Como buenos productos de temporada, es el momento óptimo para su recogida y consumo, generando una gran protección para nuestra salud
La ingesta de frutas cítricas en una estación como otoño se ha posicionado como una de las mejores herramientas para hacer frente a los cambios meteorológicos que se suceden en este periodo y prevenir los habituales resfriados. No en vano, es el momento óptimo para su recogida y consumo; como buenos productos de temporada, sirven una gran protección a nuestra salud. Además, son más sabrosos y respetuosos con el bolsillo de los consumidores.
Algunas de las más habituales son las naranjas, mandarinas, limones, limas, pomelos o las piñas, todas ellas englobadas en el género citrus. En este contexto, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuestan por un consumo diario de estas frutas, en paralelo con otros productos frescos y nutritivos.
A continuación podrás conocer algunas de las magníficas propiedades que presenta el consumo regular de cítricos:
- Fuente de vitaminas y minerales para tu organismo. Como bien sabrás, los cítricos presentan una alta concentración de vitamina C. Sin embargo, no es la única que encontrarás en estas frutas: también cuentan con vitaminas A, B1, B2 y C, además de minerales como el potasio, el cobre y el azufre, fundamentales para un organismo saludable.
- Activación del sistema inmunitario. El otoño viene acompañado de una disminución de las temperaturas y la llegada de condiciones climáticas adversas como las precipitaciones. Este escenario hace necesario ingerir alimentos con vitamina C, que permite aumentar la capacidad del cuerpo para hacer frente a los microbios y facilita la creación de anticuerpos. Dado que el organismo no puede producirla por sí solo, es recomendable ingerir unos 80mg diarios a través de los cítricos para llegar a los requerimientos planteados.
- Protección de la microbiota a través de la fibra. Común al resto de frutas y productos de origen vegetal, los cítricos como las naranjas o los pomelos son de gran ayuda para preservar la salud digestiva mediante la protección de la microbiota. Y es que, además de su gran aporte de vitaminas y minerales, disponen de fibra alimentaria que fermenta, parcial o totalmente, en el intestino grueso.
- Bajos en calorías. Si tu objetivo es el control del peso, los cítricos se convertirán en tu mejor aliado. Cuentan con gran cantidad de agua y una cantidad reducida de fructosa, lo que hace que estas piezas de fruta presenten calorías muy bajas. Es el caso de una naranja (47 calorías), una mandarina (53 calorías) o 100 gramos de piña (50 calorías).
- Depuran tu organismo. Finalmente, la acumulación de toxinas en determinados órganos como los riñones, la vesícula o el hígado deriva en la formación de cálculos biliares y renales, así como otros problemas de salud. Los expertos recomiendan la ingesta de frutas cítricas con regularidad para prevenir estas situaciones.