tu rutina sin fracasar en el intento

Volver a hacer ejercicio después de las vacaciones de verano es un reto más complicado de lo que podemos llegar a imaginar. Tras los meses estivales en los que la mayoría cesa o reduce el tiempo de práctica deportiva, retomar el entrenamiento a la vuelta de vacaciones es cuestión de reforzar la voluntad. La pérdida del hábito, la pereza y el regreso a la rutina empañan ese objetivo. Y, quienes se animan a volver con fuerza en septiembre, a veces acaban fracasando con el paso de las semanas. Para evitar que este año seas una de esas bajas, desde Oximesa te damos las claves para retomar con éxito el entrenamiento después del verano:

COMIENZA DE FORMA PROGRESIVA

Si has mantenido el entrenamiento durante los meses de verano y los días de vacaciones, probablemente te cueste menos coger ritmo. Pero si debes empezar de cero, recuerda empezar poco a poco para que las capacidades de tu cuerpo vayan adaptándose. Ve de menos a más, exigiéndote ejercicios adecuados a tu forma física actual e incrementando objetivos y tiempos progresivamente.

ESCOGE UN DEPORTE O EJERCICIO QUE TE GUSTE

Esta decisión será fundamental para mantener la motivación y la probabilidad de adherencia a largo plazo. Disfrutar de la actividad física transforma la percepción del ejercicio de una ‘obligación’ a una experiencia placentera, con sus consiguientes beneficios para reducir el estrés y mejorar la salud mental. Eso sí, intenta encontrar el balance semanal entre el ejercicio de fuerza y el cardio para asegurar un mayor bienestar para tu organismo. Para ello, puedes combinar diferentes disciplinas, algo que te ayudará a no saturarte antes de tiempo.

MARCA TIEMPOS Y OBJETIVOS REALIZABLES

No podemos pretender regresar de vacaciones y recuperar en un sólo entrenamiento las capacidades físicas que hemos abandonado durante el verano. De hecho, esto sólo puede favorecer el riesgo de lesión y otros problemas de salud. Por ello, los expertos recomiendan establecer metas realizables en un tiempo lógico y razonable. De esta manera, integramos el ejercicio de nuevo en la rutina sin caer en el agotamiento, que en todo caso dinamitaría la motivación al crear experiencias negativas.

ENTRENA EN COMPAÑÍA

Practicar deporte con una red que comparta tus mismos objetivos es una forma menos monótona de retomar la actividad. Entrenar en compañía de amigos contribuye al sentimiento de responsabilidad y de compromiso con la rutina deportiva. Esto es algo que favorece la adherencia a largo plazo y que ayuda a aumentar la capacidad de superación. ¡Recuerda que podéis marcar objetivos en grupo para hacer la vuelta más fácil! Además, hacer ejercicio con compañeros no sólo será más divertido, sino que te permitirá sociabilizar en el día a día y descargar estrés.

CALIENTA Y ESTIRA ADECUADAMENTE

Calentar antes del entrenamiento y estirar después del mismo son dos pasos ineludibles para minimizar el riesgo de lesión. De esta manera aumentarás la flexibilidad de tus músculos y articulaciones preparándolos para el ejercicio y mejorarás su flujo sanguíneo. Reducir la rigidez del esqueleto ayudará también a disminuir el dolor post-entrenamiento, facilitando una recuperación más rápida. En este punto cabe recordar la importancia de respetar los tiempos de descanso entre sesiones. Así evitarás sentirte agotado y favorecerás una experiencia de ejercicio más agradable y sostenible.

HIDRÁTATE

Hidratarse antes, durante y después de ejercitarse es crucial para mantener el equilibrio de fluidos en el cuerpo. Así puedes prevenir la deshidratación, responsable de la fatiga, pero también los calambres y la disminución del rendimiento. La ingesta hídrica recomendada ayuda a regular la temperatura corporal, facilita el transporte de nutrientes y oxígeno a los músculos y mejora la recuperación al eliminar toxinas y reducir el dolor muscular.

SIGUE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Con una pauta de alimentación variada y equilibrada puedes obtener los nutrientes necesarios para asegurar un correcto rendimiento físico. Con el aporte de vitaminas, minerales, proteínas y carbohidratos permites a tu organismo reponer la energía suficiente para los entrenamientos. Y, al mismo tiempo, tus tejidos musculares se reparan y fortalecen.

Si tu objetivo es perder peso, aléjate de las dietas milagro, ya que son responsables del efecto rebote y  de otros riesgos para la salud. En cambio, con una alimentación saludable podrás mantenerte en forma y obtener beneficios para todo tu organismo. Recuerda que una nutrición correcta es uno de los pilares de la vida saludable que, sin duda, te ayudará a sentirte mejor y a cuidar tu rutina como parte imprescindible del autocuidado.

Alimentos con antioxidantes que protegen tu cuerpo en verano

Los antioxidantes previenen el estrés oxidativo de las células, proceso propiciado en verano por la radiación solar y el estrés térmico

Las altas temperaturas típicas del verano hacen que tengamos que consumir más agua en estas fechas. El calor y el sudor provocan un aumento de la pérdida de líquidos del organismo, así que es necesario reponerlos para garantizar su correcto funcionamiento. No todo el aporte de agua proviene de la ingesta hídrica, ya que también hay un conjunto de alimentos ricos en antioxidantes que hidratan el cuerpo desde el interior.

