Consejos para trabajar de pie o sentado

Conoce las posturas más beneficiosas, según tu puesto de trabajo

Estar en la misma posición durante mucho tiempo, cargar un exceso de peso o hacer movimientos bruscos puede provocar molestias en cervicales, lumbares y articulaciones que limiten nuestra movilidad. Los expertos recomiendan adoptar posturas lo más natural posibles y cambiar de posición a menudo.

Si se trabaja sentado, lo mejor es tener la espalda apoyada, la pantalla del ordenador a la altura de los ojos y los pies en el suelo. En cambio, si se trabaja de pie es importante andar a menudo y cambiar de pierna de apoyo para activar la circulación sanguínea.

En el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo (28 de abril) nos gustaría darte algunos consejos sobre cómo debería ser la posición correcta durante tu jornada laboral.

La mejor postura frente al ordenador

Adapta la silla: utiliza una con respaldo alto, que cubra toda la espalda hasta el cuello. Regula la altura, de manera que apoyes los antebrazos a la mesa y los codo queden a un ángulo de 90 grados.

Apoya la espalda: colócate lo más atrás del asiento posible, el coxis debe estar pegado al respaldo. Mantén los hombros relajados y hacia atrás. Los pies deben tocar el suelo para no tirar de las lumbares. Si no llegas, pon un reposapiés. La mejor postura frente al ordenador

Distancia frente al ordenador: entre tú y el ordenador deben haber unos 40 centímetros. La pantalla tiene que quedar a la altura de los ojos para evitar, así una inclinación prolongada que podría ocasionar mareos.

Da luz al espacio: evita una iluminación demasiado baja, o que incida directamente en la pantalla y produzca reflejos.

Haz pausas: levántate cada hora y camina unos metros. Aprovecha esta pausa para cambiar de postura, estirar el cuello hacia los lados, mover los hombros arriba y abajo y balancear los brazos.

¿Cómo colocarse si se trabaja de pie?

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo aconseja seguir una serie de pautas en el ámbito laboral para prevenir posibles molestias innecesarias:

  1. Acércate al mostrador: la mesa, el mostrador o la cinta sobre la que trabajas debe estar mínimo a la altura de los codos. Aproxímate al plano de trabajo por lo que los pies puedan quedar por debajo.
  2. Compensa el peso: abre un poco las piernas, así repartirás el peso de las cargas. Si te apoyas más en un lado, cambia frecuentemente de apoyo. De vez en cuanto, camina unos pasos y agáchate.
  3. Usa calzado cómodo: utiliza zapatos que te permitan mover los dedos gordos de los pies y, a poder ser, con un tacón de no más de 5 cm de alto. Un calzado con la punta demasiado estrecha causa fatiga y dolor. Si trabajas sobre superficies metálicas o de cemento, usa plantillas suaves que amortiguarán el contacto con el suelo.
  4. Al coger peso: acércate a la carga y, con los pies separados, dobla las rodillas al inclinarte y haz fuerza con las piernas para impulsar la carga. Tuerce el tronco, pero mantén la columna recta. Coge el peso no sólo con los dedos, sino con toda la palma de la mano. ¿Cómo colocarse si se trabaja de pie?
El ejercicio físico es un gran aliado para tener una postura correcta, recuerda moverte a diario.

Alimentos de temporada, ¿por qué comerlos?

Aprende qué productos comer según la época, para seguir una alimentación equilibrada

Las frutas y hortalizas tienen una época de siembra, cultivo y recogida, es decir, una estación óptima para su recolección y consumo. Afortunadamente, en nuestro país tenemos todo el año una gran variedad de vegetales, con múltiples propiedades y deliciosos aromas y sabores.

Beneficios de los productos del tiempo

El Ministerio de Agricultura español ha publicado el calendario de los productos para adquirirlos en su mejor momento. De acuerdo con estas recomendaciones, comer con ingredientes de temporada tiene múltiples ventajas:

  1. Los productos resultan más sabrosos y de mejor calidad, ya que se encuentran en su momento perfecto de maduración y, por tanto, de ingesta.
  2. Las frutas y hortalizas mantienen intactos sus nutrientes.
  3. Impedimos que se rompa la cadena de reproducción y favorecemos el mantenimiento de las reservas naturales.
  4. Los precios de los alimentos de temporada son más económicos.

