Estas son las frutas y verduras de temporada

Los vegetales destacan por su alto aporte de antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra, esenciales para el óptimo funcionamiento del organismo

Queda menos de un mes para la llegada de la primavera, momento en el que la energía de la naturaleza brota y nos deja una amplia variedad de frutas y verduras que denominamos de ‘temporada’, al ser frescas y típicas de estas fechas. En los meses de marzo, abril y mayo, podemos disfrutar de una selección única de productos de la tierra que no sólo deleitan nuestro paladar, sino que también aportan una gran cantidad de nutrientes esenciales para mantener a nuestro organismo en su mejor estado.

LISTADO DE FRUTAS Y VERDURAS DE TEMPORADA

A continuación, te dejamos el listado de las frutas y verduras de temporada para estas semanas:

  • Fresas. Son la fruta insignia de la primavera y no solo están deliciosas, sino que también son una fuente rica de vitamina C, antioxidantes y fibra. Más allá de endulzar tus postres, te permitirán fortalecer tu sistema inmunológico y lograr una piel más saludable.
  • Espárragos. Son una excelente fuente de ácido fólico, vitamina K y antioxidantes. Estos tallos verdes no solo añaden elegancia a tus platos, sino que también contribuyen a la salud cardiovascular y la formación de glóbulos rojos.
  • Zanahorias. Su vibrante color naranja tiene propiedades muy beneficiosas para el cuerpo humano, pues son ricas en betacarotenos, sustancia que se convierte en vitamina A. Este nutriente es esencial para la salud ocular y la piel, además de para fortalecer el sistema inmunológico.
  • Guisantes. Están cargados de proteínas vegetales, fibra y vitaminas del complejo B. Estos diminutos superalimentos contribuyen a la salud muscular, la digestión y la producción de energía.
  • Lechuga. Es una importante fuente de vitamina K, vitamina A y ácido fólico, con una importante acción antioxidante. Además de aportar frescura a tus ensaladas, favorece la salud ósea y la formación de glóbulos rojos.
  • Cerezas. Con su sabor dulce y característico, son ricas en antioxidantes, vitamina C y melatonina. Estos frutos rojos contribuyen a una mejor calidad del sueño y combaten el envejecimiento celular.
  • Kiwi. Con su pulpa verde y fresca, es una excelente fuente de vitamina C, vitamina K y fibra. Está considerado como una fruta ‘poderosa’ que no solo mejora el sistema inmunológico, sino que también contribuye a la salud digestiva.
  • Níspero. Con su dulzura exótica, aporta también las vitaminas A y C y es rico en fibra, potasio y calcio. Este fruto amarillo promueve la salud ocular, mejora la digestión y fortalece el sistema inmune.
  • Brócoli. Aporta vitamina C, vitamina K, vitamina B, antioxidantes, calcio, potasio, fósforo y hierro. Este vegetal crucífero tan completo ofrece propiedades antimicrobianas, es saciante, contribuye a la salud de los huesos y también fortalece el sistema inmunológico.
  • Acelgas. Contienen muchas vitaminas A, C y K, hierro, potasio, fibra y proteínas. Son importantes para favorecer un mejor tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento, así como para mejorar la circulación sanguínea.
  • Espinacas. También destacan por su contenido en proteínas, hierro, fibra, potasio, folatos y las vitaminas C, A y E. Estas hojas verdes no solo realzan tus ensaladas, además promueven la salud ósea y cardiovascular, contribuyendo a la correcta formación de las células sanguíneas.

Como podemos comprobar, aprovechar las frutas y verduras de temporada no solo es una deliciosa experiencia culinaria, sino también la mejor forma de proporcionar a tu cuerpo los nutrientes esenciales que necesita para funcionar de manera óptima. No dudes en incorporar estos alimentos a tu dieta para disfrutar de una entrada a la primavera llena de sabor y salud… ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!

¿Qué son los hipopresivos? Descubre sus beneficios

Los ejercicios hipopresivos trabajan la musculatura de la cavidad abdominal a través de contracciones musculares y técnicas de respiración específicas

En la búsqueda constante de métodos innovadores para mejorar la salud y la condición física, los ejercicios hipopresivos han ganado popularidad como una alternativa única y efectiva. Estos ejercicios, también conocidos como ‘gimnasia abdominal hipopresiva’, no sólo ofrecen beneficios físicos notables, sino que también han captado la atención de expertos en salud y fitness en todo el mundo porque alivian el estrés. En este artículo descubriremos todos esos beneficios que nos aportan.