Los antioxidantes son las sustancias encargadas de bloquear la acción de los radicales libres, moléculas nocivas que causan estrés oxidativo en las células. Estas son, precisamente, las responsables de crear las moléculas inestables, originadas, entre otras causas, por la exposición a factores ambientales como la radiación solar o el estrés térmico. Y, en verano, dado que el índice de radiación solar es mayor, el riesgo de estrés oxidativo también lo es.

Para prevenirlo, además del aporte diario de agua adecuado, hay que priorizar el consumo de alimentos ricos en antioxidantes. Estas sustancias funcionan donando electrones a los radicales libres para estabilizarlos y prevenir el daño en las células. Así pues, para proteger la salud celular, te dejamos una lista de alimentos con un alto contenido de antioxidantes.

MEJORES ALIMENTOS CON ANTIOXIDANTES EN VERANO

Los antioxidantes son fundamentalmente vitaminas, las cuales se encuentran en los alimentos de origen vegetal. Y, entre ellos, destacan las frutas, por lo general compuestas por agua en un 90%:

  • Sandía: es la fruta estrella del verano y no sólo por su sabor refrescante sino por su alto contenido de agua (95%). Además, es rica en licopeno, un antioxidante que protege la piel del daño solar y contribuye a la salud cardiovascular.
  • Frutos rojos: como las fresas, moras, arándanos y frambuesas. Se trata de frutas bajas en calorías, pero también ricas en fibra y fuente de vitamina C y antocianinas. Estas últimas son antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y a mejorar la función cerebral.
  • Melón: al igual que la sandía, el agua ronda el 90% de su peso. Y contiene betacaroteno, antioxidante que el cuerpo transforma en vitamina A para contribuir a la salud cutánea y ocular.
  • Cítricos: aquí se incluyen las naranjas, los limones, los pomelos o las limas. Estas son grandes fuentes de vitamina C, ideal para el cuidado de las células de la piel, los huesos y el tejido conectivo.
  • Kiwis: aportan más vitamina C, necesaria también para el correcto desarrollo del cuerpo y reparación de los tejidos.

Además de las frutas, las verduras son otros alimentos que contienen poderosos antioxidantes:

  • Espinacas: son ricas en las vitaminas K, A, C y ácido fólico, fundamentales para la oxigenación sanguínea, la formación de glóbulos rojos, para la salud de los ojos y el mantenimiento de los tejidos.
  • Pepino: al estar conformado por agua en un 95%, es fuente de muchos antioxidantes. Destaca la vitamina K, que previene la muerte celular, y antioxidantes como los flavonoides, que ayudan a combatir el daño en las células.
  • Pimientos rojos y verdes: ambas variedades presentan vitamina C y vitamina A. Esta última contribuye a fortalecer los sistemas inmune y reproductivo, favorece el crecimiento y la visión normal.
  • Brócoli y coles de Bruselas: también presentan un alto contenido de vitamina C.
  • Tomate: contiene vitamina A en forma de carotenos, nutriente encargado de producir melanina para proteger a la piel del daño solar.

Los productos de origen animal también disponen de antioxidantes, aunque en menor proporción. Destacan:

  • Lácteos.
  • Huevos: son ricos en las vitaminas de los grupos A, E y B. La vitamina E propicia el adecuado funcionamiento del sistema inmune, participa en la formación de glóbulos rojos y ayuda en la utilización de la vitamina K. Por otro lado, la vitamina B contribuye al metabolismo energético normal y al cuidado del sistema nervioso.
  • Salmón salvaje: ofrece vitaminas A, B y D. Esta última colabora en la absorción del calcio, imprescindible para la salud ósea.
  • Carne de res: este tipo de carne aporta principalmente vitaminas del grupo B. Ayudan en la producción de material genético. Asimismo, mantienen el adecuado funcionamiento del sistema nervioso.

Por último, no hay que olvidar los frutos secos y el aceite de oliva virgen extra, este grupo de alimentos no sólo es interesante por su composición de omega 3. También son fuente de vitamina E, que ayuda a las células cutáneas a retener humedad. Además, este antioxidante tiene propiedades antiinflamatorias.

Vacaciones sin pausas respiratorias: Planificación para pacientes con enfermedades respiratorias

Estos son los consejos para planificar el verano de los pacientes con enfermedades respiratorias

Dra. Johanny Vargas Rodriguez. Especialista en Neumología Integrativa, Terapias Respiratorias Domiciliarias, Trastornos del Sueño, Microbiota e Inmunonutrición. Actualmente se encuentra en proceso de formación en PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIe).

Planificar unas vacaciones de verano puede ser emocionante, pero para los pacientes con enfermedades respiratorias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma o la fibrosis pulmonar, puede presentar desafíos adicionales. Asegurarse de que se pueda mantener una terapia respiratoria adecuada durante el viaje es esencial para disfrutar de unas vacaciones seguras y placenteras.

Este artículo ofrece una guía práctica y basada en evidencia para ayudar a los pacientes y sus cuidadores a planificar unas vacaciones sin pausas respiratorias.

a) Planificación previa al viaje

1. Consulta con tu Médico

Antes de planificar tu viaje, es crucial que hables con tu médico o especialista en enfermedades respiratorias. Ellos pueden proporcionarte una evaluación de tu estado de salud y ofrecer recomendaciones específicas para tu viaje. Asegúrate de discutir:

La idoneidad del destino: Consulta sobre posibles problemas relacionados con la altitud, la calidad del aire y el clima del destino.