¿Cuáles son las frutas y hortalizas de primavera?

La primavera abarca desde finales de marzo hasta finales de junio. En esta estación los días se alargan, las temperaturas se suavizan y las plantas vuelven a dar frutos.

– Las frutas de primavera son, especialmente, nísperos y fresones, así como naranjas, kiwis, melocotones, cerezas y nectarinas.

– En los mercados podemos adquirir las hortalizas siguientes: cebollas, lechugas, nabos, rábanos, zanahorias, espárragos, judías verdes, ajo y pepino. Las legumbres frescas, como los guisantes y las habas, también son exclusivos de esta temporada.

Como puedes ver muchos de estos productos los podemos encontrar todo el año, pero los de temporada siempre serán más ricos, más baratos y más sanos.

Cinco raciones entre frutas y hortalizas al día es el consumo mínimo recomendado por la comunidad científica y sanitaria.

Astenia, cansancio en primavera

Descubre cómo superar la fatiga y el decaimiento que puede traerte la nueva estación

La astenia se define como la falta de energía o decaimiento, caracterizada por una sensación de fatiga física y psíquica, bajo tono vital y apatía. Según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), la subida de las temperaturas y el incremento de horas de luz de la primavera pueden provocar alteraciones físicas y del estado de ánimo en muchas personas.

Irritabilidad, somnolencia, cansancio y tristeza son los síntomas más frecuentes asociados a la astenia. En la mayoría de los casos, se trata un síntoma leve, aislado y pasajero que suele remitir en menos de dos semanas.

¿Qué hacer para aliviar el cansancio?

Los expertos recomiendan tener paciencia e intentar llevar un estilo de vida saludable:

  • Seguir una rutina de sueño: es conveniente mantener unos horarios regulares de descanso y vigilia. Es decir, dormir mínimo 8 horas y que el sueño sea reparador y de calidad. Para ello, cena algo ligero, al menos dos horas antes de acostarte.
  • Realizar ejercicio físico: tendríamos que hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio físico diario, aunque sea moderado. Nadar, pasear, bailar, montar en bici o hacer yoga son actividades que están al alcance de todos.
  • Alimentarse bien: lleva una alimentación con abundantes frutas y verduras. Trata de combinar estos vegetales con arroz o pasta integrales, legumbres y patatas, o con carne, pescado y huevos.
  • Mantén un horario para comer: reparte las comidas en cinco tomas al día. No te saltes el desayuno, puesto que te aportará energía suficiente hasta medio día. Entre horas, ingiere productos ricos en nutrientes como frutas, zumos de hortalizas o yogures.
  • Bebe suficiente agua: consumir 2,5 litros de líquidos diarios favorece la función renal e intestinal. Intenta tener siempre una botella de agua cerca de ti, esto te obligará a beber más. Complementa esta cantidad con infusiones y caldos.
  • No te automediques: de la misma manera que no se conocen con certeza las causas de esta dolencia, tampoco se puede recomendar ningún medicamento o complejo vitamínico eficaz.
Si estás cansado, descansa e intentar mejorar tus hábitos de vida.

Ballet Fit, danza con fitness

Esta nueva técnica ayuda a mejorar la postura, ganar flexibilidad y tonificar el cuerpo

El ballet no es solo un deporte, sino una expresión de arte en movimiento, donde el cuerpo se mueve con sofisticación y elegancia. Ahora esta disciplina clásica aterriza en el mundo del fitness, combinando pliés y revelés con sentadillas o lunges, y dando lugar al Ballet Fit.

Esta técnica inédita, extendida ya en numerosos clubes deportivos, se basa en un trabajo muscular de intensidad moderada, control del cuerpo y consciencia en la respiración, ayudando a conseguir una figura estilizada, tonificada y firme.