¿QUÉ SON LOS HIPOPRESIVOS?

Los hipopresivos constituyen una modalidad de entrenamiento enfocada en la activación de la musculatura profunda del abdomen y el suelo pélvico, sin generar la presión intraabdominal que caracteriza a muchos otros ejercicios. Desarrollados por el fisioterapeuta belga Marcel Caufriez en la década de 1980, los hipopresivos buscan mejorar la higiene postural y abordar problemas relacionados con el suelo pélvico de manera no invasiva y muy eficaz a través de la combinación de las contracciones de la musculatura pélvica y técnicas de respiración específicas.

Estos ejercicios se centran principalmente en la zona del core, que incluye los músculos abdominales, lumbares, pelvis y suelo pélvico. A diferencia de los ejercicios tradicionales que pueden generar presión en la cavidad abdominal, los hipopresivos buscan fortalecer esta área sin ejercer fuerzas o presión hacia afuera. Este hecho no solo favorece el tono muscular, sino que también puede tener impactos positivos en la postura y en la prevención de problemas como la incontinencia urinaria.

TIPOS DE HIPOPRESIVOS

Para practicar hipopresivos, es importante ponerse en manos de un profesional certificado que nos guíe durante las clases y nos enseñe a realizar las contracciones de la manera correcta. Estas contracciones pueden realizarse con posturas básicas o con secuencias dinámicas para amenizar el ejercicio:

  • Posturas básicas: dentro de este grupo podemos encontrar la postura en cuadrupedia hipopresiva, en la que el practicante se arrodilla y apoya las manos en el suelo, manteniendo la columna en posición neutra y realizando contracciones abdominales y respiratorias. También está la postura en decúbito supino hipopresivo, con el individuo tumbado boca arriba, que se enfoca en la elevación de la pelvis y la activación de los músculos abdominales y del suelo pélvico.
  • Secuencias dinámicas: se trata de ejercicios que incorporan elementos como cuerdas o bandas elásticas para añadir resistencia y desafío al control postural, fortaleciendo aún más los músculos implicados.

BENEFICIOS DE PRACTICAR HIPOPRESIVOS

  • Fortalecimiento del core: al trabajar los músculos profundos del abdomen y la zona lumbar, los hipopresivos promueven un core (músculos del abdomen, la zona lumbar, la pelvis y el suelo pélvico) fuerte y estable, esencial para mantener una buena postura y prevenir lesiones.
  • Mejora de la postura: la activación de la musculatura profunda contribuye a una mejor alineación de la columna, reduciendo la presión sobre las vértebras y mejorando la higiene postural.
  • Reducción del abdomen: aunque no son un ejercicio para perder peso, los hipopresivos pueden contribuir a una apariencia más estilizada del abdomen al tonificar los músculos y mejorar la elasticidad de la piel en la zona abdominal.
  • Prevención de problemas pélvicos: estos ejercicios son reconocidos por su eficacia en la prevención y tratamiento de problemas como la incontinencia urinaria y otros trastornos del suelo pélvico, especialmente en mujeres después del parto o adentradas en la menopausia.
  • Estimulación circulatoria y respiratoria: la combinación de contracciones musculares y técnicas respiratorias específicas que se realizan durante las clases de hipopresivos puede mejorar la circulación sanguínea y la capacidad respiratoria.
  • Inducción a la relajación y al alivio del estrés: la práctica regular de hipopresivos que implica esa combinación de contracciones musculares y técnicas respiratorias, además de fortalecer el cuerpo físicamente y estimular los sistemas circulatorio y respiratorio, también promueve la relajación y reduce el estrés. Al centrarse en la conexión entre la respiración y el control muscular, los hipopresivos pueden actuar como una forma de mindfulness, ayudando a calmar la mente y mejorar el bienestar emocional.

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) más frecuentes y los métodos de prevención

La Organización Mundial de la Salud estima que cada día se producen un millón de contagios de ITS, siendo la mayoría de los casos asintomáticos

Hacer frente a las infecciones de transmisión sexual (ITS) supone un esfuerzo global. La falta de conciencia y educación sexual, el acceso limitado a los servicios de salud, los cambios en las dinámicas sociales y culturales y el aumento de contagios ha colocado a las ITS como uno de los desafíos sanitarios más importantes de la actualidad. La preocupación reside, además, en que la mayoría de los casos son asintomáticos, cuando se estima que cada día más de un millón de personas contraen alguna infección de transmisión sexual, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por todo ello, trabajar desde la sensibilización y la educación sexual se ha transformado en una prioridad para evitar el agravio de la situación, incidiendo especialmente en los métodos de prevención.

INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL MÁS FRECUENTES

Atendiendo a los datos de la OMS, estas son las infecciones de transmisión sexual con mayor incidencia en el panorama actual:

  • Herpes genital. Se estima que 491 millones de personas con edades comprendidas entre los 15 y los 49 años (el 13% de la población) tiene una infección por el virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2), la causa principal del herpes genital. Se manifiesta con llagas dolorosas en los genitales o áreas circundantes. Aunque puede presentarse asintomático, algunos experimentan síntomas como picazón, dolor y flujo vaginal o uretral. La transmisión ocurre a través del contacto directo con las llagas o la piel afectada. El tratamiento médico para combatir esta ITS consiste en los antivirales.
  • Virus del Papiloma Humano (VPH). Actualmente hay cerca de 300 millones de mujeres infectadas por el VPH, mientras que 1 de cada 3 hombres mayores de 15 años también lo está. El VPH comprende un grupo de virus con diversas cepas que pueden causar verrugas genitales y aumentan el riesgo de cáncer cervical, aunque en otros casos la infección es asintomática. La transmisión se produce por contacto directo con la piel o mucosas infectadas, normalmente durante las relaciones sexuales. Las opciones de tratamiento varían, y en algunos casos, el sistema inmunológico puede eliminar la infección. Las verrugas pueden ser eliminadas quirúrgicamente, también pueden recetarse fármacos para combatirlas y, en el caso de cáncer de cérvix, existen tratamientos oncológicos. No obstante, la vacunación es clave para prevenir ciertas cepas de VPH.
  • Tricomoniasis: la OMS estima la existencia de 156 millones de personas con esta infección, que está causada por el parásito Trichomonas vaginalis. La tricomoniasis afecta principalmente a las mujeres y suelen demostrarse síntomas como picazón, dolor y flujo vaginal, pero en muchos casos, la infección también puede ser asintomática. La transmisión se da por contacto sexual directo y el tratamiento implica medicamentos antiparasitarios.
  • Clamidiosis: aproximadamente, unos 129 millones de personas sufren clamidia o clamidiosis, ITS provocada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Aunque puede que la infección no demuestre síntomas, los más comunes son dolor al orinar y flujo o secreciones genitales anormales. En hombres, puede producir inflamación y dolor en los testículos. El contagio ocurre tras el contacto directo con los fluidos infectados y el tratamiento es antibiótico para combatir la bacteria.
  • Gonorrea: son 82 los millones de personas afectadas por la infección de gonorrea, ocasionada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Puede afectar a genitales, boca, garganta, ojos y recto, con síntomas que van desde secreciones anormales al dolor al orinar y dolor abdominal. La transmisión ocurre por contacto sexual directo y los antibióticos son la solución farmacológica indicada, aunque la resistencia a estos medicamentos está en aumento.
  • Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH): esta enfermedad, considerada como uno de los mayores problemas para la salud pública mundial por la OMS, afecta a 39 millones de personas en todo el mundo. El VIH ataca el sistema inmunológico y puede llevar al SIDA. Los síntomas iniciales pueden incluir fiebre, fatiga y pérdida de peso, pero la infección debilita progresivamente al sistema inmunitario y puede ir generando otros más graves. La transmisión ocurre por vía sexual, vía sanguínea o de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. El tratamiento implica medicamentos antirretrovirales, aunque todavía no existe una cura para la infección. Cabe mencionar que las personas con VIH que están bajo tratamiento no transmiten la enfermedad.

MÉTODOS DE PREVENCIÓN CONTRA LAS ITS

La educación sexual es esencial para prevenir las infecciones de transmisión sexual, destacando el uso de preservativos como barrera física. La comunicación abierta sobre la salud sexual con la pareja/s sexual, las pruebas regulares y la concienciación pública son las herramientas más poderosas en la prevención de estas infecciones. Asimismo, la vacunación contra algunas de estas enfermedades, la detección temprana y el tratamiento oportuno son fundamentales para limitar la propagación de las ITS.

Cáncer de pulmón: síntomas y diagnóstico de la enfermedad

Se trata de una enfermedad de elevada letalidad que suele detectarse en estados avanzados

El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más letales, el tipo de cáncer que más muertes registra en Europa. Sólo en España provoca alrededor de 22.000 fallecimientos al año, mientras que son cerca de 30.000 los nuevos casos diagnosticados, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Lo más alarmante de todo es el horizonte que podemos esperar: según los expertos, en los próximos 20 años se duplicará su incidencia.