Medicación y terapias: Solicita recetas adicionales y asegúrate de tener suficiente medicación para la duración del viaje.

2. Preparación de los suministros médicos

Asegúrate de llevar contigo todos los suministros médicos necesarios, incluyendo:

Medicación: Lleva suficiente medicación para todo el viaje, más un extra por si acaso.

Dispositivos respiratorios: Incluye inhaladores, nebulizadores, y dispositivos CPAP o BiPAP si los usas.

Oxígeno suplementario: Si necesitas oxígeno suplementario, asegúrate de organizar su suministro con antelación. Contacta a las aerolíneas y proveedores locales para coordinar el suministro de oxígeno.

3. Durante el viaje

Transporte

Viaje en Avión

Consulta con la Aerolínea: Informa a la aerolínea sobre tu condición médica y necesidades especiales. Algunas aerolíneas pueden requerir documentación adicional o coordinación previa para proporcionar oxígeno a bordo.

Presión de cabina: Si utilizas oxígeno suplementario, verifica si la aerolínea puede proporcionarlo o si necesitas llevar tu propio concentrador de oxígeno portátil aprobado.

Viaje en coche

Paradas frecuentes: Planifica paradas regulares para moverte y respirar aire fresco.

Suministros a mano: Mantén todos tus suministros médicos fácilmente accesibles.

4. Estancia en el destino

Alojamiento

Verifica las instalaciones: Asegúrate de que el lugar donde te alojarás tiene un ambiente libre de humo, buena ventilación y no presenta barreras para el acceso a suministros médicos.

Refrigeración de medicamentos: Si necesitas mantener tus medicamentos refrigerados, verifica que haya un refrigerador disponible.

5. Actividades

Evita actividades exigentes: Selecciona actividades que no requieran un esfuerzo físico excesivo.

Cuidado con la altitud: La altitud elevada puede afectar la respiración, por lo que es recomendable evitar destinos de gran altitud si tienes problemas respiratorios graves.

b) Consejos para una buena salud respiratoria durante el viaje

1. Mantén una buena hidratación

    Beber suficiente agua ayuda a mantener las mucosas hidratadas y puede mejorar la función pulmonar.

    2. Evita exposiciones a irritantes

    Humo del tabaco: Mantente alejado de áreas donde se permite fumar.

    Contaminantes del aire: Evita salir en días con altos niveles de contaminación.

    3. Realiza ejercicios de respiración

    Practica ejercicios de respiración diafragmática y técnicas de respiración de labios fruncidos para mantener la eficiencia respiratoria.

    4. Seguimiento de la salud

    Lleva un registro de tus síntomas y mediciones de función pulmonar, si es posible, para detectar cualquier cambio en tu condición de manera temprana.

    c) Recursos y ayuda adicional

    Aplicaciones y dispositivos móviles

    Utiliza aplicaciones de salud para hacer un seguimiento de tu medicación, recordatorios y ejercicios de respiración.

    Organizaciones de apoyo

    Conclusión

    Planificar adecuadamente unas vacaciones puede permitir a los pacientes con enfermedades respiratorias disfrutar de un viaje seguro y placentero. Consultar con el médico, preparar todos los suministros necesarios y tomar precauciones específicas durante el viaje son pasos cruciales para evitar interrupciones en la terapia respiratoria. Con la preparación adecuada, es posible disfrutar de unas vacaciones sin pausas respiratorias y mantener una buena salud pulmonar mientras se exploran nuevos destinos.

    ¿Por qué debemos proteger nuestro cabello del sol?

    Los rayos UV afectan negativamente a la cutícula de las fibras capilares

    En los meses de verano es cuando más pensamos en protegernos del sol, pero generalmente sólo nos enfocamos en cuidar de nuestra piel con crema solar. Sin embargo, ¿has pensado alguna vez si nuestro cabello necesita también algún tipo de protección? Porque la respuesta es que sí y lo cierto es que la mayoría de nosotros pasa por alto esta parte del cuerpo.

    Al igual que los rayos solares son nocivos para nuestra piel, el pelo también sufre sus consecuencias. Además, cumple una función biológica vital, que es proteger nuestra cabeza y cuero cabelludo de los agentes externos (sol incluido). Por lo tanto, su protección debe preocuparnos por este y por otros motivos. El principal de ellos, por el daño estructural que ocasiona en las fibras capilares, dañando la cutícula o capa externa que protege el interior del cabello y cuyo deterioro provoca pérdida de humedad y fragilidad.

    El sol también propicia la sequedad del pelo, haciéndolo más propenso al encrespamiento, puede causar el desgaste de color (especialmente en cabellos teñidos), afectar a su luminosidad natural y hacer que pierda proteínas como la queratina, componente esencial que le da fuerza y elasticidad. En definitiva, los rayos solares ocasionan un desgaste a todos los niveles, que termina debilitando las fibras capilares y favoreciendo su caída.

    ¿Cómo podemos proteger el cabello?