Ventajas de practicarlo

  1. Figura más esbelta: los estiramientos y los movimientos de romboides, aductores y músculos de la espalda ayudan a estilizar el cuerpo. Y, aunque promueve el fortalecimiento de las articulaciones, reduce el riesgo de lesiones.
  2. Mejora la postura: las posiciones del ballet, en las que la persona se coloca erguida, con los hombros bajos y la cadera adelantada, ayudan a reeducar nuestra postura. Además, se gana en flexibilidad y equilibrio.
  3. Cuerpo tonificado: la repetición de ejercicios promueve la tonificación de todos los grupos musculares y la amplitud de movimientos. Gracias a la música y al ritmo, se mejora también la coordinación.

4 Ejercicios básicos de Ballet Fit

Te planteamos unos ejercicios sencillos de esta técnica, para que empieces a practicar:

1- Grand plié: es la postura clásica de ballet, que se realiza en la barra. Coloca un pie sobre la misma y el resto del cuerpo en posición de sentadilla.  Pon la punta del pie del suelo hacia fuera, espalda recta y brazo acompañando el movimiento arriba y abajo. Grand plié:

2- Abdominales oblicuos: es un abdominal tradicional, que se hace el suelo pero moviendo las piernas como si fuéramos en bicicleta y elevando los codos a cada lado. Abdominales oblicuos

3- Puente: separa los talones del suelo y sube una de las piernas hacia el techo. Este ejercicio, similar al yoga y al pilates, es muy eficaz para el abdomen, los glúteos y la zona lumbar.

4-Tendu: mueve una pierna hacia delante, al lateral y hacia atrás, manteniendo el equilibrio con la otra pierna. Cuando la pierna se estira hacia atrás, los brazos van hacia delante y se mantiene la posición en el aire (developpés).

Razones saludables para perdonar

La disculpa nos reporta numerosos beneficios a nuestro bienestar físico y emocional

El perdón es un proceso de liberación, relacionado a su vez con la reflexión y la meditación, necesario para encontrar respuestas. A diferencia de lo que muchos piensan, no es señal de debilidad, ni busca necesariamente la reconciliación, sino que se trata de una fórmula saludable para entender y sentirnos mejor con nosotros mismos.

Sin embargo, cuando estamos implicados en una situación en la que nos sentimos ofendidos, disminuye nuestra capacidad de razonar. Porque si estamos dolidos, la realidad se ve diferente.

El rencor puede perjudicar no solo nuestro bienestar emocional sino también físico. Estudios recientes han comprobado que una disculpa disminuye la ansiedad y la depresión, reduce las tasas de mortalidad y mejora tanto problemas físicos como trastornos psiquiátricos.

Por qué es beneficioso disculparse

  1. Reduce el riesgo de infarto: una investigación publicada en el Journal of Behavioral Medicine concluye que el perdón se asocia a una menor frecuencia cardíaca y a una menor tensión arterial, lo que favorece la buena salud del corazón.
  2. Mejora la autoestima: la disculpa hace trabajar la reflexión, la empatía y la habilidad de ponernos en el lugar del otro. Esto nos ayuda a evolucionar, sentirnos mejor con nosotros mismos y recuperar nuestra autoestima.
  3. Promueve un buen descanso: favorece la calidad del sueño y ayuda, en casos de fatiga e insomnio. Además, el perdón palia las conductas depresivas y de rencor, alivia el estrés y refuerza la paz interior.
  4. Calma el estrés: se ha demostrado clínicamente que vivir con altos niveles de estrés durante años tiene efectos negativos sobre la salud mental. No obstante, las personas con tendencia a perdonar, aún viviendo con estrés alto, presentan un mayor bienestar emocional.
  5. Previene enfermedades: la ira nos sitúa en modo de lucha o huida, lo que puede elevar la tasa cardíaca, la presión sanguínea y aumentar las posibilidades de padecer diabetes, depresión y otras dolencias.
  6. Nutre las relaciones: la disculpa brinda pensamientos, sentimientos y comportamientos positivos hacia la persona involucrada. Igualmente, puede conducirnos a ciertas conductas más altruistas, desinteresadas y generosas.

Cuando perdonamos soltamos el resentimiento y el dolor que cargamos sobre nuestros hombros y abrazamos la aceptación, la reflexión y el afecto.