El cáncer de pulmón representa un desafío médico y social significativo en todo el mundo: con la tasa de supervivencia dependiendo en gran medida del diagnóstico temprano, es fundamental comprender los síntomas y métodos de diagnóstico de esta enfermedad.

SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE PULMÓN

El cáncer de pulmón se desarrolla a menudo sin causar síntomas notables en sus etapas iniciales, lo que contribuye a su alta mortalidad. Sin embargo, algunas señales podrían alertar a algunos pacientes sobre la presencia de la enfermedad:

  • Tos persistente: debería alarmar una tos que no desaparece después de varias semanas o que empeora con el tiempo. La expectoración sanguinolenta también puede ser un indicador.
  • Cambios en la voz: alteraciones en la voz, como ronquera persistente, pueden ser señales de preocupación.
  • Dificultad para respirar: la falta de aire, especialmente sin una razón aparente, es motivo de atención.
  • Dolor en el pecho: dolor constante en el pecho, hombro o espalda, que empeora al respirar profundamente, podría ser un síntoma.

A estos síntomas que, recordemos, se presentan de forma difusa en los estadios iniciales de la enfermedad, cabe añadir los distintos factores de riesgo asociados con el cáncer de pulmón. Gracias a la identificación de todos ellos, se podría obtener un diagnóstico temprano y una intervención más efectiva:

  • Tabaquismo: se trata del principal factor de riesgo. Los fumadores y las personas expuestas al humo del tabaco tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar este tipo de cáncer.
  • Exposición a sustancias tóxicas: como por ejemplo, al amianto y al radón, que son sustancias químicas asociadas a la enfermedad.
  • Antecedentes familiares: la predisposición genética también puede contribuir al desarrollo de cáncer de pulmón.
  • Edad y género: el riesgo de desarrollar esta patología aumenta con la edad. En cuanto al género, los hombres tienen una mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad. No obstante, las mujeres son el grupo demográfico que más incidencia está acumulando en los últimos años. De hecho, el ICAPEM advierte de que podría convertirse en el tipo de cáncer más letal entre mujeres antes de 2030.

DIAGNÓSTICO DEL CÁNCER DE PULMÓN

La detección temprana del cáncer de pulmón es esencial para mejorar las tasas de supervivencia entre los pacientes. Sin embargo, según el  Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), sólo el 10% de los diagnósticos se producen en las fases iniciales de la enfermedad. Estos son algunos de los métodos de diagnóstico empleados:

  • Radiografía de tórax: es un método de prueba por imagen con rayos X que puede revelar anomalías en los pulmones.
  • Tomografía computarizada (TC) de tórax: a través de los rayos X y de tecnología informática, proporciona imágenes más detalladas de los órganos internos, tejidos y estructuras anatómicas, ayudando a identificar posibles tumores más pequeños.
  • Biopsia: implica la extracción de una muestra de tejido pulmonar mediante procedimientos como la punción con aguja guiada por imágenes o la broncoscopia, con el objetivo de analizar las células y confirmar la presencia de cáncer, así como determinar el tipo específico.
  • Pruebas de función pulmonar: evalúan la capacidad de los pulmones para funcionar correctamente mediante mediciones precisas de la cantidad de aire inhalado y exhalado.
  • Citología del esputo: consiste en el examen microscópico de las células presentes en las muestras de esputo (secreciones mucosas), permitiendo la identificación de posibles células cancerosas y contribuyendo al diagnóstico temprano de la enfermedad.
  • Toracocentesis: se trata de la inserción de una aguja en la cavidad torácica para drenar el exceso de líquido acumulado alrededor de los pulmones, facilitando el alivio de síntomas respiratorios y proporcionando una muestra para su análisis y diagnóstico.

Como hemos visto, el cáncer de pulmón se descubre en etapas avanzadas, principalmente por los síntomas difusos que demuestra en los estadios iniciales. Cuando las opciones de tratamiento son limitadas, la conciencia y la detección temprana de la enfermedad son esenciales. Y más allá de la investigación científica, la mejor arma preventiva para evitar el desarrollo de la enfermedad consiste en la no exposición a los factores de riesgo, especialmente el tabaquismo, una medida que debe ir acompañada de unos hábitos de vida saludables que contribuyan al bienestar del organismo.