    Atendiendo a todos estos motivos, ahora comprendemos por qué debemos proteger el cabello durante la exposición solar. A continuación, te contamos cómo puedes hacerlo:

    • Utiliza sombreros o pañuelos, que proporcionan sombra directa al cabello y también protegen el cuero cabelludo. Los sombreros de ala ancha son los mejores accesorios para cubrirnos.
    • Aplica protector solar para el cabello, un producto específicamente formulado para el pelo que ayuda a bloquear los rayos UV y a mantener la humedad.
    • Evita la exposición al sol en las horas de mayor incidencia, esto es entre las 11:00h y las 17:00h. Mantente a la sombra o en espacios al interior no sólo para proteger tu cabello del sol, sino para evitar la deshidratación y los golpes de calor.
    • Escoge productos capilares que incorporen protección UV, ya que algunos champús, acondicionadores y cosméticos para peinar están diseñados para proteger frente a los daños solares. Así garantizarás una protección completa del cabello en tu rutina.
    • Mantén el cabello bien hidratado con el uso de acondicionadores y mascarillas ricas en nutrientes. Una hidratación adecuada ayuda a proteger la cutícula y a mantener las fibras capilares más fuertes, evitando la pérdida de humedad.
    • Opta por llevar peinados que protejan más del sol, como las trenzas o los moños.  Así cubrirás una mayor parte del cabello que si decides lucir melena suelta.
    • No utilices en exceso planchas, secadores o tenacillas calientes, con el objetivo de minimizar el daño sobre el cabello y no contribuir a su debilidad. 

    ¿Cuáles son los helados más saludables?

    Con estas opciones, podemos recurrir a los helados para refrescarnos en verano sin remordimientos

    Combatir el calor en verano no es tarea fácil: ingerimos mucho más agua, buscamos planes de interior o a la sombra, ropa más ligera, días de playa y piscina… Y otra alternativa para refrescarnos desde dentro son los helados, aunque siempre deberíamos optar por los más saludables para evitar que las calorías, los azúcares y las grasas que nos aportan consigan exactamente el efecto contrario.

    Puede que no lo creas, pero disfrutar de los helados sin remordimientos es posible. Simplemente debemos hacer un consumo responsable, seleccionando aquellos elaborados con los ingredientes más saludables, con un bajo contenido en azúcar para evitar los picos de glucosa y que sean nutricionalmente interesantes. Aquí te dejamos las mejores ideas de helados saludables para que te decantes por ellos este verano:

    • Helados de frutas naturales: son, sin duda, la opción que más conjuga con nuestro bienestar. Las frutas aportan vitaminas, antioxidantes y fibra, además de brindar un sabor naturalmente dulce que evita las cantidades excesivas de azúcar. Busca helados que utilicen frutas frescas y sin aditivos artificiales para obtener el máximo beneficio para tu salud.
    • Helados bajos en grasas y calorías: algunas marcas elaboran productos reducidos en grasas y calorías para disminuir el aporte energético y no aumentar los niveles de colesterol en sangre. Por lo tanto, esta alternativa cuida nuestra figura y también podemos incluirlos dentro de nuestra dieta equilibrada. Dentro de esta categoría tenemos los helados hechos con leche descremada o leches vegetales, que reducen considerablemente la cantidad de grasas a ingerir.
    • Helados de leche vegetal: también son más bajos en grasas porque sustituyen la nata o leche cremosa por derivados de vegetales obtenidos de su semilla o fruto, como pueden ser la soja, las almendras o el arroz. Además, son una opción muy interesante para las personas que siguen una dieta vegana o que son intolerantes a la lactosa.
    • Helados sin azúcares añadidos: utilizan otros edulcorantes artificiales o naturales como sustitutos del azúcar, que son mucho menos calóricos y reducen los picos de glucosa en sangre. Estos helados están especialmente indicados para diabéticos, de tal forma que no tengan que renunciar a ellos. Eso sí, conviene verificar las etiquetas para asegurarse de que no contengan azúcares ocultos o exceso de edulcorantes.
    • Helados con probióticos: son beneficiosos para la salud intestinal, ya que aportan microorganismos saludables que promueven el equilibrio de la flora intestinal y, consecuentemente, mejoran las funciones digestivas y fortalecen el sistema inmune.
    • Helados caseros: nada mejor dentro de las opciones saludables que los helados que puedas hacer tú mismo, teniendo el control de los ingredientes que utilizas. Puedes probar distintos tipos de frutas, leches vegetales, endulzantes y otros ingredientes saludables para crear helados personalizados según tus preferencias.

    Recuerda que, aunque esta lista de helados sea más saludable, hay que seguir controlando el tamaño de la porción, pues no dejarán de aportarte calorías. También te recomendamos reservarlos para ocasiones especiales y no convertirlos en un hábito diario por el mismo motivo, consumiendo los helados a modo de postre y después de comidas ligeras, preferiblemente nunca acompañando las cenas.

    Técnicas para relajarte y olvidarte del estrés en verano

    Aunque nos vayamos de vacaciones, no siempre somos capaces de desconectar de la rutina

    El verano es la época favorita de muchas personas y no sólo porque las buenas temperaturas y el mayor número de horas de luz que tenemos a lo largo del día generan un impacto positivo en nuestra autoestima. Además, llegan las merecidas vacaciones y, con ellas, una oportunidad de desconectar del trabajo y de nuestras responsabilidades diarias para cargar las pilas.

    Sin embargo, cada vez nos es más difícil desconectar, bien porque estamos enganchados al teléfono, a las redes sociales o porque no nos fijamos unas planes que nos lo permitan del todo. Pero desconectar es obligatorio para asegurarnos un buen rendimiento durante el resto del año y no sufrir efectos negativos en el medio y largo plazo que tienen que ver con nuestra capacidad de concentración, neurológica y cognitiva.

