Te contamos cómo disfrutar de estas fechas sin que tu salud se resienta.
La Navidad es el momento idóneo para reunirnos en familia y/o con buenos amigos, y para desconectar un poco de nuestra rutina. No obstante, que rompamos nuestra cotidianeidad y cambiemos nuestros hábitos alimentarios no significa que dejemos de cuidarnos.
La Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) estima que durante estas fechas, los españoles solemos incrementar el peso entre 3 y 5 kilos de media. De ahí, la importancia de seguir una correcta alimentación, a pesar de los dulces, la copas de más y las comidas copiosas.
Los expertos recomiendan limitar los productos más calóricos, como el turrón, los mazapanes y los bombones, a los días clave de las Fiestas, evitar los excesos durante el resto de la semana, seguir una alimentación equilibrada y caminar más.
Consejos para unas Fiestas más sanas
- Planifica los menús: si planeas las comidas de toda la semana, no sólo la de los días de festín, tendrás un mayor control de lo que ingieres. Evita, sobre todo, no comer las sobras durante tres días. Es preferible congelar el sobrante que seguir excediéndonos con las calorías los días posteriores.
- Guarda los dulces: no abusar de los dulces navideños y limitarlos únicamente a los momentos ocasionales. Para no caer en la tentación, lo mejor es esconderlos en algún armario y sacarlos solo para las veladas especiales.
- No abandones la dieta mediterránea: los días que no sean de celebración es conveniente seguir con una alimentación saludable y equilibrada, propia de la dieta mediterránea. Este patrón destaca el consumo de al menos 5 raciones de fruta y verdura al día, incorporar 2 o 3 veces legumbres y comer pescado unas 3 veces por semana.
- Come despacio y varias veces al día: cuando masticamos adecuadamente (unas 20-25 veces cada bocado) nos saciamos antes y facilitamos la digestión de los alimentos. Igualmente, es más beneficioso realizar entre 4 y 5 comidas al día que darse un atracón de una sola sentada. Recuerda comer poco y más veces al día.
- Mantén el cuerpo hidratado: los días entre fiestas evita el alcohol y bebe más agua. Nuestro organismo necesita entre 1,5 y 2 litros de agua al día para funcionar correctamente. También puedes tomar algunas infusiones digestivas de manzanilla, cardamomo o jengibre que, además de calmar el ardor y la acidez de estómago, serán un plus de hidratación.
- Elabora platos más saludables: incluye en tu planificación culinaria recetas ligeras, bajas en grasas y en cantidades calculadas. Aplica, siempre que puedas, una base de verduras, caldos sin grasa y purés con cebolla, calabaza o apio, y huye de salsas y fritos. Opta por la fruta fresca, yogures o lácteos desnatados para elaborar postres nutritivos.
- Ponte en acción: no olvides practicar ejercicio físico diario. Ayuda en las tareas domésticas, haz bricolaje o sal a pasear de 30 a 60 minutos al día. Las Navidades nos permiten disfrutar de más tiempo libre y, una buena manera de compensar los excesos de las comidas y aprovechar este tiempo, es pasear con la familia. Con esta actividad física de intensidad moderada consigues mejorar la masa muscular, la capacidad física y, por supuesto, te ayuda a mantener el peso.
Si sigues estas recomendaciones, las Navidades te subirán el ánimo sin perjudicar tu salud. Plantéate como objetivo para estas Fiestas mantenerte en tu peso habitual y disfrutar de tus seres queridos, por encima de todo.
“Este es el mensaje de Navidad: Nunca estamos solos”, Taylor Caldwell, novelista estadounidense.