La transición del invierno a la primavera puede provocar alteraciones físicas y del estado del ánimo
Esta situación es la que se conoce como astenia primaveral. Es transitoria, de unos 10-20 días de duración, en la que coincide el cambio de luz y temperatura con la llegada de la primavera y los cambios de hora, según señala la doctora Inmaculada Salcedo Leal, vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.
La astenia se caracteriza por tener síntomas muy marcados: cansancio, somnolencia durante el día, fatiga, irritabilidad, ansiedad, debilidad muscular, dificultad de concentración, pérdida del apetito y trastornos del sueño.
Si dura más tiempo de lo estimado y no cede con las pautas de tratamiento recomendadas, se aconseja acudir al médico de familia.
CONSEJOS PARA PREVENIRLA
Al ser un estado pasajero, los expertos recomiendan tener paciencia y seguir unas sencillas pautas que pueden aliviar los síntomas tan molestos que provoca.
- Mantén unos horarios regulares de sueño. Para la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, el sueño debe ser reparador y para ello es necesario dormir 8 horas. Asimismo, para que la digestión no provoque alteraciones de sueño, se aconseja cenar ligero y dos horas antes de acostarse.
- Sigue una dieta equilibrada y variada, rica en vitaminas y minerales. Debes optar por frutas, verduras, carne, pescado, huevos, arroz, legumbres, pasta y patatas.
- Evita sustancias estimulantes como el alcohol y el tabaco. La doctora Inmaculada Salcedo subraya que el alcohol puede crear sensación de estímulo inmediato, pero al poco tiempo se agudiza el cansancio, entre otros efectos perjudiciales de sobra conocidos.
- Realiza ejercicio físico. Está más que demostrado que andar media o una hora reduce el cansancio. También puedes elegir otras actividades como la natación, la bicicleta, el yoga o el baile.
- Consume dos litros de agua al día. Además de hidratarte, favorece la función renal e intestinal. Desde la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria señalan que disponer de una botella de agua en un lugar visible es una forma de obligarse a tomar la cantidad recomendada. El agua puede complementarse con zumos, infusiones y caldos.
- Realiza cinco comidas al día. Lo ideal es hacer tres comidas principales (desayuno, comida y cena) y dos tentempiés (a media mañana y a media tarde). Es preferible comer menos cantidad, pero más a menudo.
- No te automediques. La doctora Inmaculada Salcedo Leal manifiesta que no hay evidencia científica en tomar complementos vitamínicos ni ningún otro tratamiento. Para la experta, es frecuente la tendencia a medicalizar cuadros que son meros cambios transitorios del organismo.