    Con motivo del Día Mundial de la Relajación que se celebra este martes, 15 de agosto, y para que puedas disfrutar plenamente del verano y renovarte por completo, aquí te dejamos los pasos imprescindibles que te lo permitirán de verdad.

    • Nuestro primer consejo es muy evidente: desconecta de la tecnología. Practica lo que ya se conoce como ‘ayuno tecnológico’, fijándote un límite de horas al día en las que uses tus dispositivos electrónicos. Los smartphones y tablets en el entorno digital hacen que tengamos que estar siempre conectados para no perdernos ningún evento y permanecer disponibles de manera constante, incluso con nuestro entorno laboral, añadiendo un estrés innecesario a nuestras vidas. Nosotros te recomendamos fijar un máximo de dos horas, utilizando el móvil para actividades estrictamente necesarias y no en periodos más largos de 10 minutos. Si te es difícil controlar el tiempo, puedes instalar una aplicación en tu dispositivo que te cronometre. Comprobarás que, en cuanto logres tu objetivo un par de veces, ¡no querrás volver atrás!
    • Si eliminas el uso de los dispositivos electrónicos de tus días, comprobarás cuántas horas te quedan disponibles para hacer aquello que más te guste: leer un libro, practicar deporte, pintar, hacer manualidades, cocinar o pasar tiempo con la familia. El caso es aprovechar el tiempo más allá de delante de una pantalla, aportándote un tiempo de calidad y que nutra tus pasiones para sentirte mejor contigo mismo y salir de la rutina.
    • Practica la meditación o el yoga con el objetivo de poner tu mente en blanco, escuchar el silencio, controlar la respiración y aliviar el estrés. No hace falta que estés 45 minutos controlando tus respiraciones, sino que con 10 minutos de dedicación al día ya podrás notar los resultados y sentirte más aliviado. Si te escapas a un entono natural, aprovecha la ocasión para meditar unos minutos y verás cómo multiplicas sus beneficios.
    • Sal del ambiente urbano y escápate a la naturaleza para dejar de escuchar los ruidos de la ciudad, respirar aire puro y fluir. Puedes practicar senderismo, acampar, caminar por la playa o, simplemente, pasear por un parque. El objetivo es que puedas disfrutar del valor de la naturaleza y salir de lo cotidiano.
    • Compartir momentos con tu círculo más cercano también ayuda a desconectar. Quedar con los amigos o salir con la familia te permitirá desahogarte y olvidarte de las preocupaciones, pues la socialización es una de las herramientas más poderosas para disfrutar de la vida. Además, es una oportunidad para realizar planes distintos, como practicar actividades creativas, deporte en grupo, realizar excursiones, salir a conocer otros pueblos o ciudades…

    La importancia de la alimentación

    Aunque parezca  mentira, la alimentación también condiciona nuestros niveles de estrés y ansiedad. Alimentos con un alto contenido en cafeína, grasas, azúcar o sal tienen la capacidad de acelerar nuestra presión arterial o de generar dependencia.

    Una dieta saludable y equilibrada, en la que primen las frutas, verduras, carne magra y pescado y un consumo moderado de carbohidratos será la más recomendada. Con una alimentación saludable controlaremos mejor los picos de glucosa y evitaremos los atracones o el picar entre horas.

    Consejos para seleccionar unas buenas gafas de sol este verano

    Hay que prestar atención al tipo de lente y las homologaciones del producto

    Con la llegada del verano y los días soleados, es esencial recordar la importancia de proteger nuestros ojos de los daños de los rayos ultravioleta (UV) durante todo el año, aunque con especial importancia en estos meses. Y es que, al igual que debemos cuidar nuestra piel, la exposición prolongada de nuestros ojos a la radiación solar puede causar problemas oculares a largo plazo.

    Como estarás pensando, la forma correcta de protegerlos es mediante la elección de unas gafas de sol adecuadas. Así que para acertar de lleno y garantizar la máxima protección, vamos a ver los tipos de lentes que existen y qué condiciones deben reunir.

    Cómo elegir unas gafas de sol

    Uno de los primeros aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora de seleccionar unas buenas gafas de sol es el tipo de lente que ofrecen:

    • Lentes con protección UV: estos cristales son imprescindibles, ya que deben bloquear al 100% los rayos UVA y UVB.
    • Lentes polarizadas: reducen el deslumbramiento al bloquear la luz que se refleja en superficies horizontales, como el agua, la nieve o el pavimento mojado. Por estas razones, son las gafas de sol adecuadas para aquellas personas que deseen realizar deportes o actividades al aire libre.
    • Lentes fotocromáticas: se adaptan automáticamente a diferentes niveles de luz, es decir, se oscurecen en condiciones de luz brillante y se aclaran cuando hay poca luz.
    • Lentes espejo: los cristales espejo ofrecen un recubrimiento reflectante en la superficie externa, reduciendo así la cantidad de luz que llega a los ojos. Son estéticamente atractivos y pueden ser útiles en condiciones de luz intensa como, por ejemplo, para la nieve brillante.
    • Lentes de colores: algunas gafas de sol vienen con cristales en diferentes colores, como gris, marrón, amarillo o verde. Estos colores pueden afectar la percepción del contraste y la claridad visual. Por ejemplo, los cristales grises reducen la intensidad de la luz sin alterar los colores, mientras que los marrones pueden mejorar el contraste y reducir el deslumbramiento.
    • Lentes antirreflejantes: este tratamiento se puede aplicar a cualquier tipo de cristal y hace que se atenúen o alivien los reflejos de luz laterales, que son muy molestos para el ojo.