“El débil no puede perdonar. El perdón es un atributo de los fuertes.”, Mahatma Gandhi.

Vivir con Parkinson

Los que padecen la enfermedad del temblor pueden llevar una mejor vida

El Día Mundial del Parkinson se celebra el 11 de abril, en honor al nacimiento del científico que lo descubrió, James Parkinson. Se trata de un trastorno neurodegenerativo crónico (todavía de causa desconocida), que da lugar a una incapacidad progresiva por la destrucción de neuronas responsables del control del movimiento.

La reducción de la células cerebrales produce, además, pérdida de autonomía, alteraciones en las funciones cognitivas y emocionales, así como el temblor más característico de esta dolencia.

Se dan 18 casos nuevos de Parkinson por cada cien mil habitantes. Y prevalece en el tiempo, porque no tiene cura, pero la esperanza de vida de los pacientes hoy en día es muy larga. Por ello los esfuerzos deben ir a intentar paliar los síntomas y dar a los pacientes la mejor calidad de vida posible, durante el mayor tiempo posible.

Cómo cuidar a personas con Parkinson

  1. Prevenir accidentes: es muy habitual que la falta de equilibrio y la rigidez muscular hagan que el paciente se caiga, sobre todo, en la etapa en que aún es, y quiere seguir siendo, autosuficiente, y los traumatismos graves pueden empeorar su situación general.
  2. Medicamentos para el temblor: el tratamiento más utilizado es la levodopa, que es el precursor metabólico de la dopamina (el neurotransmisor que controla el movimiento) y es muy eficaz contra los síntomas motores, en especial el temblor.
  3. Rehabilitación continua: tan importante como los fármacos es la rehabilitación y la estimulación constante, para que se pierda cuanto menos la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria de los pacientes (comer, vestirse, caminar, etc).
  4. Apoyo social: el soporte de las instituciones públicas a las asociaciones de Parkinson es esencial para el mantenimiento de las terapias rehabilitadoras, el estudio de nuevos tratamientos y prácticas asistenciales, la apertura de más centros de día y lograr mayor concienciación e implicación de la sociedad. Y es que es en un problema que puede afectar a cualquiera de nosotros o de nuestros familiares y amigos.

10 Hábitos sanos que mejorarán tu vida

Te damos el decálogo de las rutinas básicas para conseguir un mayor bienestar

Los pequeños gestos son importantes, también en la salud. Aristóteles decía que “somos lo que hacemos cada día”. En el Día Mundial de la Salud (7 abril) nos gustaría recordarte algunos hábitos sencillos y beneficiosos, que tendrán un impacto muy positivo en tu bienestar.

  1. Come con conciencia: intenta llevar una alimentación saludable, con más vegetales de temporada y menos productos procesados. Recuerda no ingerir grandes cantidades. Mejor menos, más veces y de mayor calidad.
  2. Bebe agua: para hidratarte elige agua antes que cualquier otra bebida (refrescos, zumos, alcohol). Cuando te levantes a la mañana, toma un gran vaso de agua, ya que, así, repondrás el líquido perdido durante la noche y te activarás más fácilmente.
  3. Descansa mejor: trata de dormir al menos 7-9 horas diarias. Para ello, tal vez tengas que irte a la cama más temprano, lo que afectará positivamente a tu bienestar. En fines de semana y vacaciones, duerme todo lo que puedas y recarga pilas.
  4. No te saltes el desayuno: empieza el día con buen pie. Incorpora proteínas y grasas saludables, hortalizas y fruta y limita la cantidad de hidratos de carbono. Hay más opciones que el típico bol de leche con cereales y el zumo de naranja.
  5. Muévete cada día: camina más, usa menos el ascensor y más las escaleras. Cualquier actividad física vale, desde realizar las tareas domésticas, hasta practicar zumba o hacer bricolaje. Además de ejercitar el cuerpo, liberarás endorfinas y calmarás la mente.
  6. Acude al médico regularmente: no te automediques y toma solo aquellos fármacos prescritos por un profesional sanitario. No te olvides de hacerte revisiones médicas periódicamente (ojos, dientes, ginecología, próstata…).
  7. Busca un momento para relajarte: encuentra un lugar tranquilo (si puede ser, en un entorno natural) y respira conscientemente 10 veces, focalizando tu atención en cada inhalación y exhalación. El mindfulness, el yoga y el taichí pueden resultarte muy útiles.
  8. Aprende a decir ‘no’: eres dueño de tus propias decisiones. Poner límites, pensar en uno mismo y anteponer tus necesidades a la de los demás (egoísmo sano)te ayudará a ser más asertivo y a ofrecer la mejor versión de ti mismo.
  9. Abraza y deja que te abracen: es una inyección idónea de energía positiva. Está comprobado que los abrazos refuerzan el sistema inmune, disminuyen el riesgo cardíaco y mejoran el estado anímico. ¡Y son gratis!
  10. Haz pausas en el trabajo: intenta trabajar concentrado durante 90-120 minutos y luego haz una pausa. Parar, tomar aire y pensar en otra cosa mejorará tu productividad y creatividad. Aprovecha este ‘break’ para hacer estirar la espalda o caminar un poco.
“Cuida de tu cuerpo, es el único lugar que tienes para vivir”, Jim Rohn (escritor americano).