    Adicionalmente al tipo de lente que seleccionemos, hay que prestar atención a que las gafas de sol están correctamente homologadas como señal de garantía de protección a nuestros ojos. Esta homologación se recoge bajo el ‘UV 400’, una característica que indica que filtran la luz con una longitud de onda de hasta 400 nanómetros, y con el símbolo CE en la montura, que asegura que han pasado los estándares de calidad fijados por la Unión Europea.

    Beneficios del surf, un deporte para no perder la rutina física en verano

    El surf es un deporte muy completo que trabaja cuerpo y mente

    Con la llegada del verano, no hay excusas para no mantener nuestra rutina física, ni siquiera en las escapadas de vacaciones. Si este año te has decidido por un plan de sol y playa, entonces es un buen momento para probar el surf, una forma de hacer deporte de manera divertida y refrescante, pero también un tanto exigente.

    Más allá de la diversión y la adrenalina que ofrece, el surf aporta una amplia variedad de beneficios para la salud física y mental. Es un deporte muy completo que involucra a todos los grupos musculares y que, sin duda, mejora nuestra calidad de vida. Estos son todos sus beneficios:

    • El surf es un deporte que requiere de un alto esfuerzo físico: remar para llegar a las olas, mantener el equilibrio en la tabla y realizar maniobras involucra a las capacidades físicas de fuerza, resistencia y flexibilidad. Y es que durante una sesión de surf, se trabaja todo el cuerpo, especialmente los músculos de los brazos, hombros, espalda, abdomen y piernas. Consecuentemente, es un deporte que tonifica el cuerpo y que favorece su movilidad, evitando la atrofia muscular y favoreciendo la elasticidad de nuestra estructura.
    • Este deporte acuático desafía constantemente nuestro equilibrio y coordinación. Mantenerse de pie sobre la tabla mientras las olas nos impulsan requiere de un control preciso de nuestros músculos y de una buena conexión mente-cuerpo. A medida que practicamos surf, desarrollamos una mayor estabilidad y coordinación, lo que se traduce en una mejora de nuestras habilidades motoras.
    • El constante movimiento en el agua y el esfuerzo físico favorecen la quema de grasas y la activación de nuestro metabolismo. Consecuentemente, contribuye al bienestar de nuestro sistema cardiovascular, previniendo enfermedades cardiacas y respiratorias, como son el colesterol LDL, la diabetes tipo 2 o la obesidad.
    • Cuando practicamos surf, se activa todo nuestro cuerpo, incluido el sistema circulatorio. Así que los anticuerpos y leucocitos presentes en el torrente sanguíneo circulan con mayor velocidad, fortaleciendo así nuestro sistema inmunológico. En definitiva, tendremos menos riesgo de contraer enfermedades.
    • La mente es otra de las grandes beneficiadas a la hora de practicar surf. Como con cualquier otro deporte, nuestro organismo libera endorfinas, conocidas como las ‘hormonas de la felicidad’. Además, sumergirse en el océano y conectar con la naturaleza tiene un efecto calmante y relajante. La combinación entre deporte y entorno natural crea un ambiente propicio para descargar la tensión y reducir el estrés y la ansiedad.
    • El contacto con el agua salada es un gran exfoliante para la piel, que depura las células muertas y elimina la suciedad de todos los poros. También es un excelente tratamiento para los callos o pieles agrietadas. Además, la sal tiene propiedades antisépticas, es decir, hace que heridas, erupciones o abrasiones curen más rápido.

    Guía práctica para cuidar tu rostro de los rayos del sol

    El rostro es la parte del cuerpo que más se expone a los rayos ultravioletas

    La piel es el órgano más grande del cuerpo. Las manos y el rostro son las partes del cuerpo que más se exponen al sol y por lo tanto, las que más peligro tienen a las altas temperaturas. Es más, según informan desde Quirónsalud, el verano supone fuertes problemas en la piel cuando no se tienen precauciones correctas.

    En general, en el ámbito de la protección y cuidado de la piel, el ya inminente verano, presenta unas características muy especiales. Por un lado debemos de tomar las precauciones tradicionales al sol e incluso reforzarlas. Esto se debe a que “el sol puede ser un excelente amigos, que nos regala la vitamina D, pero también es un terrible enemigo capaz de provocar cáncer de piel”, explican desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

    Después de haberte recordado lo importante que es cuidar la piel en su totalidad, a continuación te ofrecemos consejos para cuidar la piel de tu rostro y así evitar las imperfecciones y las enfermedades que puede causar el sol, que en algunos casos, pueden llegar a ser muy graves.

    • Recuerda estar bien hidratado: es importante crear una superficie cutánea para que el agua quede retenida en el interior y así proteger toda la extensión de la piel. Por eso, no olvides beber agua y utilizar productos hidratantes de forma constante.
    • Utiliza protector solar: los protectores solares son agentes que ayudan a prevenir que los rayos ultravioletas (UVA) lleguen a nuestra piel. La Fundación de Cáncer de Piel insiste en la importancia de  utilizar protección solar en cada exposición continua al sol cada dos horas. Además, no olvides echarte esta crema unos 20 minutos antes de salir de casa.
    • Limpiezas diarias: aunque las limpiezas faciales tienen que realizarse durante todo el año, en verano son más importantes que nunca. Gracias a esta acción es posible eliminar las impurezas y preparar la piel para su exposición solar. Deberán realizarse de forma diaria, sin perfumas y capaces de eliminar la suciedad sin alterar el manto ácido de la piel.
    • Evita el sol en ciertas horas: para cuidar tu rostro de forma efectiva deberás evitar la exposición al sol entre las 10:00 y las 16:00 horas, ya que durante este tiempo los rayos del sol son más fuertes.
    • Lleva una buena alimentación: es uno de los puntos clave para cuidar la piel ya que muchos alimentos tienen la capacidad de contribuir en la prevención de la degeneración celular.
    • No olvides cuidar los ojos: la seguridad y salud de los ojos es muy importante, sobre todo en esta época. Para mantenerlos fuera de peligro será necesario utilizar gafas de sol que protejan de los rayos UVA.

    Por último, no olvides acudir al dermatólogo una vez al año para que revise el estado de tu piel. Él se encargará de contestarte todas las dudas que te surjan y te dará los consejos más adecuados para tu tipo de piel.

    Recomendaciones para disfrutar del verano sin que tu enfermedad respiratoria te frene

    Con las altas temperaturas es fundamental seguir unos cuidados específicos

    A menudo relacionamos las enfermedades respiratorias con la época invernal. Sin embargo, las personas que sufren enfermedades como EPOC, asma o bronquitis siguen teniendo sus síntomas en verano. Es más, las altas temperaturas y algunas actividades de esta propia época pueden tener efectos sobre determinadas patologías respiratorias.

    Durante esta estación es fundamental seguir unos cuidados específicos. A continuación, te contamos algunos de ellos que mejoraran tu salud respiratoria, tu calidad de vida y podrás disfrutar del verano con tus familiares y amigos.

    • Evita temperaturas extremas: es difícil pensar cómo sería el verano sin el aire acondicionado. Las temperaturas frescas pueden aliviarnos frente al calor, pero también pueden perjudicar la salud pulmonar. Por eso, Neumoteknon recomiendan que la temperatura del aire acondicionado no baje nunca de los 22,5 grados y con una humedad relativa del 35 al 60%.
    • Rehúye los cambios bruscos de temperaturas: es habitual que en ciertos lugares públicos tengan temperaturas muy bajas y con el aire acondicionado a tope, pero en la calle la temperatura muy elevada. Esto condiciona cambios bruscos de temperatura al entrar y salir de los sitios.
    • ¿Playa o montaña?: en la playa hay más humedad, pero más calor. En el caso de la montaña, se está más fresco pero el clima puede ser más seco. La Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid) explica que lo ideal es buscar lugares con un clima estable y moderado.
    • No olvides tu tratamiento: si vas a viajar, lleva contigo tus medicamentos que debes tomar y en cantidades suficiente para todos los días que vas a estar fuera de tú casa.
    • ¿Puedo viajar en avión?: la respuesta es sí. Aun así, consulta antes con tu médico si tus condiciones son las adecuadas para realizar un viaje aéreo, sea largo o corto.
    • Mantente hidratado: la Fundación Española del Corazón (FEC) destaca la importancia de mantener una buena hidratación en todas las etapas y situaciones de la vida. Más importante es esta recomendación para aquellos pacientes que sufren una enfermedad respiratoria. En verano se suda más y es necesario mantener un correcto estado de hidratación del organismo. Con ello, se facilita que las flemas sean más fáciles de eliminar.

    Además, no te olvides de las medidas de prevención para evitar cualquier otro problema de salud: evita salir de casa durante las horas centrales del día, evita comidas copiosas, toma frutas y verduras, reduce la actividad física y usa ropa de tejidos naturales, ligera y holgada.

    Lo mejor que puedes hacer es anticiparte a las altas temperaturas y establecer con tu neumólogo un plan que te ayude a disfrutar del verano sin preocuparte de que tu enfermedad respiratoria pueda complicarse.

    Combate el calor con estas frutas de temporada

    Con las altas temperatura estos alimentos se posicionan como los más refrescantes y saciantes

    Desde hace un par de semanas, el calor nos ha estado acompañando. Pero, es en este mes cuando empieza el calor sofocante. En este caso, hay ciertos alimentos que son ideales consumir en estos periodos donde las temperaturas son más elevadas, teniendo en cuenta que aportan, vitaminas, hidratos, y sobre todo, agua al organismo.

    Las frutas son una parte vital de las cocinas en todo el mundo. La evidencia es clara. Las Organizaciones de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura detallan que las frutas apoyan las funciones corporales y el bienestar físico, mental y social en todas las edades.

    Estos alimentos son ricos en vitamina A, calcio, hierro y ácido fólico, lo que puede promover una buena salud y fortalecer el sistema inmunológico. Además, la fibra y los antioxidantes de las frutas y verduras pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares.

    Con todos estos beneficios, es importante aprovechar las frutas de temporada, ya que al consumirla dentro de su ciclo natural, evitamos que haya un cultivo forzado de los mismos y disfrutaremos de un mejor sabor y precio.