Platos de Semana Santa, tradiciones saludables

Aprovecha estos días para comer recetas típicas, ricas y sanas

La Semana Santa es una celebración religiosa que, a su vez, coincide con vacaciones y reuniones familiares que tal vez nos lleven a preparar o probar comidas especiales. Pero, gozar de buena compañía frente a la mesa no significa abandonar nuestra alimentación sana y equilibrada.

Además, la abstinencia de comer carne puede hacer que en estos días nuestra cocina incorpore nuevos hábitos y preparemos otro tipo de platos. En este post hacemos un repaso a las recetas más sanas, deliciosas y tradicionales de esta época.

  1. Garbanzos con bacalao

Este plato de cuchara tradicional es seguramente el más significativo de la cuaresma. El bacalao (pescado blanco) es rico en vitamina D, omega 3 y selenio, que nos ayuda a proteger nuestras células. A esta combinación hay que sumarle la gran cantidad de proteínas y fibra de los garbanzos.

Pela finamente dos dientes de ajo y una cebolla , ponlos en una cacerola con un poco de aceite de oliva virgen extra y cocínalos a fuego suave. Cuando empiecen a dorarse, añade una cucharadita de harina, una cucharada de pimentón dulce y un tomate rallado, y deja cocinar unos 5 minutos.

A continuación, agrega 400 gr de garbanzos, 250 gramos de bacalao, desalado y desmenuzado y mézclalo. Cubre con agua, sálalo (si es necesario) y deja que se cocine unos 15 minutos. Sírvelo con trocitos de huevo cocido por encima. Garbanzos con bacalao

  1. Patatas con albóndigas de seitán

La Semana Santa (sin la opción de la carne) es la ocasión prefecta para cocinar platos vegetarianos, repletos de nutrientes y beneficios. El seitán es un preparado de gluten que, aparentemente puede parecer carne, y aporta proteínas vegetales de gran valor.

Primero, cuece 200 gramos de seitán y mézclalo con un huevo y perejil, para darle forma a las albóndigas. Luego rebózalas en pan rallado. Paso seguido, mételas en el horno junto con 300 gramos de patatas cortadas a cuadrados durante 40-50 minutos. Patatas con albóndigas de seitán

  1. Torrijas digestivas

Las torrijas son uno de los dulces estrella de esta época y un postre muy sencillo de hacer, aunque un poco calórico.  Si queremos que nos salgan unas torrijas un poco más saludables, usa pan integral, leche desnatada o vegetal (soja, avellana o arroz) y miel.

Primero, aromatiza la leche con un poco de canela y una rodaja de limón, moja rodajas de pan duro y deja que la miga absorba bien la leche. Luego pásalo por el huevo y, en vez de freírlas, introdúcelas en el horno en una bandeja durante 5 minutos. Al sacarlas, si quieres endulzarlas más, emplea miel, panela o estevia. Torrijas digestivas