    Fruta de temporada en verano

    • Sandía: este fruto es muy apreciado por ser refrescante y rica en agua y sales. En concreto, es la fruta que mayor cantidad de agua contiene, por lo que tienen un bajo contenido energético y cantidades apreciables de diversas vitaminas. Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), lo más destacable en su composición es su contenido en carotenoides sin actividad provitamínica, entre los que destaca el licopeno.
    • Cerezas: es rica en hidratos de carbono, principalmente azúcares simples como fructosa, glucosa y sacarosa. Asimismo, su valor calórico es moderado respecto al de otras frutas. Aporta cantidades considerables de fibra, por lo que mejora el tránsito intestinal. En lo que se refiere a su contenida en vitaminas, están presentes la C, tiamina, folatos y provitamina A.
    • Peras: tiene cantidades apreciables de fibra, especialmente de tipo insoluble, rica en lignina. De los minerales destaca el potasio y de las vitaminas remarcamos la C.
    • Melón: al igual que la sandía, contiene una alta cantidad de agua y una cuantía de azúcar inferior a la de otras frutas, lo que hace que el melón sea una de las frutas con menor contenido energético. Además, aporta una cantidad apreciable de diversas vitaminas y minerales.
    • Mango: una pequeña cantidad de azúcar y entre sus nutrientes también se encuentran las vitaminas C, B9, A y E.

    Está claro que las frutas se coronan como el alimento estrella de los meses de calor. Sus múltiples nutrientes justifica que sea uno de los componentes de la dieta, “siempre fresca, en el estado óptimo de maduración y sola”, explican desde Sanitas. Es el mejor tentempié que nos podemos imaginar y una buena manera de refrescarse y calmar la sed.

    No olvides lavar las frutas antes de comerlas o cortarlas para eliminar los restos de tierra, hojas o químicos como pesticidas.

    Los riesgos del verano para la salud de tus ojos y cómo puedes evitarlos

    No usar lentillas bajo el agua y sí utilizar gafas especiales para el buceo son algunas de las indicaciones para proteger los ojos este verano

    Cuando vamos a la playa o la piscina solemos hacer uso de cremas para la piel, sombreros, gorras y gafas de sol para protegernos de la exposición solar. ¿Por qué protegemos los ojos fuera del agua, y no dentro?

    Muchas veces olvidamos que la exposición solar no es el único factor que puede dañar nuestros ojos. En verano, principalmente, el agua es el elemento de mayor riesgo ya que es cuando realizamos diversas actividades sumergidos bajo el agua como la natación, el submarinismo, surf, etcétera.

    En esta línea, desde Quirónsalud enumeran los riesgos que entraña abrir los ojos en el agua: 

    • Irritación en los ojos: el cloro y otros productos químicos que contiene el agua de la piscina pueden afectar directamente a la película lagrimal que protege e hidrata el ojo, debilitándola y causando irritación, lagrimeo y sensación de cuerpo extraño, que se conoce como “ojo rojo”.
    • Conjuntivitis infecciosa: En el agua conviven distintos gérmenes y bacterias que pueden ser causa de infección ocular, bacteriana o vírica.
    • Queratitis: se trata de una inflamación de la córnea causada por algunas bacterias como la Pseudomona o la Acanthamoeba, presentes en el agua del mar.
    • Visión borrosa: en ocasiones un contacto muy regular con el agua de la piscina puede derivar en problemas crónicos como la visión borrosa.
    • Picaduras: medusa u otras especies marinas pueden dañar la córnea o la conjuntiva provocando una quemadura.
    • Traumatismos: existe un mayor riesgo de sufrirlos si se practica algún deporte acuático o por el contacto físico.
    • Hiposfagma: con la práctica del submarinismo se puede producir un derrame ocular causado por los cambios de presión. Las consecuencias suelen ser leves.

    Los ojos son una parte del cuerpo muy delicada y requieren de una buena higiene y cuidados. Por ello, es importante mantener algunas precauciones durante la exposición acuática:

    • Evitar abrir los ojos bajo el agua en la media de lo posible, tanto en el mar como en la piscina.
    • Hacer uso de gafas de buceo homologadas y que reúnan las siguientes condiciones: que se adapten al contorno del ojo evitando la entrada de agua, que tengan filtros de protección ultravioleta (UV), sistema antifogpara evitar el vaho, sello CE y referencia ISO.
    • No utilizar lentes de contacto bajo el agua ya que aumenta notablemente el riesgo de infección.
    • Ducharse antes de meterse en el agua del mar o la piscina para eliminar posibles restos de protectores solares y otros productos que puedan causar reacción con el cloro.
    • Ducharse después de bañarse en el mar o la piscina para eliminar los restos de cloro y sal. No secar los ojos friccionando excesivamente.

    Además, desde la Asociación Profesional de Oftalmólogos de España, insisten en la importancia de mantener una buena hidratación, debido a que tanto el calor como el aire acondicionado evaporan rápidamente la capa de lágrimas que protege la superficie de nuestros ojos. Y lo mismo sucede si dedicamos varias horas a las pantallas de ordenador, tablet o móvil.

    Por ello, mantener una buena hidratación protegerá tus ojos, evitará el enrojecimiento o sensación de arenillas y la visión borrosa que origina la sequedad.

    En cualquier caso y ante cualquier duda, consulta con tu médico oftalmólogo para que te recomiende el tratamiento adecuado.